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lunes, 26 de agosto de 2013

CARLOS E. AGUILERA A., EL PERIODISMO: UN APOSTOLADO

“El que lo abandona todo por ser útil a su país, no pierde nada, y gana cuanto le consagra” SIMÓN BOLÍVAR
Con especial evocación para mis amigos y colegas,  que ungidos de dignidad, decoro y ética dieron un paso al  frente en Globovisión.
Era –como reza el título de la novela del maestro escritor y periodista Gabriel García Márquez –“Crónica de una muerte anunciada”, todo cuanto en los últimos meses venía ocurriendo en Globovisión, a raíz de la venta de esta planta televisora a sus nuevos propietarios. Asaltó desde un principio a los periodistas, personal técnico y administrativo, la duda de que se mantuviera a partir de entonces la línea editorial, que por espacio de 20 años fue la brújula de la opinión pública del país, suerte de  ojos y oídos del soberano, que se mantenía expectante de todos los acontecimientos que a diario se generan.
La incertidumbre no demoró mucho, porque poco a poco fueron desapareciendo de la pantalla chica emblemáticos programas que se habían constituido en ancla de la programación de la planta, como Buenas Noches y hace pocos días El Radar de los barrios, Dicho y Hecho y Alo Ciudadano, entre otros. Fue la gota que colmo el vaso, pues inmediatamente se generó – cual caída de un castillo de naipes – la renuncia de un nutrido grupo de periodistas, valioso estandarte con el que contaba la planta televisora de La Florida: Carla Angola, Roland Carreño, Kiko Bautista, Pedro Luis Flores, Jesús “Chuo” Torrealba, María Elena Lavaud, Norberto Maza, María Isabel Párraga, Roberto Giusti, Ana Karina Villalba, Román Lozinski, Alba Cecilia Mujica y Gladys Rodríguez, hasta el momento de escribir este artículo, dieron un paso al frente,  ungidos de dignidad, decoro y ética.
Un paso que constituye una lección, para quienes creen que el poder puede arrollar la dignidad, el honor y los principios morales de quienes ejercemos este bello apostolado, muchas veces víctimas de la incomprensión y siempre en el filo de la navaja del vilipendio y el ultraje, por que desconocen que el desarrollo de una nación y las gestas de la historia marchan al unísono con la función epistolar  del hombre de pensamiento y de la idea, que conduce por lo general a los pueblos a  comprender, analizar y conocer su propia realidad.
Albert Camus, destacado politólogo de fama mundial,  cuando se refería a la práctica del periodismo la calificaba como: “El oficio más bello del mundo”, para distinguirlo de las demás disciplinas sobre las cuales la expresión tiende a ser superior, por el mensaje, por la proyección y por la importancia que deja a su paso, entre los millones de seres que leen, miran y escuchan, el diario acontecer a través de la información, en la que se pone al descubierto la valía y capacidad del periodista mediante este sacerdocio que es la profesión, practicada por muchos, y hecho realidad por pocos”.
El auténtico ejercicio del periodismo, demanda la necesidad de que quienes hacen la noticia, encaren con valentía, distinción y coraje, sin desdibujar realidades ni lacerar la dignidad de nadie, tal como lo hicieron a los largo de los años  l@s colegas renunciantes de Globovisión. Nuestro pueblo enfrenta situaciones que distorsionan su imagen, por culpa de quienes poco, o mejor dicho nada les importa que gentes identificadas con el partido de gobierno, hayan amasado inmensas fortunas de la noche a la mañana, sin que los poderes públicos los sancionen como es suponer, lo que constituye evidentemente un signo de corrupción, atropello a la dignidad e irreverencia a un pueblo que merece respeto
Bajo el pretexto de combatir la corrupción, el oficialismo solicita ahora la Ley Habilitante, la cual de aprobarse permitiría crispar más aún la animadversión del gobierno hacia los medios de comunicación, que se niegan a poner “rodilla en tierra”. La historia –como lo hemos manifestado en diversas ocasiones – es un libro cuyas páginas siempre las mantiene abiertas, y por ello sus actores son juzgados a posteriori, para bien o para mal.
La Venezuela maravillosa que años atrás estuvo revestida de paz y bonanza,  de pronto se ha visto severamente comprometida y afectada con tantos escándalos y exabruptos, por lo que exige con todo derecho la severidad en la aplicación de las sanciones previstas en la Ley,  para aquellas personas que usufructúan los dineros del estado, mediante acciones fraudulentas, muchas de ellas denunciadas en valientes reportajes de investigación, que cautivaban la atención de los globovidentes. “Usted lo vio” y “Aunque Ud no lo crea”, entre otros micros desnudaron la cruda realidad de un país que clama justicia, honestidad y rectitud de sus rectores.
Probablemente, esto es lo  que molestó al régimen, divorciado de los avances del siglo, de las ciencias, de la tecnología y de los caminos de la excelencia, como brillantemente exhibía en sus magníficos y bien documentados trabajos titulados “Biografía”, la simpar colega Maky Arenas.  Quizás por ello han procurado acallar temerariamente  las verdades y realidades inocultables, subvalorando el papel de los medios de comunicación, que valerosamente han tenido que confrontar y afrontar críticas situaciones, conscientes de su compromiso ante la sociedad, tal como lo demandan la Constitución y las leyes, entre otras la del ejercicio profesional del periodismo, compromiso irrenunciable, pese a las amenazas, atropellos, abusos y desmanes de quienes enseñoreados en el poder se niegan a entender, que en una verdadera democracia y así lo reza el texto constitucional, existe plena libertad de expresión y de prensa.
El papel de quienes ejercemos el oficio es rescatar el buen nombre del país, denunciar los males y problemas que aquejan a sus ciudadanos con la credibilidad de lo que se dice y se hace, denunciando todo aquello que afecte la salud de la nación y la de sus habitantes,  lo corruptible, lo corrupto y al corruptor.
A nuestro colegas anteriormente nombrados que iniciaron la diáspora en Globovisión, nuestro más decidido  y solidario apoyo moral y felicitaciones por su demostrada ética y probidad puesta de manifiesto, acción ésta que el país nacional agradece, aplaude y reconoce con tristeza al mismo tiempo, pues  no podrán  verlos ni escucharlos más en la pantalla chica del otrora primer canal de noticias de Venezuela.
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodista (CNP-122)
careduagui@yahoo.com // @_toquedediana

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