En
diversas conferencias especializadas, dictadas por expertos militares y civiles
(entre los segundos puedo destacar: al VA Elías Daniel Hernández, al GD (Ej.)
Jacobo Efraín Yépez Daza y al CN Pablo Cohen Celis, como de los primeros
referidos: al Dr. Figueredo Planchart, al Dr. Sadio Garabini di Turno y otros
no menos enjundiosos) he podido confirmar las enseñanzas de aula recibidas del Dr. Carlos Güeròn, de los
Presbíteros Pablo Ojer y Herman Oropeza,
y de un sinnúmero de conferencias, como de visitas al territorio
Esequibo, en las cuales hemos podido comprobar, In Situ, la realidad de este
territorio que fue nuestro, es nuestro y lo será siempre.
Allí
aprendimos que Venezuela cuenta con suficientes títulos que respaldan, legal y
legítimamente, su posición de reclamación de eso que Guyana heredó de su
colonizador inglés y que nunca fue suyo - como no lo fue de su donador - y que
ella hubo de aceptar con la firma del Acuerdo de Ginebra, que era y es nuestro
y que debemos buscarle una solución satisfactoria para las partes o un arreglo práctico a la controversia con base a
los procedimientos del artículo 33º de la carta de la ONU, ante el reconocimiento
expreso, al firmar, de la contención unilateral de Venezuela reflejada en el
artículo 1º del acuerdo, de que nosotros habíamos sido indebidamente despojados
de esos 159.000 km., por la voracidad terròfaga e imperial de los colonos del
Demerara al contratar al geógrafo Shomburg, en representación de la potencia.
Luego, sentenciada por el viciado Laudo de París de 1899.
Que
el acuerdo de Ginebra fue firmado entre y por Venezuela y Guyana y no entre
Venezuela y la potencia, y que no fue un asunto político de AD o COPEI, ni una
cuestión de seguir los intereses de los EUA, ni de ninguna otra potencia, y que
la reclamación fue y es una decisión estrictamente de Soberanía y Defensa de la
Integridad Territorial amenazada por, precisamente, la potencia inglesa, en
connivencia e irregularidades y vicios cometidos durante las labores de las
potencias representadas en la mesa de negociación y que fue por el manifiesto
post morten del negociador por Venezuela, el norteamericano Mallet Prevost, quien nos legó su vergüenza
que le acompañó hasta su muerte, por haberse prestado para tales
irregularidades, que conocimos que nos habían despojado del territorio,
irregularidades que hacían del Laudo de
París irrito y nulo , de toda nulidad.
Que en su momento Venezuela no se opuso a la
Independencia de Guyana y que expresó muy clara y categóricamente sus reservas
de que la firma del acuerdo no tenía nada que ver con el reconocimiento de la
independencia y que - en todo caso - ello no significaba para nada, que
declinaba o desistía de su reclamación de un territorio que le pertenecía, de
acuerdo con el derecho internacional, consagrado en títulos debidamente
presentados.
Con
esto quiero resaltar que NO existió nunca y no sigue existiendo ningún racismo
en contra de la población guyanesa, y no es como alguien dijo en 2004 que
nosotros nos sentamos a discutir con Guyana (sin reconocer que antes lo habíamos hecho con Inglaterra)
siguiendo instrucciones de una potencia que nos empujó, sino por dignidad
propia y porque el presidente Betancourt así lo informó en alocución por cadena
nacional de radio, en el mismo momento en que tomó conocimiento de las
irregularidades del laudo.
Es
muy triste y preocupante que funcionarios de estado venezolanos, como aquel en 2004 y ahora más
reciente el actual, expresen opiniones (vinculantes en cuanto son funcionarios
de estado) o posiciones que traicionan la tradicional posición venezolana y nos
haga ir atrás en las conquistas jurídicas y diplomáticas, que hasta el presente
se habían logrado. Tales como, el reconocimiento de que el laudo no es cosa
juzgada y que Venezuela está en su legal y legítimo derecho de reclamar lo que
siempre ha sido suyo y que nunca fue ni será de Guyana. Que Guyana reconoce
este despojo y que se debe cumplir con el Acuerdo de Ginebra el cual está
vigente. NO es chauvinismo ni animo guerrerista luchar por lo que es de uno,
como tampoco lo es, reclamarle a un estado-nación que - con base en el pacta
sunt servanda que nos obliga a todos en la comunidad internacional - cumpla los
tratados debidamente suscritos y los cuales viola descarada y flagrantemente en
acciones inamistosas, bajo miradas complacientes de nuestros funcionaros, sea
por ignorancia supina o voluntad, demostrando muy débil sentido patriótico o
nacionalista.
Por
favor, convoquen al grupo de
venezolanos, militares y civiles expertos en la materia, a una conferencia
privada, en palacio, en la cual se le pueda presentar al gobierno la opinión
calificada de estos expertos. Me cupo el
honor de acompañarlos y de escribir el libro: “CRÒNICA DE UN VIAJE A NUESTRO
TERRITORIO ESEQUIBO”, el cual testimonia nuestro viaje de reafirmación, in
situ, de Soberanía, efectuado por 47
personas, en agosto 2013. Está a la orden en formato .pdf.
Eddy
Barrios
eddybarrios@gmail.com
@eddybarrios2
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Hoy dia los mineros Indigenas del Esequibo estan migrando hacia Venezuela debido a una prohibicion de pequeña mineria en Guyana. En Venezuela esta Prohibida... Pero permitida por las autoridades las cuales están propiciando una profunda agresión ambiental pues los indios de la zona trabajan donde les plazca sin respeto a Normas ambientales.Por otra parte desde hace tres meses hay un inusitado flujo de militares barasileros en el sector desde Sierra del Sol a Surucún , movilizan bongos con cargamentos NO identificados que se presumen sean armas o droga. Lo hacen en el mayor sigilo ,pero repito NO SON CONTROLADOS por el estado venezolano. En frente al aeropuerto de Santa Elena Se dan "clases " de religión en Portugues y amparados por la enseña brasilera. Se asientan en todo este lado de la frontera SIN OPOSICION ni control.
ResponderEliminarLas GNB oyen nuestras quejas pero NO ACTÚAN. Hay gran desidia pues solo se ocupan en Matraquear a los mineros que movilizan combustible ante sus ojos.
Urge una POLITICA de estado con soporte de alto gobierno que pienso no será este actual.