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LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

martes, 9 de septiembre de 2014

EDDY BARRIOS, PADRE NUESTRO

Cuando se ingresa a una religión (algunas por iniciación, bautizo y comunión) uno se adhiere a las verdades de fe de tal religión. Son dogmas que no admiten ni necesitan de comprobación científica. Entre estas verdades de fe que se aceptan por creencia está la oración que el mismo Jesús nos enseñara. No es cualquier cosa. De paso, desde bien niño se aprende a no blasfemar, a no usar el nombre de Dios en vano, so pena de cometer herejía y sacrilegio.


La religión es un acto de fe, una decisión que - en el caso de la católica - se confirma en el sacramento, precisamente, de la confirmación y con la primera comunión; la cual es un acto voluntario donde no se trata de bebés sin albedrío, sino de personas con uso de razón.
Pasan los años y la grey se reúne para la eucaristía y quienes se sienten libres de pecado y están preparados porque se confesaron, participan voluntariamente de la comunión y rezan el Padre Nuestro y el credo. Estas son verdades esenciales de la fe.
Una persona que no comparta una determinada religión no está obligada a seguir los dogmas de la misma ni a observar las disposiciones ritualistas de la misma; pero, todos debemos respetar y tolerar esas creencias, mientras éstas no violen la constitución ni las leyes de la república, mientras no ofendan ni alteren el orden, ni afecten los derechos humanos fundamentales conquistas de la humanidad, o de la sociedad universal.
Por estas razones, no estoy de acuerdo con el parafraseo del padre nuestro. Me parece un plagio y una necedad de muy mal gusto, ofensiva e hiriente a una gran mayoría de creyentes católicos y evangélicos y es deber de los obispos defender las verdades de su fe. Entonces ¿Para qué estarían si permitieran eso?
Quienes inventan y promueven este aberrante padre nuestro, se salvan, porque en otras religiones matarían a quienes osaran hacer eso. Por fortuna, el cristianismo y el catolicismo son religiones de paz, amor y perdón, doctrina fundamental por la que Jesús se inmolara en la cruz por nuestra salvación. NO TEMAIS nos dijo y nos lo recordó Juan Pablo II en su visita pastoral a nuestro país.
Eddy Barrios
eddybarrios@gmail.com
@eddybarrios2

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