El objetivo es desmontar la oposición, no solo contra los radicales, sino contra todos
"DEARB.OBA",
CASABLANCA, MARRUECOS
Quería
decirle que hemos avanzado en el plan de arrancar el fruto aquél, que ni es
verde ni es podrido, sino que está en el mero medio. Hemos hablado con la gente
del State, usted sabe, donde están Roberta, Rogelia y Rosita, para aquello de
los maletines llenos de lechugas (lettuce-$-in English) que necesitamos para
comprar lo de pum-pum-pum y si no, entonces lo de bang-bang-bang. Big Plantain*
ha descubierto la trama. Sabe que aunque Putin no está metido, el hijo de Putin
sí. Se sospecha que nuestro amigo de París, el Jorobado que pernocta en Notre
Dame, nos ha traicionado, por eso agarraron los emails que habíamos enviado por
Ipostel. Ya le escribí al inspector Clouseau quien ha dicho con claridad que
"hay tiempos de reír y tiempos de no reír, y que este tiempo no es ninguno
de los dos". Little Bean** ya estableció los contactos para que cuando
GodgivenHair*** intente sustituir a Bullchicken****, sea trasladado al Comando
exactamente opuesto al del Norte, en el DroneNumberOne, para que ustedes hagan
lo de siempre, llevarlo a pasear a Disneyworld.
Su
permanente servidora de usted,
María,
la del Barrio.
Traducciones
del equipo de Inteligencia: *Platanote, **Frijolito, ***Diosdado Cabello,
****Toripollo"
PERO
ES TRÁGICO.
La
guasa alrededor de los correos magnicidas ha sido universal. Salvo individuos
que han visto la oportunidad de pasarle factura a María C. Machado y a otros,
las fuerzas democráticas en sus variadas formas de expresión, así como
chavistas con cierto sentido del ridículo, han desestimado el quincuagésimo capítulo
del "Magnicidio según San Nicolás".
El
tema es serio, sin embargo. El objetivo del régimen es desmontar la oposición.
No es solo en contra de los "radicales" sino en contra de todos,
porque sabe que las diferencias que ha habido y hay, poco a poco, bajo el
estímulo de las luchas y de la presión unitaria, así como de la comprensión del
momento, van en una dinámica de superación. Ya muchos han sido sacados del
juego y están presos o exiliados, enjuiciados o perseguidos, pero en la etapa
reciente la dinámica avanza de modo selectivo: Leopoldo López, luego María
Corina, Antonio Ledezma ya amenazado, e intentos de ilegalización de Voluntad
Popular. Pero la ruta represiva no se acabará allí si se la deja pasar; si
logran el objetivo en contra de estos dirigentes, irán detrás de los demás,
incluidos los más moderados. Dividir la oposición y comérsela a pedacitos es
recomendación del libro primario del poder. El poder dictatorial apelará a
cualquier instrumento legal o ilegal, pacífico o violento, para lograrlo. Por
cierto, resulta deplorable por parte de algunos políticos pedir, asépticamente,
"que se investigue" la olla de Maduro, lo que es admitir que pudiera
ser verdad la obvia y fétida artimaña ¡contra toda la oposición!
1ª
RAZÓN: LAS ELECCIONES.
Las
victorias democráticas en San Cristóbal y San Diego podrían ser vistas desde
una perspectiva polémica en la oposición: ¿calle o elecciones? No por azar la
divergencia entre los caminos exclusivamente electoral o exclusivamente de
protesta callejera ha estado presente en los años recientes, con argumentos que
han ido y venido. Sin embargo, como en un pequeño pero extraordinario
laboratorio social se ha visto que las luchas ciudadanas en la calle y las
elecciones pueden potenciarse mutuamente, si se cuenta con una dirección
decidida y una estrategia adecuada. Esas ciudades se han distinguido por el
vigor de la protesta; sus alcaldes se negaron a formar parte de la comparsa
represiva en contra de los jóvenes y como represalia el gobierno los encarceló;
la protesta siguió y, en ese marco, tuvieron lugar elecciones para sustituirlos
y las candidatas ganaron con más votos que los obtenidos por sus maridos en
diciembre. Allí ambas formas de lucha se combinaron y han dado los excelentes
resultados conocidos.
Esas
experiencias se han unido a la necesaria revisión y reflexión que dirigentes
opositores y analistas políticos llevan a cabo, por lo cual, salvo los que se
han comido el anzuelo del gobierno sobre la necesidad del "deslinde"
dentro de la oposición, se puede decir que se marcha hacia un proceso de
reunificación. El gobierno pretendió una especie de tente-allá con el diálogo.
No pudo cumplir ni siquiera lo acordado con los que asistieron porque Maduro no
tiene poder para decidir nada sustancial, que no sea reprimir.
2ª:
EL CONFLICTO INTERNO.
Chavistas
sigue habiendo como arroz, aunque ahora los más fervorosos sean bastante menos
y los partidarios de Maduro bastante pocos. Si se habla con ellos, sean de la
base militante, o dirigentes importantes, parlamentarios e, incluso, miembros
del poder ejecutivo o judicial, puede advertirse el tono entre lastimero e
indignado por el desempeño del heredero. Por supuesto, ningún chavista quiere
perder el poder, pero hay un fuerte debate sobre el hecho de que algunos
estiman que la continuidad de Maduro pone en riesgo la continuidad del chavismo
en el poder. Este sector, mayoritariamente de izquierda y con una tradición
histórica de aversión a la represión, considera que descansar sólo en los
militares, policías y "colectivos" para resolver la crisis política
no dará resultados; el sector militarista sí considera que hay que reprimir
fuertemente; pero con la contrariedad de niveles importantes de los mandos
militares porque "después los enjuiciados seremos nosotros". Los
cubanos son los más entusiastas represores. Chávez logró unificar a los civiles
y militares, la derecha y la izquierda, los honrados y los ladrones, ahora toda
esa mezcla se dispersó y Maduro no tiene capacidad para meterlos en el redil.
3ª:
INCREMENTO DE LA POBREZA.
Se
ha añadido el terrible impacto de las cifras sobre pobreza que el régimen no ha
podido ocultar. El incremento de pobreza muestra, como una cachetada, que buena
porción de los que supuestamente habían emergido (parcialmente) de las
penurias, han vuelto a ellas si es que alguna vez salieron; que no fueron las
sabias políticas del difunto sino algo más concreto y banal: precios del
petróleo y gasto público; ahora de efectos limitados por el despilfarro, la
ineficiencia y la corrupción.Ese batiburrillo, en el marco del colosal desastre
de las políticas económicas, ejerce una presión inmanejable para un débil
dirigente como Maduro y ahora más debilitado por efecto de su propio desempeño.
Vendrán nuevos inventos, meterán a más gente en magnicidios y conspiraciones,
pero la verdad verdadera es que un gobierno que parecía estar de llegada ahora
parece estar de salida.
Solidaridad sin ambigüedad a mis amigos María Corina,
Gustavo Tarre, Henrique Salas Römer, Diego Arria y Pedro Mario Burelli; a los
otros acusados no los conozco, pero igual supongo su inocencia.
Carlos
Blanco G.
@carlosblancog
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www.tiempodepalabra.com
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El "introito" en tono de humor, es tan bueno que parece escrito por Juan Mercader, virtuoso columnista de El Nacional, misteriosamente desparecido... El análisis como siempre impecable.
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