Gran
cantidad de nuestro tiempo lo dedicamos a enseñar a otras personas cómo
administrar el suyo. En esta tarea, nos encontramos con infinidad de
situaciones que hacen que la gente aproveche o desperdicie su tiempo. También
constatamos que el tiempo, independientemente de lo que diga el reloj, es una
cuestión de percepción, porque no siempre transcurre al mismo ritmo; algunas
veces pasa muy rápido, otras muy lento.
En
Navidad, esta percepción se acentúa. Los niños, los más afortunados de ellos,
no ven el momento de recibir sus regalos del Niño Jesús y el tiempo pasa muy,
pero muy lento. Igual les sucede a los que esperan con ansia los días de
descanso que les brindarán las fiestas, o los que están por reencontrarse con
sus seres queridos. Una vez llega el ansiado momento, las manecillas del reloj
se aceleran, y en un santiamén llega el momento de las despedidas, del regreso
a la realidad.
Para
aquellos que están libres de sufrimientos y de remordimientos, el tiempo de
Navidad pasa rapidísimo, en celebraciones y alegrías compartidas. Para otros,
los que han perdido las esperanzas, los que sufren, pasa muy lentamente. Para
algunos, se desgrana en recordar a los que se fueron, para siempre o hasta
quién sabe cuándo, o a los que perdieron su libertad, muchas veces
injustamente. Imaginamos que también pasará muy lento para aquellos que saben
que han hecho mal.
Hoy,
que estamos tan cerca del momento cumbre de la Navidad, queremos regalarte un momento de reflexión,
recordando parte del mensaje de Navidad del Papa Francisco del año pasado:
“La
Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien un poco de silencio,
para oír la voz del Amor. Navidad eres
tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma. El
pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades
de la vida. Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que
adornan tu vida. La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y
buscas unir. Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino
de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.”
¡Feliz
Navidad!
Gustavo Yepes
gyepesp@gmail.com
@gyepesven
gyepes@grupospice.com
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