“Está bien celebrar el éxito, pero es más importante prestar atención a las lecciones del Fracaso” Bill Gates (1.955 - ). Empresario y filántropo estadounidense y cofundador de Microsoft.
El
gobierno en su empeño, de intentar desviar la atención de los verdaderos
problemas de la gente, se empeña en montar ollas mediáticas. Inventan un Alto
Mando Político de la Revolución y colocan como vocero a un siquiatra, que por
lo que dice y la forma como lo dice, pareciera estar listo para ser paciente de
un auténtico siquiatra. En su primera aparición denuncia un supuesto magnicidio
con golpe de estado. Las pruebas: unos supuestos correos electrónicos. Luego
una conjura mediática tumba gobierno y, ni por asomo, aborda los verdaderos y
graves problemas del país, que son los que de verdad, golpean la estabilidad
del gobierno. No quieren ver la realidad.
El magnicidio con golpe de estado, sin militares, sin armas, sin francotiradores, pero electrónico o cibernético, ahora está complementado con una conjura mediática. Olvida el siquiatra, vocero del Alto Mando Político de la Revolución, que el verdadero golpe contra los dineros del pueblo, lo dieron en CADIVI. En ese pozo de corrupción, se rasparon 25 mil millones de dólares con empresas fantasmas y dónde se han conjurado las instituciones del estado, para cubrir el robo, con un manto de impunidad. Un golpe revolucionario.
Otro
golpe cruento y continuado, es el que mantiene, el sistema eléctrico nacional
contra el pueblo. Los apagones están a la orden del día. En CADAFE no hablan de
racionamiento eléctrico, revolucionariamente lo llaman restricción del
servicio, pero los resultados son los mismos. Fallas del servicio,
electrodomésticos inutilizados y daños
irreparables a lo que queda en pie del aparato productivo nacional. En materia
de gas doméstico el golpe no puede ser más cruel. En la ciudad de Anaco, para
botón de muestra, ubicado en el corazón gasífero del país, obtener una bombona
de gas doméstico, cuesta Dios y su ayuda. Un éxito revolucionario.
Los
golpes contra el pueblo, no son conjuras mediáticas, son realidades
horripilantes. No hay seguridad ciudadana y la mortandad diezma la población.
No hay sitio seguro. La calle es del hampa. El desabastecimiento, la
devaluación, la inflación, la especulación, el mercado negro y la falta de
gobierno, tienen la ciudadanía en permanentes y humillantes colas. La pobreza
crece a paso de vencedores. La angustia y la crispación de la gente son
inocultables. Estamos montados sobre un
volcán social en ebullición a punto de estallar. No nos llamemos a engaño. La
realidad supera la imaginación.
El
peor magnicidio con golpe de estado y donde la conjura es criminal, la vive el
venezolano en el sector salud. Mueren niños en hospitales sépticos y sin
medicamentos, lo mismo sucede con adultos y personas de la tercera edad. El
sistema de salud está en terapia intensiva y todos estos magnicidios con golpes
de estado suceden en un país, que ha recibido los ingresos más fabulosos de la
historia, pero se han conjurado revolucionariamente, para saquearlo y
arruinarlo. Esa es la verdadera conjura contra el pueblo y todo en nombre de
una revolución corrupta, saqueadora y hambreadora. Hay que prestar atención y
aprender de este estrepitoso fracaso. Lo que está a la vista no necesita
anteojos.
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