PEDRO R. GARCÍA, LAS LIMITACIONES DEL LIDERAZGO POLÍTICO EN EL PAÍS, PUNTO DE QUIEBRE

Ubicando algunas pistas…

En versos elocuentes de su Rerum Natura (en el libro V, 195 a 234) Lucrecio acumula argumentos, frente a la premisa de que el diseño universal esta decorado en buena medida para nuestra complacencia.  Y Michel de Montaigne rechaza también vigorosamente esa pretensión: “¿Quién le ha hecho creer (al hombre) que este admirable movimiento de la bóveda celeste, la luz eterna de esas luminarias que giran tan por encima de su cabeza, los movimientos admirables y terribles del océano infinito, han sido establecidos y se prosiguen a través de tantas edades para su servicio y conveniencia? ¿ Se puede imaginar algo más ridículo que esta miserable y frágil criatura, quien, lejos de ser dueña de sí misma, se halla sometida a la injuria de todas las cosas, se llame a si misma dueña y emperatriz del mundo, cuando carece de poder para conocer la parte más ínfima y no digamos para gobernar el conjunto?”

Se interrogaba, el pensador Tzvetan Todorov ¿Cómo es posible que la media de la población sea más lucida que sus elites?  ¿No son después de todo más estúpidas y malvadas que el común de los mortales?

Fue avasallante la franqueza de Todorov para tratar el trastorno casi perceptivo que tuvo la ética en el siglo XX. En su perplejidad parece erectarse otra vez aquel lejano valor primario aldeano zurcido al calor de abrazos y palmadas, antes que las diversas ideologías lo hicieran solemne valor retórico de sus tramoyas. 

A propósito de la unidad

En una perspectiva histórica, en política sin lugar a dudas se han utilizado todos los procedimientos imaginables y en momento, que las pasiones en los debates se acrecientan en todos los países del mundo, en el nuestro los sectores políticos tradicionales no pueden cruzar el muro de localismo primario que defienden desde su intelecto chato, estratificaciones de naufragio, no les mueve cosa alguna sino lo que se halla al alcance de sus apetitos menores. El estimulo y el acto se encuentra en relación inmediata, basta un leve movimiento en el espíritu, un incentivo, un ligerísimo aliciente, se aloja en ellos el resabio histórico secular de la “ofrenda de las Bíblicas lentejas”, 

Hoy después de descalabro del 8-D, el pueblo los observa desconcertado les evoca los payasos que pintó George Henri Rouault: esos pobres bufones que al terminar su parte del acto en la soledad del carromato se quitan las máscaras y lentejuelas y regresan a la opacidad de lo cotidiano.

La unidad, no es sino una coartada para camuflarse los que no teniendo nada que ofrecer, porque sus conductas son antagónicas de la predica que se ha asentado en el país a favor del rescate urgente de valores rectos que deben acompañar la práctica política, encubiertos y rémora de un proceso próximo pasado donde se acentuó la descomposición de los últimos gobiernos, ya ni siquiera encubiertos en el actual, todo el mundo sabe que sus recursos provienen de trato ilegítimo, del cohecho de privilegios para la apropiación de dineros del Estado en una acción largamente bien tramada en alianza de subordinación servil a una elite ávida de poder y sus derivaciones más obsecuentes, un no simulado desprecio hacia el compromiso de una redistribución justa y equitativa de la renta petrolera, en atención de la histórica deuda con la mayoría de los sectores olvidados, prevalidos de ser aparente expresión democrática producto del voto, esgrimida con ventajismo, manipularon y forjaron un tinglado de códigos, que desviaron de su sentido el intento serio de significativos sectores de modernizar el país y en gavilla, con medios de comunicación, con plumarios tasados, diputados, ministros sin escrúpulos, jueces venales y empresarios reaccionarios, diseñadores de despropósitos que nos llevaron a tener un Estado abúlico, indiferente hacia las olvidadas mayorías del campo y la ciudad.

