Para
ser sincero, le confieso que no sé cómo abrir esta misiva: con el encabezamiento
civil “Estimado señor Cabello” o “Distinguido capitán Cabello”
o “Eminente señor presidente”.
Como
no soy sino un conciudadano de los millones que hay en nuestro país, opto por
la civilidad:
Estimado
señor Cabello:
Me
voy a referir a unas declaraciones suyas que leí en la prensa nacional del día
jueves, bajo el título “Cabello pide que militancia se sincere”.
Usted
empieza diciendo: “No hay uno más crítico que nosotros mismos, el presidente Chávez
era el primer crítico pero comenzaba criticándose él primero”.
Añadió:
“Nosotros todos los días criticamos y tratamos de buscar ser por
lo menos un poquito mejores para parecernos a Chávez”.
Inmediatamente
después usted señala: “Como triunfos propios las críticas que se hacen del
chavismo al chavismo” y que nosotros que tenemos diferencias fundamentales con
el “proyecto en marcha” estamos locos
por asesinar al compañero Nicolás Maduro. Continúa usted: “La revolución
trabaja como una tormenta de ideas para hacer y construir patria. En cambio, la
derecha (o sea nosotros) ni siquiera siente amor por el pueblo, ellos solo
reciben órdenes desde Estados Unidos y obedecen como unos lacayos”.
Como
yo y más o menos la mitad de mis conciudadanos somos críticos de la
“revolución” y del “socialismo” y usted y sus compinches nos tildan
permanentemente con los epítetos más groseros, estoy acostumbrado a escuchar
los insultos cotidianos que ustedes nos dedican desde los innumerables medios
de comunicación que siguen acumulando en su afán de establecer definitivamente
la “hegemonía comunicacional”.
Pero
yo he decidido no calarme más ese tratamiento denigrante.
Usted
es ciudadano como yo, pero el hecho de pertenecer a una de las corrientes del
pensamiento político venezolano no le da el derecho de despreciarme (y a
millones más) en nuestra condición ciudadana y
humana.
Los
que somos partidarios de la Alternativa Democrática defendemos la civilidad.
Hasta donde yo puedo recordar, cuando hemos criticado políticas y anuncios del
gobierno y de su partido obediente, nunca hemos utilizado el ataque civilista y
ad personam. Mi militancia antitotalitaria es tan antigua que encuentro sus
raíces en los últimos años de mi bachillerato y ciertamente durante mis tiempos
de estudiante universitario.
Ello
se explica porque pertenezco a la generación que empezó a indagar acerca de los
orígenes del nazismo en el pueblo alemán.
Estudiamos
y peleamos con todas nuestras fuerzas para aclarar la historia de nuestro
pueblo y hacer públicos todos los resultados de nuestros estudios y discusiones,
incluso los que surgieron de las conversaciones con las generaciones anteriores
a nosotros.
Uno
de los peores instrumentos comunicacionales que la dirigencia del PSUV, el
gobierno y sus demás instituciones, incluyendo a los militares, es la reiterada
invención de que nosotros estemos implicados no solamente en promover un golpe
de Estado sino hasta el magnicidio del presidente de la República.
De
todas las denuncias que se han hecho en los tres lustros de su permanencia en
el poder cuasi absoluto no existe ni una sola prueba comprobable ni mucho menos
testigos reales.
En
una lamentable cadena hace como dos semanas el psiquiatra-alcalde Jorge
Rodríguez acusó con nombre y apellido a conciudadanos venezolanos de larga y
limpia actividad política. En los
días
siguientes tanto María Corina Machado como Pedro Mario Burelli,
Diego
Arria, Gustavo Tarre Briceño y últimamente hasta Henrique Salas Romer
presentaron suficientes pruebas de que la acusación de Rodríguez no se basaba
en ninguna investigación, sino que surgieron de una interpretación gratuita y
fantasiosa de unos cuantos correos que el Sebin había copiado o tal vez
inventado.
Pero
ustedes han presentado estas suspicacias como si todo lo que
afirmaron
fuese comprobado. Y como ustedes han hecho del Poder
Legislativo
y del Poder Judicial brazos del Poder Ejecutivo, para no
hablar
del Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo, nunca se han
realizado
investigaciones serias en torno a sus denuncias.
Hay
una denuncia adicional que es la de tildarnos de lacayos de los
servicios
secretos del imperio. Es otra forma de ofender a los ciudadanos en su dignidad.
Hasta donde yo recuerde la única denuncia que nosotros hemos sostenidamente
mantenido es la subordinación de muchas parcelas de nuestro sistema político,
incluyendo las Fuerzas Armadas, a los mandatos de Cuba.
Es
difícil de creer que ustedes hayan aceptado esa sumisión a lo que manden los
hermanos Castro si uno de los objetivos más reiterados por el comandante eterno
fue la soberanía de la República y del pueblo.
Para
que usted pueda divertirse me permito citarle un pensamiento-afirmación de la
filósofa alemana Hannah Arendt: “Es decisivo que un gobierno totalitario sea
diferente de dictaduras y tiranías. La habilidad de distinguir entre lo primero
y lo segundo es,de ninguna manera, un tópico académico que podría ser con seguridad dejado para los
‘teóricos’, pues la dominación totalitaria es la única forma de gobierno con la
que la coexistencia no es posible.”
El
manejo de los asuntos públicos y políticos por parte del “comando político de la
revolución” es una vez más una comprobación empírica de lo expresado en esta
frase.
Le
escribo esta carta porque estoy profundamente convencido de que el restablecimiento
de la democracia implica adecentar las formas y los métodos de comunicarnos
como ciudadanos que ustedes han denigrado.
Esta
es una tarea en la que debemos estar permanentemente tanto la
Alternativa
Democrática como los que están en el poder.
A
lo mejor peco de ingenuo, pero es mi profunda convicción de que uno de los
modos de convivir implica que podamos decirnos la verdad.
Heinz Sonntag
sonntagheinz@gmail.com
@heinzsonntag
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.