BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

viernes, 7 de junio de 2013

NELSON MAICA C., PERSONA LIBERAL, POLÍTICA

01.    ¿Cómo se imagina usted que es una persona liberal? El liberal es una persona consciente de la inseguridad propia y de los demás, así como de la propia y ajena ignorancia.
02.    El liberal, por estar consciente de que “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”, no se plantea la pregunta sobre quién debe mandar, sino más bien trata de dar respuesta a la pregunta sobre cómo controlar a quien manda, controlar a quien está al mando y cambiarlo periódicamente.
03.    El liberal, con relación al pensamiento estatista es libertario: defiende la economía de mercado, no solo porque este genera más bienestar, sino sobre todo porque sin economía de mercado no puede haber Estado de derecho porque en la práctica, “quien posee todos los medios establece todos los fines”.
04.    El liberal rechaza la idea liberticida según la cual por encima del individuo habría alguna otra entidad (como por ejemplo el Estado, el partido, la clase, la organización, la comuna, etc.) autónoma e independiente de los individuos: sólo existen individuos. El liberal sabe que la (supuesta) sociedad perfecta es la negación de la sociedad abierta: en todo utópico reposa un capataz, un carcelero, un dictador.
05.    El liberal no es conservador: el conservador teme las novedades; el liberal, en cambio, asume la competencia como procedimiento para descubrir e informarse de lo nuevo.
06.    El liberal no es anárquico, no es liberticida: el liberal admite que hay funciones y tareas que confiar al gobierno.

07.    El liberal, al revés de los constructivistas, sabe que no todas las instituciones y no todos los acontecimientos histórico-sociales son resultado de planes intencionados, pues se dan efectivamente consecuencias no intencionadas de acciones humanas intencionadas.
08.    El liberal es contrario a la teoría de la eterna conspiración de la sociedad, según la cual todos los acontecimientos sociales negativos serían fruto de conspiraciones o conjuras tramadas por enemigos o en todo caso por individuos malvados, cuando lo cierto es que puede haber fracasos sin culpa y triunfos sin mérito.
09.    El liberal defiende, contra el Estado que todo abarca y todo quiere, los cuerpos intermedios y las instituciones voluntarias.
10.    El liberal sabe que el mercado (al igual que la ciencia) es siempre inocente: si alguien obtiene beneficios vendiendo armas o drogas, el culpable no es el mercado, sino aquellas personas que las venden y compran, cuya ética es inhumana. Lo que, pues, en este caso hay que reformar no es el mercado sino la ética; y los ineficaces han sido los profetas, maestros y predicadores. Tampoco hay que pensar que el mercado niegue la solidaridad.
11.    La sociedad, ha enseñado, y entre otros, E A. Hayek lo afirma, que no sólo puede ser solidaria porque es rica y por tanto puede permitírselo; sino que debe serlo porque, al romperse los vínculos que mantenían unidos a los individuos en el pequeño grupo, elimina aquella seguridad y protección de la que gozaban los débiles: de donde proviene el deber del Estado de atender a los necesitados, de proporcionarles ayuda.
12.    Mercado y solidaridad son perfectamente compatibles. No lo son, en cambio, mercado y derroche de los recursos, mercado y corrupción; el estatismo tal como pregona el socialismo comunismo (sobre todo este que lleva 14 años) convierte al hombre en ladrón, y transforma a los ciudadanos en mendigos victimas del chantaje porque, además, son electores.
13.    El liberal no es anticlerical. Escribe Hayek: “A diferencia del racionalismo de la revolución francesa, el verdadero liberalismo no tiene nada contra la religión, y yo no puedo menos de deplorar el anticlericalismo militante y esencialmente iliberal que ha animado a buena parte del liberalismo continental del siglo XIX”. 
¿Es usted, liberal?


Nelson Maica

nelsonmaica@gmail.com

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