En
un barrio de Catia, contenta la familia porque los cinco van a almorzar
completo- un tío les trajo de muy lejos verduras y muslos de pollo, con algunas
cervezas- el más hablador, Virgilio, de veinte años, luego de varios tragos
estalla: óiganme bien, para mí la guerra económica se inició por televisión
cuando el tirano difunto gritó “exprópiese”, ahí comenzó la tragedia de
seiscientas haciendas arrebatadas a sus dueños, de ganaderías y todo tipo de
alimentos, para entregarlas a facinerosos que las convirtieron en monte y
culebra, agregando cuatro mil industrias
destruidas, es el entierro de nuestra soberanía alimentaria, orgullo de cada
país, madre de la tragedia económica entre nosotros.
Bolívar
luchó para darnos la soberanía que ahora este gobierno la rompe entregando el
Esequibo siguiendo órdenes de Cuba. Lo interrumpe Marcelo: muchas gracias,
primo, has dado en el blanco, eres estudioso, mente muy clara, ojalá te oyeran
quienes creen que todos los que viven en el oeste de Caracas son unos entregados
al chavismo, a pesar de ser de la familia, yo vivo en el Este, he ascendido en
mi empleo, pero sigo siendo caraqueño sin fronteras, veo que de este lado está
emergiendo el reclamo de la democracia, hay
añoranza e indignación por todas partes. No les voy a quitar mucho
tiempo, quiero referirme al despilfarro de millones de dólares que Maduro hace
en su constante viajar turístico para pedir prestado, humillándonos al recibir
rechazos porque todos saben que este
gobierno dilapidó novecientos mil millones de millones de dólares, de solo
pensar que agarrando la gente de los famosos empresarios de maletín que le robaron al país treinta mil millones de
dólares, con eso aliviarían estos apuros iniciales. A su alrededor tiene esos
delincuentes, pero ni con el pétalo de
una rosa, son sus íntimos, camaradas intocables… se produce una interrupción,
tocan la puerta y enseguida entran dos vecinos,…!aja!, dándole a buena comida y
nosotros pelando, miran a Eleuterio, padre de la familia, queremos entrar en la
movida, aquí no hay secreto entre nosotros, díganos donde consiguen la arepa,
¡por favor!, el hambre nos acosa.
Algunos
se miran sin comprender, “colas desde la madrugada, colectas entre familiares
para la compra” responde uno de los comensales, “eso lo sabemos” dicen los visitantes, nosotros no pertenecemos a
comunas, que es comunismo, esa violación que pasa por encima de las Juntas
Municipales y Concejos Municipales consagrados en la Constitución Nacional, así como el Gobierno de la Capital, abuso que
despojó a Ledezma como Alcalde Metropolitano, entre millares de violaciones que
a diario comete este gobierno forajido.
Los siete se reúnen en el
pequeño salón de la humilde
vivienda… “Y Juancito, que no lo veo”…el
niño está por venir de la escuela, ¡María Santísima!, no sabemos qué hacer, a
mi chico de apenas seis años me lo están catequizando, la mayoría son libros
chavistas, pasan más tiempo en el patio que en el salón de clases, millares de
fotos del monstruo de Sabaneta, discursos mencionándolo diariamente, al otro
día los llevaron portando fusiles para rendirle tributo a un busto del finado
jefe guerrillero colombiano, íntimo de Chávez,
en una plazoleta del 23 de enero.
Todos se buscan las miradas,
piensan que son de confianza, las Comunas los tienen paralizados, algunos han
recibido neveras, televisores, cocinas, para entregar su voto al gobierno en
cada elección; no es de criticarles: son dineros de la nación, no del gobierno,
el miedo a perderlo todo ensombrece su juicio, pero en el fondo son demócratas,
odian al régimen perverso, algunos de ellos votan en contrario, esperan que
todos hagan lo mismo.
El
sistema de espionaje es impresionante, con los vecinos y en los cuarteles,
estos comunistas, apoyados en los cien
mil cubanos castristas que nos
invadieron, les enseñaron lo aplicado por las policías de Hitler y Stalin,
también de Mao, un sistema que espía en lo más mínimo, con toda la tecnología
actual, aparatos de audio y video captando miradas y expresiones de voz que
pueden ser comprometedoras.
Estos
bandoleros de Miraflores piensan que es total el control contra posibles
alzamientos, ignoran la Revolución de los Sargentos en Cuba, la historia de
Milosevic en Yugoslavia, la caída de Pinochet, entre docenas de casos. Hay furia y pesimismo en unos, otros con
imaginaciones logran abatir al monstruo.
En ambiente universitario,
estudiantes y profesores condenan furiosos este régimen nefasto, precisan que desde 1830, los sucesivos gobiernos no
superan en daños al país en comparación con esta bestia chavista que ha vuelto
pedazos a Venezuela. Curiosidad histórica, los presentes mencionan dos presidentes de apellido Castro
que tuvieron funestos gobiernos: Julián, quien derrocó a los Monagas, persona
incomprensible con tendencia a la maldad, por fortuna fue derrocado antes de un
año; el otro es Cipriano Castro, perverso con
la tortura para los enemigos políticos, que llegó a extremos con la
tiranía de Juan Vicente Gómez por veintisiete años y se repitió con Pérez Jiménez. No es cosa de risa, los Castro de Cuba y los
dos Castro de aquí, simbolizan los
tiranos que “castraron” a Venezuela, hoy
somos colonia cubano castrista.
Así malversaron nuestro
dinero: trescientos cincuenta mil
millones robados, escondidos en bancos a nivel mundial a partir de 1999; aquí
utilizan bancos subterráneos, uno está en la península de Paraguaná, desde
donde se divisan por la noche las luces de Aruba, lo posee un alto funcionario
del régimen, es un escondite acondicionado bajo tierra, con acero y
cemento, de difícil acceso, donde se
amontonan millares de cajas con billetes de cien dólares. Centenares de miles
de millones de dólares para comprar
gobiernos en respaldo al chavismo en la OEA, el Alba, Mercosur, los
países caribeños, donde se destaca Cuba, con cien mil barriles diarios de
petróleo. Apoyo al terrorismo islámico a base de dólares y pasaportes
venezolanos, apoyo al movimiento guerrillero colombiano con la entrega del sur
de Venezuela para el tráfico aéreo de drogas. Esta no es Venezuela, los que
desgobiernan actualmente deben ser sujetos portadores de anomalías genéticas
que llevan en su sangre, pertenecientes a neuronas anteriores al Homo sapiens
actual- nosotros- mientras estos homos
anormales posiblemente no portan el 4% habitual sino un 40% del homo
extinguido, al igual que los grupos esparcidos
por el mundo, añorantes del comunismo muerto, de ahí su salvajismo. Es tarea de estudio
para los investigadores científicos
con búsqueda incesante dentro del genoma
humano.
Gonzalo
Villamizar Adarme
gonvillan1924@gmail.com
@gonvillan1924
Asociación
de Médicos Escritores
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