LUIS FUENMAYOR TORO |
No se puede tapar el sol con un dedo es un
adagio conocido. Otra máxima afirma que no se puede engañar a todo el mundo
todo el tiempo. Pareciera que algunos altos funcionarios gubernamentales no se
han percatado de ello y creen que cualquier ridículo comentario justificará las
penalidades que sufren todos los venezolanos. Bueno... Casi todos, porque la
alta burguesía, esa que el gobierno dice es su enemiga principal, tiene
bastante dinero como para no sufrir las
restricciones de los demás, situación que también disfrutan los miembros
del alto gobierno, para quienes el desabastecimiento, el elevado costo de las
mercancías, las interminables filas de gente en búsqueda de bienes esenciales,
la inseguridad, los graves problemas de transporte, las fallas eléctricas, no
existen, pues no las sufren directamente.
Un ministro, de esos sacados de alguna caja
de detergente, trató de ironizar las denuncias sobre las prolongadas esperas de
las largas filas de consumidores, en procura de productos cotidianos, diciendo
que él hacía fila para comprar una entrada para el béisbol o para comerse un
perro caliente. De esta burda manera se burla del pueblo pobre que dicen
defender y de todo el pueblo, que debe esperar horas y días, no para asistir a
un espectáculo de diversión sino para comprar pañales para sus hijos, medicinas
para sus enfermos o simplemente comida para la familia. Las cortas filas que
supuestamente realiza el ministro en cuestión o uno de sus escoltas, si es que
no decide chapear y se colearse, para asistir a un espectáculo de
entretenimiento, el ministro las considera iguales a las del resto de la gente
en mercados, farmacias y otros comercios.
Otro que salió con una a “la Chávez” fue el
ministro Villegas, cuya imagen de hombre ecuánime y justo, el mismo, sin ayuda
de nadie, se encargó de destruir en pocos días luego de su nombramiento.
Aseveró, como quien dice algo importante, que en las largas y numerosas filas
de consumidores en todas las ciudades del país se han infiltrado los
opositores, suponemos que de la MUD, pues él gobierno no reconoce ninguna otra
oposición. Las discusiones, riñas y empujones, pero sobre todo las protestas,
que se producen en las filas generadas por la escasez, son obra de María
Corina, el preso Leopoldo López, el gobernador Capriles (Ramos Allup no porque
él no protesta sino negocia) y no son generadas por el desabastecimiento. Como
sólo el 20 por ciento de la gente respalda a Maduro, seguro que la mayoría de
quienes hacen fila es opuesta al régimen. Descubrió el agua tibia, el ministro.
El último de los comentarios que referiré fue
el de un gran amigo. “Las colas son porque la gente come demasiado”… Sí, y toma
muchas medicinas, y ensucia muchos pañales, y come baterías, cauchos y
repuestos para vehículos; le ha dado por comer desodorantes, detergentes y
jabones. ¡Ah gente pa´joder!
Luis
Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
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