En las últimas semanas el tema de la corrupción y la promesa firme de
atacar el flagelo ha generado interés entre los venezolanos, toda vez que este
gobierno ha sido uno de los más corruptos de nuestra historia republicana;
hemos sido testigos del enriquecimiento descarado de algunos personeros y
allegados al gobierno; se ha creado una nueva clase social denominada boliburguesía;
el escándalo de los bolichicos ha sido tan sonoro que incluso el diputado
Freddy Bernal pidió una investigación; y está más que demostrado que no es
necesario poderes especiales para atacar la corrupción.
Como consecuencia de la corrupción galopante, complicidad, falta de
controles, impunidad, pillaje por parte de un sector que han detentado el poder
en estos 15 años, el país se encuentra en crisis en materias de salud,
infraestructura, educación, alimentación, sistema eléctrico y los que sufren
las consecuencias somos los venezolanos. Por ello, siempre hay que aplaudir las
iniciativas que en materia de lucha contra la corrupción se implementen en el
país, ya que este mal es como un virus que ataca a todos por igual sin importar
clase social, edad, ni color político.
Toda la energía y disposición que el gobierno tiene para atacar y
aniquilar la corrupción en Venezuela, debería hacerla a través de campañas
educativas que lleguen a todos los ciudadanos y no mediante la descalificación,
insultos y criminalización errática que pretenden con la reforma de algunas
leyes.
Está comprobado que las campañas educativas tienen un impacto positivo
en los ciudadanos y podrían en el corto plazo incidir positivamente para
rescatar valores como honestidad, respeto, transparencia, ética, los cuales se
han venido extinguiendo paulatinamente en algunos funcionarios públicos como en
muchos ciudadanos. Esto, porque gran parte del problema de la corrupción en
Venezuela si bien está relacionado con la avaricia de unos por enriquecerse a
costillas del patrimonio público, no debemos olvidar que miles de ciudadanos
son víctimas de extorsión o sobornan a funcionarios públicos, con actos tan
simples como pagarle al funcionario de tránsito para que no le coloquen la
multa.
Es hora de comenzar a reconciliar el país y a los venezolanos, y si la
intención del gobierno es realmente sincera, este sería el momento y el tema
propicio para unirnos en una materia que nos afecta a todos por igual, tanto a
los que apoyan al gobierno y a los que no. Maduro, tu consigna debería ser:
Transparencia o nada.
@zulmaire
zulmairegonzalez@gmail.com
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