La Historia es un animalito vivo que se
empeña en repetirse. Los escenarios, los actores, los argumentos. Lo único que
parece cambiar es el decorado que dan los siglos. “La vida es un escenario y
todos somos los actores”, decía Shakespeare.
¡Y qué actorazos nos han resultado a los venezolanos algunos políticos!
Muchos de ellos, como Adán, actúan cual si
abrieran el primer capítulo del libro de la vida: el primer mesías o el primer
salvador de la patria. Y a la larga, resultan… los falsos profetas de siempre.
Pura barajita repetida.
Así, Maduro se jacta de ser un líder obrero,
como si eso per se, fuera bueno… o malo. Tan absurdo como que alguien se jacte
de tener talento para operar una amigdalitis, por haber sido camillero. Lo que
se requiere para gobernar bien es…
calidad de estadista. Total, el Presidente es quien “opera” al país.
El primer jefe de Estado comunista y
obrerista, fue nada menos que Stalin. Y si a todos los líderes comunistas y
obreros se les puede cortar con esa tijera… ¡Dios nos libre!
José Stalin en su juventud fue obrero en los
campos petroleros de Bakú, a orillas del Mar Caspio. Se convirtió en un
importante dirigente sindical. Allí comenzó su carrera política.
El obrerista Stalin mató toneladas de seres
humanos. Históricas las purgas de Siberia. Parece que apenas llegó al poder,
olvidó su origen obrero.
Tal vez y sólo tal vez, Stalin, por cierto
heredero y fotocopia de Lenin, comenzó
insultando y encarcelando a todo el que
se le opusiera, como nuestro tropical presidente obrerista.
Quién sabe si Stalin le decía traidor a la
patria a sus opositores, o si encarcelaba a generales como Antonio Rivero por
causas que por su indefinición asombrarían al mismísimo Kafka. O si se haría el
loco con solicitudes como los de la dignísima y valiente hija de Simonovic.
Lo cierto es que el obrerista Stalin mató a
medio mundo. Y tenía la cachaza de querer lo llamaran “el padrecito de todas
las rusias”.
Moraleja: no hay que jactarse de ser el
primer presidente obrero, hay que demostrar ser capaz. Sería lo mismo que
Bolívar se hubiera jactado de ser el primer presidente de origen oligarca, que
lo fue.
No basta ser obrerista. Hay que ser
estadista.
¿REPITIENDO EL 24 DE ENERO DE 1848?
Y en la Asamblea, Cabello ha protagonizado
uno de los más tristes capítulos. Repetición del militar Tejero, quien en los
ochenta agredió a los parlamentarios españoles. Y al prohibir a los
parlamentarios parlamentar (¿…?), parecido a aquel general Milán Astray,
quien tuvo el tupé de, en nombre del
franquismo, decir en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca y en presencia
de nada menos que Unamuno: muera la inteligencia. O sea: Parlamentario, no
parlares… Unamuno, no pensares. Ningún líder puede ir contra natura.
PARALELISMOS
El 24 de enero de 1848, el Congreso de
Venezuela discutía su traslado a Puerto Cabello para discutir, sin turbas y sin
presiones el enjuiciamiento al Presidente José Tadeo Monagas. Paralelismo 30 de
abril: EL Presidente del Congreso, ante acusaciones de fraude de los
opositores, solicita “reconocimiento de Maduro” y prohíbe parlar a los
parlamentarios.
En los momentos en que el Ministro Sanabria
exponía su Memoria y Cuenta, turbas instigadas por el partido liberal y según
los deslenguados, con la simpatía del gobierno, asaltaron el hemiciclo. El
resultado tres parlamentarios muertos, entre ellos el ilustre Santos Michelena.
Varios ciudadanos muertos y heridos. Y sobre todo una democracia enferma que,
por no parlamentar, devino en la Guerra Federal, una década después.
Paralelismo 30 de abril: Varios parlamentarios de oposición, puertas cerradas y
cámaras viendo al techo mediante, resultaron heridos, algunos hospitalizados y
operados.
EL Presidente Monagas, al llegar al sitio,
usó la trilladísima frase de “condenar la
violencia” y solicitó a los parlamentarios que se reunieran nuevamente,
como si nada hubiera pasado. Paralelismo 30 de abril: El presidente Maduro,
condenó la violencia, dijo que Cabello pondría orden (¿…?). En la noche
transmitieron una cadena donde se podría inferir que los parlamentarios heridos
intentaron “autosuicidarse”.
Presionados, los parlamentarios del sXIX
volvieron al Congreso. La excepción fue el ilustre venezolano Fermín Toro quien
dijo algo así como: “podrán llevar mi cadáver al Congreso; pero Fermín Toro, no
se prostituye”. Pura dignidad. Paralelismo 30 de abril: Los parlamentarios se
reunieron para discutir condiciones de retorno. Quedó claro que María Corina,
Julio Borges y en general todos los parlamentarios de oposición, heridos y no
heridos, al igual que Fermín Toro, tampoco se prostituyen.
El futuro: en el siglo XIX, un gobierno
corrupto y nepótico, que abrió paso a la Guerra Federal. Paralelismo 30 de
abril: Hay que romperlo. Es imperativo rescatar la democracia.
http://petroleosinreservas.blogspot.com/2013/05/stalin-obrerista-y-diosdado-monaguero.html
rafaelgallegosc@hotmail.com
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El gobierno de Nicolas Maduro es un gobierno fascista, basado en un aberrado fraude orquestrado por Cuba. La accion en contra de los parlamentarios nos muestra una vez mas hasta donde llega este gobierno fraudulento. Las brutales acciones de este gobierno ilegal no pararan hasta que el pueblo decida expulsarlo. Y ese momento esta cerca.
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