La imagen que puede estar brindándose
al resto del mundo, pudiera ser la de un
país abatido por la decadencia de sus organismos de gobierno, de sus dirigentes
y de los criterios a partir de los cuales enfila sus acciones.
UNA
CONCIENCIA DESPIERTA
El
discurrir social, político y económico de una sociedad, conduce a múltiples
consideraciones entre las cuales, muchas son expresión de las confusiones que
entumecen la actitud del hombre político y social cuando su pensamiento se
debate entre las realidades que asfixian sus libertades, y la magia que aliena
la mente cuando dichas realidades son seducidas por el efecto manipulador de
aprehensiones que el poder político acciona cuando es absorbido por la disyuntiva entre sobrevivir o fenecer.
Quizás, para luego reconstruirse sobre experiencias de vida.
Aunque
pareciera una reflexión obvia, no lo es. Cualquier intención de profundizar en
su análisis, pudiera generar agudas controversias en virtud de las perspectivas
desde las cuales es posible acercarse a alguna conclusión. No obstante, la
teoría del pensamiento complejo dispone de ciertos elementos de estudio a
través de los cuales podría accederse a una explicación en la dirección de
rebatir las dudas que dicha razonamiento puede incitar. Dudas éstas que, desde
luego, pueden disiparse dependiendo del contexto en el cual se articulen
elementos de análisis que den cuenta de los ámbitos en cuyas realidades se localizan
complicados problemas políticos y sociales, tanto como onerosas percepciones
que surgen ante amenazadoras situaciones estimuladas desde el poder político.
Todo
esto cabe en un entramado cuya mejor comparación se corresponde con la de un
país. Posiblemente, no de un país dominado por una institucionalidad que
propugne como valores de su establecimiento jurídico: la libertad, la justicia,
la democracia, la solidaridad y la igualdad. Pero si pudiera ser el de un país
abatido por la decadencia de sus organismos de gobierno, sus dirigentes y los
criterios a partir de los cuales enfila sus acciones. Sería la imagen de una
nación con motivos sobrevenidos que la alejan de un sistema político cuyos
esfuerzos los habría dirigido hacia el fortalecimiento del Estado de Derecho.
Sería el reflejo de una república groseramente hipotecada por el desmedido afán
de obtener recursos fiscales cuyo empleo la habría condenado a caer en “saco
roto”.
En
el fragor de tan cruda vorágine, existen personajes dedicados a la usurpación
de atribuciones, a la contaminación de la historia, al envilecimiento de la
ciudadanía y a la perturbación de la ideología democrática. Con el auxilio de
mecanismos que tienden a corromper el pensamiento y pervertir sentimientos y valores morales,
estos militantes de la demagogia manipularían realidades ayudándose del efecto
de la “ilusión de la verdad” que no es otra cosa que manejarse sobre una
mentira repetida hasta la saciedad de forma tal que termina aceptándose y
reconociéndose como verdad.
Esta
técnica vista como efecto persuasivo, es altamente peligrosa de no tenerse el
conocimiento necesario que permite al individuo rebatir la intriga urdida. Más
aún, si frente a esa construcción de realidades adulteradas premeditadamente,
se extravían valores de libertad que no terminan de encontrarse. Sobre todo,
cuando se vive sin una conciencia despierta.
VENTANA
DE PAPEL
DESAFÍO
POLÍTICO NACIONAL
Más allá de las angustias que sobrellevan los
venezolanos, la incertidumbre que se avizora en el terreno económico y social
desafía las leyes que rigen el comportamiento político del país. Sobre todo, en
materia económica. El modelo económico que estableció el gobierno a lo largo de
catorce años, redefinió las realidades de cara al criterio de considerar al
Estado venezolano como eje central del crecimiento lo cual no devino en
resultados que dejaran ver las capacidades que tiene el país. Por el contrario,
se potenciaron problemas que arrojaron situaciones críticas. Tanto, que
Venezuela alcanzó a ser el quinto peor país en libertad económica, según el
índice del Banco Mundial.
Según Fedecámaras, se perdieron 200.000
empresas en la última década, y otras 1.600 fueron expropiadas. De tal manera
que el gobierno del presidente Chávez elaboró y tomó decisiones que acentuaron
protestas por los problemas que surgieron: el incontrolado desabastecimiento de
productos básicos, elevadas tasas de inflación y el exasperado aumento de la
deuda externa e interna con lo cual se elevó el riesgo que vive la economía venezolana
ante las actuales exigencias determinadas por la dinámica internacional. De ahí
que el próximo gobierno deberá afrontar fuertes reclamos a consecuencia de la
innegable confusión que ahora se vive y que tiene al borde de la parálisis la
economía nacional. Aunque tal desenlace ya se temía luego del fallecimiento del
presidente Chávez.
La caída de los bonos gubernamentales,
evidenció dicho problema. Las erogaciones representadas en subvenciones y
subsidios a más de 40 países, ha generado crudas desavenencias cuyos resultados
comienzan a sentirse a nivel de una administración pública agotadas por lo que,
de alguna forma, habrá que reconocer que la economía venezolana constituye un
verdadero desafío político nacional.
CINISMO
MANIPULADOR
El hombre cínico busca tergiversar la visión
de las realidades a fin de imponerlas de acuerdo con la intención de su
fechoría. Por eso la política se regodea de las cualidades del cinismo a fin de
manipular situaciones para las cuales se tiene un interés determinado. Por esa
razón, el cínico busca falsear las realidades con el propósito de convencer y
así ganar el espacio no sólo inmerecido, sino también impropio.
Sin embargo, sus resultados muchas veces
terminan arrojando las ventajas que pone adelante a quien se adosa al cinismo
como recurso para hacer política. Sólo que los resultados que logra alcanzar
suelen ser tan efímeros, tan fugaces, que casi siempre se caen por su propio
peso quedando al descubierto la perversidad implícita en la tramoya. De ahí que
el cinismo no resulta ser un buen recurso para elevarse ante las circunstancias
pues antes del tiempo necesario, el cínico sale mal parado de la carrera.
Precisamente, por la trampa o la zancadilla que pretende utilizar como
mecanismo de “escalada”.
El ventajismo que el cínico se plantea, se le
revierte al extremo que al final de la escaramuza sale con las “tablas en la
cabeza”. Y en política, este tipo de argucia no dura mucho tiempo sin ser
advertido por lo que termina siendo no sólo derrotado sino que además sale más
frustrado del intento. Es así como el cinismo es apenas una bandera para
garantizar el retroceso de cualquier acción que pretenda asirse a razones de
lógica, ética y moralidad. Óscar Wilde, escritor ingles, expresaba que
cínico “es un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada”.
Particularmente por el hecho de presumir, equivocadamente, que la vida se
aprovecha mejor de servirse el mayor tiempo posible del cinismo manipulador.
antoniomonagas@gmail.com
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COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente.
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años