Argentina está metida en un berenjenal interno y externo,
ambos interrelacionados y graves. Salir de esto que nos está pasando es
complicado, esperemos que sea posible,
aunque parece difícil.
Y lo que nos pasa es un 40% de inflación; un dólar “blue” sin techo;
otra devaluación en el horizonte; la energía del país, colapsada. Y hablamos de
un país con petróleo para algo más que autoabastecerse y una enorme riqueza en
gas. Pero importamos energía a precios astronómicos. En US$.
Cepo cambiario. Nos pasa una corrupción en todos los
estratos. Corrupción abierta, descarada, obscena. Del otro lado de la balanza,
escuelas abandonadas a su suerte, que nunca
es buena y chicos con hambre. Nos pasa un desempleo que en el primer
semestre ya incluye a 190.000 personas. ¿A cuántos llegará a fin de año? Los
desastres se aceleran en la bajada.
Fábricas y empresas de cualquier tamaño y pymes,
cierran diariamente. Los carteles de “Se Vende” y “Se Alquila” se multiplican
en todo el país. Sin que nada se venda, ni se alquile. Los impuestos suben. Los
insumos empiezan a faltar. La gente que todavía puede, compra lo
imprescindible. No hay repuestos de casi nada, ya que casi todo tiene
componentes importados.
Importación ha pasado a ser una mala palabra, hay que
pagarla en dólares, y de eso, no hay. Hay y miles de millones de US$ argentinos
en el exterior. El “afuera” inspira más confianza que el “adentro”. Y no es que
los argentinos sean cipayos vende patria, son personas reiteradamente estafadas
por su país. Y ahora, además, por la
inseguridad y el narcotráfico.
Un país cuyo gobierno cambia las reglas de juego y
desconcierta. Un país cuyo ministro de economía dice que “la seguridad jurídica
es un concepto horrible”. Y horribles son las consecuencias de un país sin
seguridad jurídica. Un país que elige un lugar en el mundo para dirimir
posibles conflictos surgidos del default 2001/canje 2005/ reapertura de canje
2010. Un país que dejó fuera durante años el 7% de los bonistas que no
aceptaron los canjes. Los olvidó. Los holdouts no olvidaron.
El lugar es Nueva York, el juzgado el de Thomas
Griesa. Muy paciente con Argentina. Por fin falló de acuerdo a derecho, se
apeló, le dieron la razón a Griesa. Se apeló a la Corte de EEUU, se lavó las
manos. El fallo de Griesa quedó en pie.
Lo rechazamos. Queremos, pero no podemos pagarle a los
holdin. Default. Proponemos cambiar el lugar de pago unilateralmente. Griesa
espera que el congreso apruebe la ley de Cristina/Kicillof, y nos desacata.
Lo inverosímil es que en las encuestas de imagen,
Cristina sube al grito falaz de “buitres o patria”. ¿En qué piensan, cómo
piensan los argentinos que apoyan el desacato al fallo de un juez, de un fuero
libremente elegido por Argentina? ¿Creen realmente que es heroico desobedecer
leyes, que nos gusten o no han sido nuestra elección? ¿Les parece bien no pagar
deudas?
El gran argumento es decir que los holdout compraron
nuestros bonos en US$ 48 millones (¿por qué no los compró el estado argentino?)
y en 12 años ganan el 1600%. Es un negoción y duele pagarles. Pero más duele
pensar que la familia de la presidente en esos mismos 12 años y desde el
gobierno, aumentó su patrimonio en un 1.500 %. En este caso, por ser más
autóctonos y folclóricos, ¿serán chimangos? ¿”Chimangos nac & pop si, buitres no?”
Hay que sumarle una ley antiterrorismo que aterrorizó
a los mismos que la solicitaron, el GAFI, porque atenta contra “los DDHH y las
libertades fundamentales”, y se la quisieron aplicar a una imprenta (EEUU) que
quiebró. Por cadena nacional Cristina lo anunció. En un momento de cordura esto
se dio de baja y se habló de una confusión. No se aclaró si la confundida fue
la presidente o los que la escuchamos. Como todo en Argentina, muy confuso.
Y más. La nueva ley de abastecimiento rechazada por
todas las entidades que producen algo, terminaría de separarnos del mundo. De
aprobarse, y es probable ya que el gobierno tiene mayoría en ambas cámaras,
Argentina entraría velozmente en el siglo XIX. Viviremos con lo nuestro y
moriremos con lo puesto. Que será poco, pero totalmente “made in Argentina” y
con productos escasos, pero argentinos.
Nos despediremos de la tecnología, que todos los días
avanza; de los descubrimientos médicos, de todo aquello que hace la vida más
fácil. La *OMC acaba de fallar contra Argentina (¿conspiración con Griesa?)
porque 43 países, entre ellos la Unión Europea, EEUU, Japón, Australia y otros,
denunciaron que desde febrero 2012 nuestro país violó normas aduaneras y dejó
de ser transparente. ¡Bingo!
Y la pregunta sigue sin respuestas a la vista: dejar
una nación que puede volver a ser lo que fue, una gran nación con oportunidades
para todos, ¿está siendo destruida siguiendo un proyecto deliberado? ¿Es una
venganza de “los maravillosos muchachos idealistas” que perdieron la guerra
armada, aunque la ganaron en los medios,
pero no perdonan la derrota?
O la destrucción del país a manos de la dupla Cristina
/Kicillof, con ayudas previas de varios iluminados, Zanini, Moreno, La Cámpora,
Mamá Hebe y otros, ¿se debe a una monumental ineptitud para ocupar los cargos
que ocupan, o tener la influencia que ejercen? Porque eso de la “idoneidad” que
exige la Constitución Nacional les es desconocida: la CN y la idoneidad.
O sólo es una gran estupidez, sembrada y regada desde
el 4/6/1943, hija de reiterados lavados de cabeza y de una ceguera voluntaria
para no ver lo que ocurre, sin ir demasiado lejos, en nuestros países vecinos.
Y no importa si son de derecha o de izquierda, eso ya pasó, es viejo, no se
usa; importan las ideas, no las ideologías. Importa integrar la Argentina al
mundo desarrollado y tener un pueblo educado, sano y feliz.
Respuesta: el accionar del gobierno es deliberado,
inepto y estúpido.
Malu Kikuchi
maluki@fibertel.com.ar
@malukikuchi
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