FERNANDO MIRES |
La
noticia recorrió el mundo. Lilian Tintori pidió al nuevo partido español “Podemos”,
así como a su flamante secretario general Pablo Iglesias, que
intercediera a favor de la puesta en libertad de su esposo, el conocido
dirigente político social-demócrata venezolano Leopoldo López.
La
petición de Lilian Tintori no solo sorprendió a “Podemos”. Pues para nadie es
un misterio que dirigentes de ese partido mantienen larga amistad con personeros
del régimen venezolano. No obstante, la petición se encuadra perfectamente en
una tradición del mundo democrático, a saber, que más allá de diferencias
políticas o credos ideológicos, a todos los demócratas une la misma adhesión a
los principios articulados en la Carta Internacional de los Derechos Humanos,
principios que al haber sido aceptados por todas las naciones firmantes, poseen
un carácter universal. Como dijo el ex presidente de Costa Rica, Óscar Arias,
premio Nóbel de la Paz: “En democracia no hay presos políticos”.
Gracias
al seguimiento de esa tradición, quienes somos o venimos del Cono Sur
latinoamericano sabemos que cientos, quizás miles de mujeres de presos
políticos argentinos, chilenos y uruguayos, recorrieron el mundo, igual como hoy
lo hace Lilian Tintori, pidiendo por la libertad de sus esposos recluidos
injustamente en prisión. Ese clamor colectivo encontró oídos receptivos en
diversos gobiernos y partidos del mundo, tanto de izquierda, de centro y hasta
de derecha. Gracias a esa solidaridad internacional, muchos presos políticos
pudieron recobrar su libertad y así lograr unirse con sus esposas e hijos.
Con
mayor razón se explica la petición de la valiente Lilian Tintori si tomamos en
cuenta que “Podemos” intenta mostrarse en la plataforma política como un
partido portador de la esperanza de una renovación ética en contra de los
excesos y faltas cometidas por algunos políticos de la clase política española.
¿Qué
mejor oportunidad requiere Pablo Iglesias y los suyos para demostrar ante la
opinión pública internacional, e incluso ante sus propios seguidores que los
principios éticos que proclaman se encuentran por sobre amistades personales y
cuestionables ideologías? (valga la redundancia: todas las ideologías son
cuestionables).
Pablo
Iglesias, sin embargo, pidió a Lilian Tintori que enviara todos los detalles
del caso para que “Podemos” “evaluase su procedimiento”. Respuesta más bien
digna de un tinterillo de tercera clase que de un alto dirigente político. ¿Qué
hay que evaluar en el caso de Leopoldo López? Amnistía Internacional pidió por
su libertad inmediata. El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, Zeid Ra’ad al Husein no solo la pidió, la exigió. Lo mismo han hecho
representantes políticos de diversas latitudes.
La
actitud dilatoria de Pablo Iglesias solo se explica si para tomar una decisión
él necesita discutir con los dirigentes más “duros” de su partido. La verdad,
hay que convenir en que si es así, Lilian Tintori les ha puesto un hierro
caliente en las manos.
“Podemos”,
gracias a la petición de Lilian Tintori, enfrenta un dilema existencial: O
exige a Maduro de modo perentorio, es decir, sin dilaciones ni medias tintas,
la puesta en libertad de Leopoldo López, o muestra al mundo que los de “Podemos”
también “podemos” ser unos perfectos hijos de .......
Fernando
Mires
fernando.mires@uni-oldenburg.de
@FernandoMires1
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