Es que se lo pedimos tanto, que
finalmente nos hizo caso.
Chávez no está en Venezuela, está
viviendo en Cuba. No quiero especular acerca de su enfermedad, su tratamiento,
las cámaras hiperbáricas y lo que opinan los médicos. Tampoco haré ninguna
referencia a la posibilidad de que esté sano y regrese sobre un caballo –al
mejor estilo del Libertador- el propio 15 de diciembre, para darle apoyo a sus
candidatos a Gobernador.
Lo único cierto, es que Chávez no está
viviendo en Venezuela y no sabemos por cuánto tiempo. Hay una probabilidad de
que este año las hallacas se coman sin Chávez. Si eso sucede, no podrá
enternecernos con una escena romántica en Miraflores, al pie del nacimiento,
besando viejitas. Les confieso que el stress político que normalmente me
acompaña, ha disminuido notablemente con su ausencia. No era Globovisión lo que
me producía stress, era Chávez.
Ha anunciado su presencia en la cumbre
de Mercosur el próximo viernes siete de diciembre. Así que tendremos la oportunidad
de verlo en televisión, en vivo, puesto que desde Cuba no nos manda ni foticos.
Ayer se rumoraba que preparan un video, acompañado de sus camaradas
revolucionarios cubanos, para enviarlo a Venezuela. El satélite Simón Bolivar
parece que no tiene capacidad para mostrarlo en vivo. El otro satélite, el
Miranda, está ocupadito fotografiando las tierras que aún falta por invadir.
El país bien, muchas gracias.
Los ministros de la economía –muy
sabios y preparados- no encuentran una salida al jueguito de producir un
sistema que permita a los importadores recibir dólares para pagar a los
proveedores lo que se requiere en Venezuela. Pasan las semanas y el innombrable
se movió con furia más de treinta por ciento y los valores que uno escucha hoy,
le congelan la sangre al más pintado. Ellos siguen pensando, mientras la
incertidumbre y la escasez de divisas siguen produciendo estragos. Seguramente
que al final los culpables serán los especuladores malosos que suben sus
precios sin razón.
La industria petrolera dando tumbos,
importando gasolina a mansalva y debiendo todo el dinero del mundo a sus
proveedores que comienzan a pasar aceite en sus finanzas. El desorden
financiero es tal, que ni siquiera tienen capacidad para ejecutar las fianzas a
los proveedores que no pueden cumplir los contratos por falta de divisas. A
cien dólares el barril, se pueden esconder muchos errores, pero no
indefinidamente. Este gobierno millonario no tiene dinero. Acabó con todo.
En un par de semanas, el niño Jesús
nos regalará nuevos gobernadores. Hágale su cartica, que él tarda, pero cumple.
@pereiralibre
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con tal que le traiga a usted su buen regalito poque se lo está gananado
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