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sábado, 31 de enero de 2015

ALBERTO JIMÉNEZ URE, LA FATALIDAD DE PADECER A BRUTOS POR ESTADISTAS AL MANDO

«Estadista es un principal de País, mujer u hombre proclive a socializar con adherentes y adversarios. No ofende cuando es cuestionado, ni irgue flanqueado por quienes «traman inmoralidades». Entiende y fomenta el concilio, la sencillez y tolerancia. Será sabio siempre que congregue a quienes lo son en el Palacio de Nadie porque de todos»
La Historia Política Latinoamericana devela que nunca hubo impedimentos para que una persona «bruta» lograse convertirse en mandatario de una república. Primero porque, en toda redacción de «Preceptos de Carta Magna», ningún constituyente puede ni debe discriminar u obstruir las aspiraciones de los ciudadanos excepto la de quienes sean penitentes.
Es apologeta de «Omisión de Justicia» cualquiera que propugne exclusiones fundamentadas en exigencias de habilidades o aptitudes científicas, docentes, investigativas, intelectuales-literarias, pictóricas, histriónicas, musicales o deportivas. Hay discapacidades que no frustran aspiraciones, pero resulta difícil refutar la tesis según la cual los psicópatas no deben ser investidos como mandatarios. En defensa de ellos, los oportunistas del ambiente político sostienen que «[…]  una cosa es ser un demente y otra parecerlo […]» Son letales las consecuencias de mirar a un desquiciado presumir que lo es (una y sucesivas veces, hasta de modo compulsivo y público) con el beneplácito de una relativa mayoría de irresponsables que no zonza.
 En el Patio Sur del Planeta, no sorprende que a favor de mujeres y hombres que purgan condenas  se urdan «indultos» para convertir en héroes y candidatos presidenciales a incorregibles: ello sin menoscabo de la pobrísima condición intelectual que (tupé mediante) suelen arrogar mientras son ovacionados por un vulgo idiota y enajenado por «La que Propaga y Anda». En tanto que ya absurdamente sobreseídos por imperdonable insensatez o eso que llaman «Gracia Presidencial», la fatalidad de padecer a «brutos» por «estadistas» al mando podrá anunciarse como si se tratase de una imperdible apuesta. Empero, ¿quién o qué determina que un individuo sea «bruto»?
Es insustancial sostener que el «bruto» lo sea por su condición social o falta de títulos académicos (vistos casi como «nobiliarios»). Igual es fatuo afirmar que alguien devino en persona «bruta» por tener una licenciatura o doctorado y, sin embargo, ser incapaz de lograr asuntos que dependen más del azar: reputación, fama y dinero. Opino que el «bruto» lo es porque, sabiéndose ignorante o inepto para enfrentar problemas específicos, no acude a quienes pudieran acercársele para discernir alrededor de tales: e ilustrarlo respecto a «las causas por las cuales se presentan», «desde cuándo», «su frecuencia», «con exactitud dónde» y «su grado de nocividad»  para luego mostrarle las «fórmulas» o «aplicaciones» que se conozcan y entonces resolverlos. En vez de convocar a la Inteligencia de la Nación, recurre al arrebato propio de una bestia irracional y a esa peligrosa soberbia cuya letalidad no irrumpe enmascarada. Pero convida, cierto, pero a esa gentuza que alardea lo dispuesta que está a sumirnos en el caos. Todos los seres humanos somos más o menos sabios, no necesariamente merecedores de distinciones o reproches por ello.  La Sapiencia Universal es una fortaleza sin tropas que la custodien, porque no tiene demarcaciones territoriales ni oro para disputas. En su interior se discute sin ser un cuadrilátero donde púgiles golpean sus iras.
El «estadista» es un hombre que se debe a la nación que le confió administrar los activos y pasivos de su república. Tiene, además, el indelegable e insoslayable deber de cumplir y hacer cumplir la Constitución y Leyes. «Bruto» el abyecto que no afronta las necesidades de los ciudadanos y adrede espera protesten para después ordenar a esbirros que los repriman o diezmen. Los «Asuntos de Estados» no son de forenses; las naciones que los conforman están vivas, ansiosas, hambrientas, necesitadas de asistencia y socorro.
Alberto Jimenez Ure
jimenezure@hotmail.com
@jurescritor

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