A pesar de la duda en los conductores de la oposición política las colectividades, o por lo menos un grueso numero de ellas aposto por una optimista y razonada, esperanza de la ineludible responsabilidad de articular en los Municipios, con el concurso de comunidad en general, opciones para presentarlas de frente al futuro inmediato en las Cámaras Municipales, encabezadas por ciudadanos que han sostenido una arriesgada ofensiva frente al régimen, en el innumero de confrontaciones pero a la burocrática (MUD) parece no interesarles el norte de las dificultades esenciales que asfixian al país, un numeroso grupo de venezolanos comprometidos hasta la medula con ese oprobioso pasado, asomaron desde sus agrietados rostros fiduciarios como los salvadores de los Municipios, y las arrinconadas comunidades antes y después, como si los venezolanos olvidasen que fueron articuladores y protagonistas de un sistema de obscenidades complicidades e ineficiencia que catapultó al copar el poder a quienes rigen al país, donde lo que destaca es su delirio imaginativo, su fraseología semi-infantil, forzados, androides del intelecto, transgresores, nulidades hidrogenas, amasijo fósil, donde entre otras cosas lo que destaca es la presunción fatua y la frivolidad. Ficcionán sus planes escondidos detrás de los tabiques de las oficinas de los nuevos sanedrines de la política venezolana, los dueños y gerentes de las, paginas Web y periódicos, y operadores de divisas en complejísima amalgama con la oligarquía financiera roja, quienes incesantemente siguen a la caza del hombre de paja. No hay unidad donde, además quienes se proclaman defensores a ultranza del hecho democrático, en sus grupos políticos existen relaciones y métodos tan antidemocráticos que el PSUV parece un virtuoso partido horizontal. (Léase la escogencia de los candidatos a concejales).

El mensaje de la unidad, llena los medios pero no sube las escaleras de los barrios, ni los cerros, la línea de esos grupos políticos, sujetos de la rutina, emanan de la dirección de un entramado markentizado, encerrados en tartamudeantes superficialidades, en limites estrechos, incapaces de la menor inducción que atraviese la línea de sus experiencias, de intuir una premisa en relación con la modernidad, en política ser sobrio es siempre difícil, tanto como no ser amanerado.

La posibilidad de articular propuestas en cada región y  en cada municipio, en cada Barrio, pasa por acordarse en un proyecto en el cual se sientan representados todos los venezolanos, la mayoría de los venezolanos; los estudiantes, las amas de casa, los trabajadores, los empresarios, los intelectuales, y esencialmente los habitantes de esos sectores populares que sea inclusivo.

Un proyecto con reglas claras, que denuncie a quienes buscan atajos y pliegues, sean de la parcela que sean. Un proyecto donde el compromiso no deje espacio para el chantaje de los que se asumen como puros e inmaculados o iluminados, “sea cual fuere su ubicación doctrinal. Un proyecto que salga al encuentro  de la gente. Sin temores ni ambigüedades, que haga el esfuerzo en cada localidad para ganarse la mayoría, que crea firmemente en sus postulados, que los defienda a cal y canto, que este convencido que tiene razón. Pero que entienda que en democracia eso no es suficiente.

La unidad planteada así por estos apagados y resistidos personajes, es un mito del que hay que demarcarse, se suponen que son la reserva decente de algo, no tienen nada que ofrecer salvo más sacrificio a las comunidades en defensa de privilegios perdidos.

No hay unidad posible donde vastos sectores, estudiantes, trabajadores, profesionales,  académicos y el grueso de las sectores populares piensan en lo mejor para el municipio, para barrio y otros, ya sacaban cuentas con los negocios que triangularían cuando “sus opciones ganen”.

No hay unidad posible: si los que la dirigen son los que a partir del 98 fueron refutados espiritual y éticamente derrotados, tienen agrietado el rostro ético y programático.  Tienen plomo en las dos alas.

Hay que quebrarle el espinazo  al largo e insostenible cinismo de las elites y de estos reductos grupales, pareciéramos condenados como Sísifo intentando avanzar una y otra vez. Lo que necesitamos, es una  planta baja con salón de clases, con cocina, dormitorios, sin miedo. Se necesita que cada localidad sea un hogar humano con cimientos de educación, salud, justicia y amor.

         “Hoy es de noche en Caracas, hace frío, y mañana algunos jóvenes ya no estarán”

pgpgarcia5@gmail.com  

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