Los venezolanos estamos padeciendo trastornos de psicosis los cuales son la consecuencia de 16 años de empobrecimiento, malas políticas públicas, carencias constantes, crisis de toda índole y un país destrozado en lo político, económico y social. De ser felices en la convivencia y comportamiento, pasamos a estado de ánimos muy depresivos y psicóticos.
Al apoyarnos en estudios de psicología elemental, podemos concluir
en lo siguiente. Psicosis se emplea para
referirse a aquellos trastornos de la mente caracterizados por una cierta
pérdida de contacto con la realidad, el sentido común y la normalidad del buen
vivir. Cuando una persona sufre este tipo de trastorno se dice que ha tenido un
«episodio psicótico», hoy es frecuente esto por los trastornos causados por
absurdas y nefastas políticas decididas en las anómalas cúpulas del malsano
poder socialista “PSUV y MUD” empeñados en convertir el Estado y la
Administración Publicas en parcelas de “negocios corruptos” donde todo tiene
precio, costo y comisión a pagar por el ciudadano de cualquier categoría
social. Venezuela es hoy el país con un pervertido entramado mafioso asfixiante
y psicótico.
La psicosis afecta principalmente a los
jóvenes adultos (desesperados se van de Venezuela) y es bastante común los estados
de ánimos alterados. Cerca de 5 de cada 100 jóvenes sufrirán un episodio
psicótico, lo cual significa que entre este sector de la población la psicosis
es más común que la diabetes. La mayor parte de los afectados consigue una
plena recuperación del trastorno al habituarse al mal vivir socialista, a la
inseguridad, a la falta de oportunidades de estudios, altos costos y nada de
trabajo.
La psicosis puede afectar a cualquiera,
y como toda enfermedad, es susceptible de tratamiento, el cual es obvio que no
está al alcance de los millones de pobres que aumentan día a día en Venezuela
con alta incidencia en la delincuencia.
¿Cuáles
son los diferentes tipos de psicosis?
La psicosis afecta a cada persona de
diferente manera y durante las etapas iniciales no siempre es útil poner un
nombre o una etiqueta a la enfermedad.
No
obstante, cuando una persona padece psicosis, se le suele diagnosticar una
enfermedad psicótica específica. «Diagnosticar» significa determinar la
naturaleza de una enfermedad sobre la base de los síntomas que presenta el
paciente, y el diagnóstico dependerá tanto de los factores que hayan provocado
la enfermedad como del tiempo que duren los síntomas. En el caso de un primer
episodio de psicosis, resulta particularmente difícil determinar con exactitud
el tipo de psicosis de que se trata, porque aún se desconoce en gran medida
cuáles han sido los factores que la provocaron “aunque todos sabemos que es el
factor crisis país”. No obstante, conviene estar familiarizado con algunos de
los términos que se suelen emplear al diagnosticar diferentes tipos de
psicosis, sin entender la mala praxis socialista.
Psicosis
inducida por las drogas: El consumo de drogas o de alcohol, así como la
abstinencia tras un consumo prolongado, pueden provocar síntomas psicóticos. En
algunos casos los síntomas se resuelven rápidamente al irse pasando los efectos
de la sustancia, en tanto que en otros la enfermedad, aunque comenzó como una
psicosis inducida por drogas, se hace más prolongada. Esto hace mucho daño en
la sociedad.
Psicosis
orgánica: A veces los síntomas psicóticos aparecen a consecuencia de lesiones
de la cabeza o enfermedades orgánicas que afecten el funcionamiento del
cerebro, tales como la encefalitis, el SIDA, o un tumor. En estos casos, suelen
presentarse junto con la psicosis otros síntomas, tales como amnesia o
confusión.
Psicosis
reactiva breve: En ocasiones los síntomas psicóticos surgen de repente como
respuesta a una situación de mucha tensión en la vida de la persona “lo cual es
frecuente hoy en día por causa del mal gobierno socialista”, tales como un
cambio importante en sus circunstancias personales, o la muerte y enfermedad de
un familiar o las privaciones por escases e inflación. Aunque los síntomas
pueden ser agudos, la persona se recupera en pocos días y se habitúan al mal
vivir socialista.
Trastorno
delirante: El síntoma principal es la firme creencia en cosas que no son
ciertas y se hacen prisioneros de falsas esperanzas o se apegan a populismos
despersonalizante. .
Esquizofrenia:
El término esquizofrenia se emplea para referirse a aquellas enfermedades
psicóticas en que los cambios de conducta o los síntomas persisten durante un
período no inferior a los seis meses. Tanto los síntomas como la duración de la
enfermedad varían según el caso, y al contrario de lo que se suele creer,
muchas personas afectadas de esquizofrenia llevan una vida plena y feliz,
logrando muchas de ellas una total recuperación.
Esperamos
que al cambiar el mal gobierno socialista por el buen gobierno “Cambio Evolutivo
de UNA Tercera Vía”, el país recupere su buena salud de los años 60, 70, 80 y
90, donde éramos felices y no lo sabíamos.
Trastorno
esquizofreniforme: No se distingue de la esquizofrenia, salvo en síntomas que
han persistido durante menos de seis meses y pueden reaparecer por la crisis.
Trastorno
bipolar (maníaco depresivo): En el trastorno bipolar, la psicosis se presenta
como parte de una alteración afectiva más generalizada, caracterizada por
alternancias violentas entre la gran excitación (manía) y la melancolía
(depresión). En caso de presentarse síntomas psicóticos, suelen corresponder al
estado anímico de la persona: por ejemplo, si está deprimida oye voces que le
dicen que debe suicidarse, en tanto que si experimenta una excitación o euforia
anormales, se cree un ser excepcional capaz de realizar grandes hazañas o estar
predestinado.
Trastorno
esquizoafectivo: Este diagnóstico corresponde a la presencia simultánea o
consecutiva tanto de síntomas de trastorno afectivo (tales como la depresión o
la manía) como de psicosis. Es decir, el cuadro clínico no es típico ni del
trastorno afectivo ni de la esquizofrenia. Muy común hoy en Venezuela a causa
del mal gobierno.
Depresión
psicótica: Consiste en una depresión aguda combinada con síntomas psicóticos,
sin que en ningún momento de la enfermedad se lleguen a producir períodos de
manía o excitación, por lo que se distingue del trastorno bipolar.
Juan
de Dios Rivas Velásquez
rvjuandedios@gmail.com
@rvjuandedios
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