Era finales de Septiembre del año 1995,
después de mucho trabajo y planificación, me preparaba para realizar mi primer
viaje al exterior.
Obviamente, al igual que un gran porcentaje de la población
venezolana, el destino elegido era lo más próximo posible a Mickey Mouse.
Que fantástico acontecimiento, era un país en
el cual CADIVI se llamaba RECADI, aunque con la gran diferencia de que el
barril de petróleo costaba 16$ el barril, mientras ahora ronda los 100$ (de
paso en 1995 se producía 2.14 millones de barriles por día mientras que hoy,
“según” se producen 3.18 millones). Saquen cuenta puej!
En fin, mi llegada al imperio fue
impresionante. Del aeropuerto saldría en
Monorriel al “centro” del aeropuerto, mientras que en Maiquetía un autobús me
llevó al avión… alquilé mi primer auto,
un fantástico último modelo Chevrolet
Sunfire… el mismo que años después llegaría a Venezuela como
"Cavalier".
Maravillas de vías, ni un solo hueco y menos
un perro muerto en medio de la autopista. Estaba totalmente perdido para
conseguir la Turnpike para llegar a Orlando, ni una montañita que me señalara
el Norte, cuanta falta me hacía El Ávila. Queeeee caaaarrooooos, que camioooneees… el país
parecía un escenario gigante.
Ya al llegar al “Resort” me sentía parte del
elenco de Miami Vice…
La habitación estaba más equipada que mi casa
y llegué emocionado al enorme TV con cable (lejos estaba en ese momento el
cable de mi vida cotidiana). Enciendo el TV y todo en inglés. Para la fecha,
aun los latinos no habían subido tan al norte del Soleado Estado de Florida.
Que falta me hacían los Subtítulos. Debo
reconocer que al principio cuando la gente me hablaba, inmediatamente les veía
el pecho esperando a que aparecieran las dichosas letritas con la traducción
correspondiente.
Había entrado a vivir una película sin
Subtítulos, definitivamente no iba a ser fácil.
Mucho tiempo ha pasado desde esa experiencia,
mi ingles mejoró mucho y los Subtítulos se hicieron parte de la cotidianeidad,
especialmente con la llegada de la TV por cable, del satélite y el chavismo…
Y con este último comenzamos a vivir una
especie de discurso Presidencial “Subtitulado”.
Personajes como Jorge Olavarría, Luis
Miquilena y Jose Vicente Rangel, se convirtieron en los traductores del mensaje
presidencial más o menos el Subtítulo del presidente, pero en diferido. Cada
día se hacía más frecuente la sentencia “Lo que quiso decir fue...”
Tarde fue para los dos primeros, el darse
cuenta de que lo que quiso decir era exactamente lo que había dicho.
En casi 14 años el Subtítulo Presidencial se convirtió en obligación del
funcionario con la experticia correspondiente, en el campo aludido. Cada día el
presidente hablaba más y se traducía más.
Aunque el creador del “Discurso Subtitulado” no se encuentra entre nosotros, a pesar de que algunos siguen pegados, cual parásitos, a su imagen por falta de una propia. El Subtítulo se ha convertido en el estilo, el cual mejor describe a la “guabinosa” declaración oficial, en las relaciones internas, así como externas y “Dialogales, dialogantes o dialogables”.
De igual forma, la ineptitud o incapacidad de
los funcionarios a la hora de ejercer cargos ganados por dedocracia, hace cada
día más común, el eterno comentario de “Tomaron mis declaraciones fuera de
contexto” acompañada por la aclaratoria de otro funcionario encargado del
Subtítulo
Después de 15 años, el Subtítulo se ha
convertido en parte fundamental de la mentira que vivimos, del vicioso sistema
al cual nos estamos acostumbrando a paso de vencedores. Cada día es más
frecuente decir y escuchar a nuestros padres, hermanos, familia, jefes,
empleados, etc. La célebre frase “NO, lo que quise decir fue…” (A falta de
quien nos Subtitule)
En días pasados se llevó a cabo la
presentación de Leopoldo López (@leopoldolopez), a fin de determinar si
procedía la causa en su contra, por pruebas fueron presentados videos de sus
discursos y su cuenta de twitter. La decisión, nada sorprendente, fue que debía
quedar detenido, debido a la “firmeza” de las pruebas en su contra.
