La confederación general del trabajo CGT, el viernes primero
de mayo día internacional de los trabajadores, logro convocar una gigantesca
manifestación en la ciudad de Bogotá, que abarco más de 30 cuadras desde el parque
de Lourdes hasta el parque del lago por la calle 63, llenando con su militancia
de extremo a extremo todo el sitio, por
eso los principales medios de comunicación resaltaron sin ninguna reserva el acontecimiento, dándole característica de rio humano y diciendo que
era la movilización más concurrida de la fecha en toda Colombia.
También en Bogotá las otras dos centrales CUT
y CTC realizaron su movilización hacia
la plaza de Bolívar, que como ha ocurrido desde hace varios años,
termino en vandalismo propiciado por grupos ajenos a los trabajadores, que aprovechan la ocasión para utilizarla con fines aviesos,
enfrentándose con la policía y ahuyentando a los manifestantes, de ahí
que algunos periódicos en su primera pagina lo que muestran es
a los encapuchados tirando piedra, cuando
deberían sacar en su portada la magnitud de la marcha de la CGT.
En el contexto del primero de mayo en
Colombia, el paro de 320 mil maestros,
que ha dejado a 9 millones de niños sin clases, es a todas luces justo, por el
incumplimiento de las promesas que le hizo el presidente Santos al magisterio
durante la campaña reeleccionista, por eso Fecode en sana lógica emprendió esta
protesta legitima que ha contado con la solidaridad de todo el movimiento
sindical Colombiano.
Grandes movilizaciones como la efectuada por
la CGT el pasado primero de mayo, son un signo de hechos importantes, para
cuantificar y cualificar la lucha social
como condición primigenia en busca de las reivindicaciones inmediatas e históricas del pueblo Colombiano, eso sí rechazando las
acechanzas de grupos terroristas marxistas como las Farc y el Eln, cuyas
intenciones dictatoriales y totalitarias
van en contrapelo de las aspiraciones sagradas de las masas por la
libertad y el desarrollo social y
humano.
La toma de las calles por parte de movimiento
sindical es de vital importancia, para lograr objetivos que permitan que los trabajadores colombianos
alcancen una mejor calidad de vida con
empleos dignos, ya que la informalidad y el desempleo los golpea duramente, porque en una población económicamente activa que
pasa de 23 millones de personas, solamente
7 millones cotizan para pensiones, demostrándose que más de 16 millones son desempleados o
informales, por ello para subsanar estos males se debe fortalecer el aparato
productivo en el agro y la industria y,
el sindicalismo con sus propuesta puede contribuir eficazmente para que el país salga de esa situación tan
calamitosa.
La CGT
cuyos principios son humanistas, democráticos y solidarios al tener ese poder de convocatoria, se constituye en
un referente de los demás sectores populares para
impulsar la lucha social, ya que esta
central obrera al haber demostrado el pasado primero de mayo la forma multitudinaria, ordenada y decente
como moviliza a sus trabajadores, es desde todo punto de
vista, la organización sindical
más significativa en el país.
Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
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