Venezuela retrocedió en materia de participación y autonomía
organizativa. Con la llegada del actual régimen resurgió y cobró fuerza el
caudillismo y el presidencialismo, que combinados con el abuso y la excesiva
concentración de poder en manos de una cúpula corrupta y la imposición de un
sinfín de formas organizativas obedientes, causan asfixia en la vida ciudadana.
Ninguna sociedad evoluciona por los antojos de alguien, se trata
de esfuerzos sostenidos y sistemáticos que la gente va desarrollando para darse
la forma organizativa más útil a sus intereses, no de quienes detentan el
poder. Esa es la razón por la que el régimen ha fracasado con todos sus
aparatos de control, tal como sucederá con el mal llamado Estado comunal. Se
llegó a pensar que las incongruencias semánticas y de conceptos, promovidas
desde el poder, eran por ignorancia. Pero no es así, ellos tienen claro lo que
quieren, lo imponen así tengan que valerse de la mentira y la manipulación. Se
dice esto por cuanto las palabras “Estado comunal” son incongruentes o
antagónicas, es como estar con Dios y con el diablo. Históricamente el Estado
es una cosa y la comunidad otra. En la Italia fascista, Benito Mussolini
corporativizó la sociedad al Estado a la fuerza y fracasó.
La experiencia soviética nos explica cómo lograron pervertir los
conceptos, al punto que hoy se usan normalmente los términos “gobiernos
comunistas” o “Estados comunistas”, pero conceptualmente, jamás un gobierno o
un Estado son comunistas, pudiera ocurrir que los miembros del poder ejecutivo
en un país sean comunistas, pero la institución no puede ser catalogada como
tal. Explico; el surgimiento del comunismo lleva implícito la extinción del
Estado y por consiguiente del gobierno, por ello ningún país ha llegado al
comunismo. Carlos Marx y Federico Engels en sus tesis se refirieron a la
sociedad comunista, que sí es coherente, como también lo sería organizar el
territorio en comunas, pero decir Estado comunal es impropio.
La sociedad creo el Estado para normar sus relaciones, pero el
aparato Estatal pasó a dominarla. Una verdadera revolución apuntaría a la
extinción del Estado. Veamos algunas opiniones de Marx sobre la Comuna de Paris
(1871); la comuna es el primer intento de la revolución proletaria de destruir
la máquina del Estado burgués, y la forma política, “descubierta, al fin",
que puede y debe sustituir a lo destruido. "...No se trataba de destruir
la unidad de la nación, sino por el contrario, de organizarla mediante un
régimen comunal. La unidad de la nación debía convertirse en una realidad
mediante la destrucción de aquel Poder del Estado que pretendía ser la
encarnación de esta unidad, pero quería ser independiente de la nación y estar
situado por encima de ella. De hecho, este Poder del Estado no era más que una
excrecencia parasitaria en el cuerpo de la nación..."
El actual poder se asienta sobre el Estado democrático burgués,
pero pretenden sustituirlo por el Estado comunal. Nada más falso. Preguntémosle
a Maduro o a su gabinete, si están dispuestos a renunciar, pues la respuesta
sería un no rotundo. Un régimen que actúa contra la organización autónoma de
las comunidades, sólo usaría el “Estado comunal” como mampara para imponer un
poder monárquico, a través del servilismo comunal.
Golfredo Davila
golfredodavila@yahoo.es
@golfredodavila
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