OMAR ÁVILA |
En
días pasados vimos como los oficialistas celebraban unas elecciones internas
del partido de gobierno. Lo primero que hay que preguntarse es ¿Dónde están los
más de 7 millones de militantes del PSUV? Vendieron estas elecciones como las
más democráticas, como la de más amplia participación de sus bases. Lo cierto
del caso es que estos comicios resultó otra mentira más de este régimen. Ni la
propaganda, ni los incentivos adicionales como el lanzamiento del semanario
“Cuatro F” e inclusive el propio cumpleaños de Nicolás, les sirvieron, es que ni
siquiera las nóminas de los empleados públicos se movieron a participar en este
proceso.
Lo
único cierto o una de las verdades que quedó al descubierto después de las
elecciones del PSUV, es que la capacidad de movilización, esa gran maquinaria
con la que contaban quedó atrás, en el recuerdo, junto al de su “Comandante
Supremo”. Y es que es tal el fracaso que no se atrevieron a dar cifra alguna,
que por supuesto el Consejo Nacional Electoral tiene desde el primer momento en
el que informaron de los 3.691 resultados “irreversibles”. Según Elvis Amoroso
fue por razones estratégicas que no dieron los resultados, pero lo que está a
la vista no necesita anteojos.
En
esta oportunidad tampoco faltó el despliegue de funcionarios del Plan República
y después de ver lo ocurrido, me pregunto: ¿Eran 463.259 candidatos sin tropas?
Hay que sumarle el malestar también de los que excluyeron de sus listas, razón
por la cual cada día quedan más al descubierto de que no es precisamente a la
democracia a lo que juegan estos señores.
Urge,
entre otras cosas por hacer para recuperar esa democracia verdadera, la
representación proporcional de las minorías que con este sistema electoral,
sumado a la polarización el que gana se lleva la mayoría y el que llega de
segundo se lleva el resto, pasa por ejemplo que casos como el del Gobernador
Henri Falcón quien lideraba en el 2.010 el PPT y obtuvieron una votación de
317.888 votos se quedó sin representantes en el Parlamento Latinoamericano, ese
es parte de los cambios que se deben de promover en esta nueva Asamblea
Nacional, una reforma electoral donde se respete a las minorías, donde exista
la pluralidad política, ese es parte del camino que hay que transitar en aras
de la amplitud, el entendimiento y de que todos los sectores del país estén
realmente representados.
La
cúpula opositora debe de verse en este espejo y no cometer errores iguales o
similares, por ejemplo excluyendo a quienes quieren un mejor país, aquí en la
Unidad se necesita a todo el mundo, que los 30 partidos que hasta ahora
conformamos la MUD estemos representados en ese nuevo Parlamento, los líderes
de la sociedad civil, de ONG’s, en fin, que se arme un verdadero trabuco con
gente que vaya a cumplir con su trabajo a cabalidad y no que quieran abandonar
el barco a medio camino para aspirar ser Gobernadores y Alcaldes, o peor aún
que terminen saltando la talanquera.
Para
finalizar debo decir que no se puede seguir divorciado de la realidad, de lo
que quiere la gente; hay que aprender a escuchar de verdad lo que requiere la
mayoría ¡Ojo con esto!
Omar
Ávila
oavila1973@gmail.com
@omaravila2010
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