Leopoldo López, ni siquiera ha quedado detenido por lo que dijo o lo que escribió, sino por lo que “Quiso escribir”, por el “Mensaje subliminal” de sus discursos y escritos. A Leopoldo López le han aplicado el Subtitulado gubernamental.
¿Ahora quien sigue? El siguiente puedo ser
Yo, puedes ser Tú…
Venezolano, venezolana, ha quedado demostrado
que tus hechos o palabras no son lo que tú crees, son lo que ellos quieran
creer.
¡Nuestra lucha no es por ideas, nuestra lucha
es por hechos, realidades y carencias!
¡Y la mayor carencia de la que estamos padeciendo es la CARENCIA DE VERDAD Y LA VERDAD NO NECESITA DE SUBTÍTULOS NI TRADUCCIONES!
Podrás decirme mil veces que tengo comida
suficiente, pero la verdad es que tengo hambre…
¡Y no hay Subtitulo que me convenza de lo
contrario!
¡VENEZUELA DESPIERTA! ¡NO DEJES QUE
SUBTITULEN TU VIDA Y MENOS QUE LA TRADUCCIÓN SEA HECHA EN CUBA!
P.D. Ayer 10/06/2014, le pasé a mi editora,
léase esposa, para que hiciera las correcciones pertinentes a mi artículo, cosa
que habitualmente hace en nuestro viaje de regreso a casa, sin embargo, un comentario en twitter nos distrajo y ocupó
todo el viaje, razón por la cual la normal discusión de mis ideas quedó
pospuesta.
La noche de ayer, mientras nos preparábamos
para dormir, leo en twitter la salida de Luis Chataing de su espacio habitual
en la televisora nacional TELEVEN, debido a “presiones gubernamentales”.
Debo reconocer que Luis debe ser un grave
problema, en el contexto de este artículo, ya que el humor, en especial cuando
es inteligente, debe de ser muy difícil de “Traducir”, en especial para estos
gorilas incapaces de ideas coherentes.
Hoy en la mañana, mientras conduzco a la
oficina y fotografío al vendedor de jugo de naranja natural, en medio de la
autopista, escucho el que debe ser el programa con más rating que haya
conducido el conocido profesional.
En sus palabras cargadas de sentimiento,
claridad, valentía y mucho profesionalismo, se escuchan las verdades incómodas
que una gran parte de nuestro pueblo no quiere escuchar, pero que en este
momento, esa necesidad morbosa típica del ser humano, nos impide evitar
escucharlas.
En sus palabras, se siente el homicidio
diario a los sueños, a las ideas, a las libertades, al derecho al trabajo
propio y de todos los venezolanos que hacen posible la producción de su
programa. Entre sus contundentes y entrecortadas palabras, porque así es la
verdad, contundente, una canción, Alejandro Sanz nos dice que “no es lo mismo
ser que estar, no es lo mismo estar que quedarse, ¡qué va!” “que sepas que hay
gente que trata de confundirnos pero tenemos corazón que no es igual, lo
sentimos… es distinto” y termina sentenciando “vale… que a lo mejor me lo
merezco bueno… pero mi voz no te la vendo puerta… y lo que opinen de nosotros…
léeme los labios, yo no estoy en venta…”
Lo siento Luis, lo siento por ti, por tu equipo, por tu familia, por Ximena, Ximenita y Luis Ignacio, pero más lo siento de los millones de venezolanos que permanecen rodilla en tierra, atrapados por la indiferencia, incapaces de volverse a levantar. Tú estas hecho para volar alto, porque si algo tienes intacto es la capacidad de soñar en la guarimba de tu corazón y más temprano que tarde estarás a la altura de tus sueños… como siempre.
Es sencillito, si hay algo que no puede ser
Subtitulado son los sueños…
Y espero me perdonen por el más grande Post
Data que he hecho!
Ahora si…
¡Dios les bendiga!
Reinaldo
Poleo
rpoleo@gmail.com
@rpoleo
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