“¿Con quién vamos?”
“Es la pregunta ritual que se hace el pueblo
venezolano en los momentos dramáticos de su vida, en las situaciones
conflictivas y esquinosas, cada vez que recomienza su experiencia democrática,
como quien emprende una aventura. ¿Con quién vamos?, se preguntan también el
pueblo cada vez que un hombre de rostro asiático y silencioso se agazapa en el
bongo en actitud de acecho. Después, el moriche decapitado, la selva mutilada,
la cabria altanera y el hombre torturado arrojan su respuesta sombría”.
Hay que tener en cuenta, como expresa
Berstein. “Que los regimenes políticos no son simples construcciones abstractas
surgidas de la fértil mente de juristas, sino la traducción, en un momento dado
de la historia, del equilibrio de fuerzas entre los grupos que forman la
sociedad” y “no significa en modo alguno que el régimen político surja
directamente del estado económico y social, como han venido afirmando siempre
los marxistas, sino que se establece una situación de estrecha solidaridad
entre un conjunto de instituciones, el desarrollo económico de el país, sus
estructuras sociales, su cultura política, los valores que profesa la mayor
parte de la población, y demás., sin que
sea realmente posible discernir, entre estos distintos parámetros, la
existencia de un factor determinante generador de todos los demás”. (Véase
Berstein, Serge, Los regimenes políticos del siglo XX, Ariel, Madrid, 2023, p. 7)
Ubicando algunas pistas…
Una regla en la política está regida por una
replicada premisa: Una cosa es ambicionar hacer
y otra contar con los elementos de convicción y de poder para hacerlo
efectivamente.
Esto aplica
en reciente caso de Crimea. El
Primer Ministro británico habló en la Cámara de los Comunes expuso un
estremecido discurso justificando el porque a pesar de las sanciones acordadas
a Rusia seguirían comprándole gas. Es decir, una cosa es lo que se declara en
función de los ambiciones y otra son las duras realidades.
Si yo fuese parte de la oposición orgánica
intentaría repasar algunos elementos que ya se revelan, una de ellas es que a
partir de la violencia sin septentrión de algunos sectores, Nicolás Maduro
logró unificar a un grueso importante del chavismo que comenzaba a manifestar
notables diferenciaciones, hasta alcanzar hoy un nivel significativo de
aceptación y que podría permitirle salvar este difícil tramo.
Es decir, la
violencia voluntarista de fracciones de la oposición no solo no hizo retroceder
al Gobierno, sino que fraguó su lecho de rocas. Por otro lado, ese arrebato
solo logró su focalización en sectores y zonas (de la franja media y de muy
poca alta clase media), sin lograr comprometer a las comunidades populares al
contrario, lograr la desaprobación de su limitada acción insurreccional del
mismo pueblo opositor, hoy esa crítica de la violencia, es muy alta.
Es decir,
hay un grueso nada despreciable que siguiendo en el campo de la oposición no se
ve interpretada por la violencia, pero no logra distinguir quién puede
encabezarlos, sencillamente porque no ha visualizado de los dirigentes
antagonistas del régimen quién de manera categórica exprese su diferenciación
radical con el fanatismo. Es un hecho que Capriles ha señalado diferencias pero
con serpenteos, sin contundencia solo a nivel restringido entre su cuerpo de
íntimos, funcionarios y equipos de la Gobernación, lo que se divisa en el
debate, son sus incontables dubitaciones.
Desde el voluntarismo ultraderechista igual lo observan impreciso, hasta el punto que en una reunión dónde él ocuparía el rol central se le apareció el segundo en la estructura jerárquica de VP, para leer un mensaje de Leopoldo López, desde la cárcel de Ramo Verde, que. La impresión de muchos, es que Falcón se lanzó a conquistar ese nicho 30-40%, que aunque no es suficiente para ganarle al chavismo, es una cifra importante para un escenario electoral. Yo creo que esa visión y búsqueda es correcta, abre una opción que ayuda a desmontar tanto la fatiga del gobierno, como el tropel en la oposición.
