El régimen tiene clarísimo que Henrique Capriles es el candidato de la
oposición, de allí que lo ataque y persiga, mientras nosotros en la alternativa
democrática discutimos quién va a ser nuestro candidato. El régimen tiene en
Nicolás Maduro su abanderado ya en campaña, por decisión postrera de Chávez.
Decidamos formalmente lo que, desde mi
perspectiva, ya no tiene discusión:
1) Proclamar de una vez a Capriles
abanderado de la oposición, ante la segura elección presidencial;
2) Resolver inscribir la candidatura de
Capriles con una sola tarjeta, la Tarjeta Única, que sume la voluntad de todos
los sectores que clamamos por un cambio profundo en la ruta del país, y,
3) Que
Capriles se comprometa a no presentar su nombre para la reelección, una vez que
haya concluido seis años de gobierno, permitiendo así que otro asuma la
conducción del cambio.
No tomar decisiones a tiempo es de los errores más frecuentes en
gerencia empresarial o política. Hace ya varias semanas debimos decidir lo que
todavía ahora reflexionamos. No solventar ya el asunto es seguir dándole tiempo
y ventaja al inmaduro Maduro. Tomar
decisiones oportunas es aproximarnos al triunfo, diferir lo indiferible es una
manera de rendirnos, y Venezuela no se rinde, la democracia no capitula ni la
libertad se entrega.
Hoy, más que nunca, cuando despareció del
escenario quien condujo la patria al abismo que la devora, debemos dar pasos
adelante. El continuismo de esta revolución fracasada es el propósito del
castro-comunismo, para seguir financiando el comunismo internacional, sin
importar el precio que estamos pagando, y que vamos a pagar.
Una reflexión sobre las tres propuestas.
Capriles candidato ya. Desde mi perspectiva, sin desmeritar en absoluto a
ningún aspirante a la presidencia, y sin dejar de percibir alguna debilidad en
la candidatura de Capriles y alguna fortaleza en otros aspirantes, la de
Henrique es la postulación conveniente. Todos los estudios de opinión de los
que tengo referencia lo señalan con el más alto porcentaje de aceptación,
incluso en algunas de ellas por encima de Maduro, según he leído. Ya Capriles
tiene adelantada una campaña que lo hace ser el más conocido y el preferido
hoy. Su candidatura legítima surgió de unas primarias en las que obtuvo más del
60% de los votos, ratificada la escogencia con más de seis millones de
sufragios el 7 de octubre. Ahora no hay posibilidad de hacer primarias, además,
estos próximos comicios serán la segunda parte de un mismo proceso, el de la
elección del Presidente para el período 2013-2019.
Me sentí profundamente contrariado el año pasado cuando la Mesa de la
Unidad -según entiendo particularmente por empeño de Primero Justicia- no
aprobó la Tarjeta Única, lo que hizo que varios partidos presentaran sus
propios colores para respaldar a Capriles, mientras otros y la mayoría
independiente votamos por la tarjeta “unitaria”, la que por cierto obtuvo el
mayor número de sufragios, reforzando así la conveniencia de la “Tarjeta
Única”. Ella será la mejor demostración
de nuestra disposición a sumar voluntades para salir del caos.
Por último, la no reelección está más que justificada, y es una señal de
que vamos en equipo, de que dejamos de lado el mesianismo y el hombre
indispensable. Es demostración de patriotismo y capacidad de entrega.
Que la Mesa decida ya: Capriles candidato, Tarjeta Única y no reelección.
Añadir a estas tres propuestas la unidad de comando y de programa es
redondearla positivamente. Hagámoslo.
Twitter: padronpaciano
E-Mail: pacianopadron@gmail.com
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