2013
ha sido un año muy especial. Comenzó con la muerte de Chávez acompañado de una
irresponsabilidad informativa cercana a lo absurdo sobre su salud.
Siguieron
las forzadas elecciones para Presidente que, según los entendidos de todos los
calibres, violó a la Constitución por todas partes.
En
medio de grandes esperanzas, según el parcial CNE, Maduro ganó las elecciones
por muy pocos votos que a más de uno nos hizo recordar a Chávez cuando perdió
las elecciones para la reforma constitucional por, supuestamente, pocos votos y
la catalogara como una victoria de m……
Pero
lo cierto fue que a la carrera le pusieron la banda presidencial al Maduro.
Los
meses siguientes solo fueron la continuación de profundizar las cosas malas que
ya venían sucediendo, la inflación muy alta, las reservas en dólares menguadas,
escasez de muchos productos algunos tan divertidos como el papel tualé.
Su
popularidad bajaba y se requirieron muchas reuniones de sus asesores para ver
como le ayudaban. La cosa era urgente pues se acercaban unas elecciones
municipales en donde se podría ver el número de votos bajo otra perspectiva y
determinar quién tenía más seguidores en
el país, el gobierno o la oposición.
Con
el agua al cuello se inventó una repentina inspección de almacenes y comercios
en algunas regiones del país y se ordenó bajar los precios. Pues no tardó mucho
en formarse largas colas de personas comprando, algunas para ellos, otras para
otros y una gran mayoría para revenderlos al precio anterior. Pero la cosa
salió bien y Maduro y los rojos recuperaron algo su popularidad y salieron mejor de lo previsto en las
elecciones de alcaldes y concejales aunque perdieron muchas ciudades
importantes.
Termina
el año y los problemas siguen. Ya se anunció una devaluación disfrazada que va
eliminar Cadivi y el dólar a 6Bs para reemplazarlo por el Sicad que ya hace los
negocios de subastas alrededor de los 12 Bs. También se comenzó a hablar del
aumento de la gasolina y como dice el refrán “tanto nadar para morir en la
orilla” pues, las medidas de este régimen toma ahora copian a las de CAP II al
carbón.
En
2014 es poco probable que el régimen conserve simpatías pues todos anticipan un
año de terribles problemas económicos y con ellos políticos y sociales. Lo peor
es que no se utiliza talento fresco para salir del atolladero y se siguen
utilizando a los mulos cansados que en realidad nos trajeron a este desastre
descomunal.
Este
comunismo no puede con el país. Su única opción es obligarnos a irnos a otra Miami y gerenciar al estilo de los
fracasados Castro.
Pero
no nos vamos y cobramos. Feliz año Venezuela. Ya verán como vuelve la
democracia.
montoroe@yahoo.es
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