Esa derecha, está bridada por los arreos de
la ultraderecha externa, por falta de
coraje, ha expuesto su insuficiencia y en política eso es letal. Derrotados
técnicamente en las guarimbas, han logrado otorgarle el supuesto don que todo
gobernante necesita para reforzarse, (por lo menos en el corto plazo), al
purgar en las fuerzas armadas los desafectos, como acaba de ocurrir, y como en
el pasado la izquierda se lo sirvió en bandeja de plata a Betancourt, ya la
derecha se lo había ofrendado a Chávez (léase 11 de abril). En esta oportunidad
lo refrendan con Maduro, lo que significa que fueron rendidos en la guarimba y
en el intento de alzamiento militar. De este último se puede decir que sólo se
puede asumir en propiedad un golpe de estado militar cuando los alzados tienen
en su haber por lo menos el 60% del
poder de fuego, lo que obliga al restante 40% a cerrarse a la voluntad mayoritaria
del ente armado. Eso sucedió cuando derrocaron a Gallegos y luego a Pérez
Jiménez. Mientras en el caso de Hugo Trejo, Castro León, Carúpano, Puerto
Cabello, Barcelona y La Guaira, solo existieron a título de sediciones, que son
revueltas pero no causan lo sustantivo, y al final fueron derrotas militares.
La única insurrección que fue un descalabro, pero que el cabecilla de los
rendidos la convirtió en victoria política, fue la del 4 de febrero de 1992.
Porque había abierta confabulación de los altos mandos en trama con la derecha
que se cobijada con la túnica solemne de
“Los Notables”.
Esa ultraderecha pretendió en este momento
creerse que podían hacer lo mismo que hizo Chávez. Los generales no dan golpes
victoriosos sino tienen el respaldo de la juventud militar, Capitanes y
Tenientes. Y estos descoloridos estrategas, que ensayaron alzarse no dedujeron
esto. Para complotar lo primero que debe hacer el conjurado es contactar a
gente que no funde sospecha y se mantenga en distancia suficiente de los
cuerpos de inteligencia del estado. Ellos pretendieron alzarse mientras en la
calle se insinuaba con fuerza el voluntarismo violento, el sabotaje a los
servicios públicos, y demás. Rocío debe tener algunas cualidades pero no
liderazgo en ese sector. Y esos inadvertidos “nuevos ungidos”, creyendo que el
gobierno es pendejo, ensayaron madrugarlos, demócratas no son pero tampoco tan
bolsas. Tres están presos, y otros, se comenta en las fuentes de inteligencia
que, negociaron la pérdida de sus carreras sin ir presos, dando todos los
detalles a cambio de percibir algunos estipendios que nunca están de mas.
Creo que Falcón, que tiene olfato que es
veguero, esta apuntando a ese grueso sector, aún manteniendo los compromisos
adquiridos con Capriles, ya salió al encuentro de interpretar a ese amplio
borde nada desdeñable, y expresar lo que Capriles no puede señalar
públicamente, porque está sometido al chantaje de los cortoplacistas. Para
algunos le dan lectura como un quite al aliado, pero si el pueblo le da
confianza, y el parece estar dispuesto a cumplir los lapsos, y muchas cosas
pueden y van a pasar, podría ser el gran favorecido en el corto término,
siempre y cuando franquee en el centro político a Capriles. Quien por lo
pronto, a lo interno de la oposición, no sale bien parado, pero no debemos
desdeñar para nada la ventaja estratégica del ex-candidato presidencial, es el
cuadro político que tiene la caja mas próspera, derivada del poderoso y muy
influyente lobbie judío internacional, que ningún otro dirigente, ni tiene ni
puede igualar en suma. Asistencias muy superiores a las que de manera conjunta
pudieran darle la derecha del norte, la española, la alemana y el inquisidor
uribismo a cualquier otro aspirante.
Y cierro con una cita Gallegos que es de
vibrante actualidad: por haberle dados a las mías esforzada ocupación en los
duelos y quebrantos de mi pueblo, por haber tratado de explorar la raíz enferma
de donde nos proviniera tanta hoja marchita en las ramas de la esperanza, por
haber explorado también los horizontes por donde pudiese aparecer anuncio de
tiempo mejor, fue por lo que me buscaron a mi mis compatriotas cuándo se
necesitó encabezar una buena empresa con un hombre que inspirase alguna
confianza. (Rendición de cuentas: (1949) Rómulo Gallegos una Posición en la
Vida, México, 1954, reimpreso I, Ediciones Centauro, 1977)...
“Es necesario que encontremos en el país el
equipo que nos inspire confianza”.
Pedro
R. Garcia M.
pgpgarcia5@gmail.com
@pgpgarcia5
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