Nuestra historia reciente narra varios casos
de delincuentes electorales al servicio del régimen de turno. López Contreras
contrató a Franco Quijano quien, entre otras marramucias, aplicó una tinta
invisible en boletas para identificar al votante. Algo así como las captahuelllas de la época, aunque estas solo
sirven para meter miedo.
En tiempos del presidente Medina, según narra
Rómulo Betancourt en Venezuela, política y petróleo, para las elecciones de
1944 de concejales y de diputados a la Asamblea Legislativa, el presidente del
Estado Zulia, Benito Roncayolo, preocupado por el triunfo de AD en Cabimas y
Lagunillas, solicitó autorización a Medina para influir en la Corte y anular el
evento. Los ciudadanos en la calle se impusieron y el gobierno tuvo que
reconocer su derrota.
Más recientemente, en 1952 Pérez Jiménez se robó las elecciones
para la Constituyente. Afortunadamente en Venezuela hay ciudadanos
intelectualmente honestos. Vicente
Grisanti, presidente del Consejo Supremo Electoral, y otros diez u once
Miembros, entre ellos Juan Saturno Canelón, Carlos Miguel Llollet y Federico
Moleiro renunciaron para no avalar la trampa. Pérez Jiménez los sustituyó, manu
militari, por Ricardo Mendoza, aunque también encontré citado a José Salazar.
Posteriormente designó a Pablo Salas Castillo, quien se prestó al cambio del
número de votos y años después presidió
el partido perezjimenista Cruzada Cívica Nacionalista.
Para
intentar sobrevivir, Pérez Jiménez decidió violar nuevamente la
Constitución y, en lugar de convocar elecciones en 1957, decidió realizar un
plebiscito que desde luego “ganó” por abrumador número de votos. Afortunadamente,
poco después fue depuesto por las Fuerzas Armadas respaldadas por estudiantes,
intelectuales, empresarios y políticos. No he ubicado los nombres de los
miembros de ese cuerpo electoral ad hoc, pero ojalá alguien los mencione. Es
necesario recordar los nombre de Grisanti
y su equipo, ya que no son frecuentes esos actos de valentía entre
funcionarios, pero también es imprescindible no olvidar los nombres de los
delincuentes.
Con respecto a los últimos años, no hay duda
de que los integrantes del Consejo Nacional Electoral desde el 2003 a la fecha han demostrado
deshonestidad intelectual al favorecer descaradamente al régimen. Francisco
Carrasquero, Jorge Rodríguez y Tibisay Lucena, así como las Rectoras
identificados con el oficialismo han evidenciado una parcialidad similar a la
de un Salas Castillo. Al recuperar la democracia tendremos que identificar a
los Vicente Grisanti, es decir a ciudadanos honestos para que integren un CNE imparcial.
Mientras tanto tenemos que votar el 8D, aún con este CNE, y presionar como en 1944.
Como en botica:
1.- Maduro incita al saqueo y
viola los derechos de los comerciantes porque quiere destruir la propiedad
privada. Si acaso han cometido un delito
existen procedimientos legales para sancionarlos.
2.- Para el 2035 la OPEP estima que sus miembros solo
producirán 6.400.000 barriles adicionales por día ¿Cómo quedan los planes de
Pdvsa?
3.- La detención del periodista Jim Wyss del Miami Herald fue un abuso y una
estupidez.
4.- Inhabilitan a María Aranguren para aprobar la Habilitante.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com
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