Lo que los demócratas hoy hacen es quejarse de la validez de las encuestas realizadas después del debate y tratar de desprestigiar al Romney diciendo que todo lo que dijo en el mismo era una sarta de mentiras.
El
candidato republicano a la presidencia de EEUU, Mitt Romney el presidente y aspirante a la reelección,
Barack Obama.
Por
muchas semanas los republicanos se quejaron que las encuestas que mostraban que
el presidente y candidato demócrata Barack Obama llevaba una pequeña pero
creciente ventaja sobre el ex gobernador Mitt Romney, no eran un reflejo de la
realidad política de las elecciones.
Decían
que las encuestas estaban hechas a la medida para demostrar que el presidente
ganaba y a la vez desanimar a los partidarios de Romney.
Esta
semana son los demócratas los que se quejan de las encuestas. En una semana el
promedio de las principales encuestas del país han ido de favorecer al
presidente por 4.7 puntos a el martes al mediodía favorecer a Romney por 1.0
puntos.
Todo
este, según los analistas se debe al resultado del debate del miércoles de la
semana pasada en el cual un Romney agresivo venció con facilidad a un Obama
cabizbajo, opacado y molesto. Nadie disputa que Romney ganó el debate. Hasta el
mismo presidente ha bromeado que cualquiera tiene un mal día.
Lo
que los demócratas hoy hacen es quejarse de la validez de las encuestas
realizadas después del debate y tratar de desprestigiar al Romney diciendo que
todo lo que dijo en el mismo era una sarta de mentiras.
Desafortunadamente
para el presidente, los anuncios políticos pagados y los comentarios de sus
partidarios así como sus discursos de campaña no han podido restarle impulso al
candidato republicano. Ni siquiera las cifras del desempleo del viernes pasado
que bajaron del 8.1 por ciento al 7.8 por ciento han podido impedir el
creciente auge de Romney.
Los
demócratas se aferran a que en muchos estados claves las encuestas todavía
favorecen al presidente y le recuerdan a todo el mundo que las elecciones en
Estados Unidos no son de voto directo; sino que gana el que obtenga 270 votos
electorales. Ellos creen que a Romney le va a ser difícil vencer a Obama en los
estados de Ohio, Virginia y Florida; y que sin estos las posibilidades que el
candidato republicano gane son ínfimas.
Sin
embargo, aún en estos estados las encuestas muestran que Romney ha ido ganando
terreno y que está empatado o dentro del margen de error de las encuestas.
Esto
no quiere decir que Romney va a ganar. Todavía quedan cuatro semanas antes de
las elecciones del 6 de noviembre.
Si
bien es cierto que Romney le ha dado un vuelco a las elecciones con su victoria
en el primer debate, todavía queda el debate entre los candidatos a la
vicepresidente, el republicano Paul Ryan y el actual vicepresidente Joe Biden.
Ese debate tendrá lugar este jueves.
Los
debates vicepresidenciales no son tan importantes como los que ponen frente a frente a los
candidatos a la presidencia. Pero en una elección tan cerrada como esta, hay
que tener todo en consideración.
Además
todavía quedan dos debates presidenciales más. Nadie duda que Obama estará más
preparado para ripostar los ataques de Romney y defender sus casi cuatro años
en la Casa Blanca. Y Romney tiene que volver a repetir su victoria si es que
quiere ganar.
Ambos
lados tienen municiones para atacar a su contrincante. Lo que falta es ver
quien hace uso más efectivo de las mismas.
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Cifras sobre el desempleo:
ResponderEliminarEn Agosto se crearon 113,000 empleos y el desempleo bajó de 8.2% a 8.1%
En Septiembre se crearon 114,000 empleos y el desempleo bajó de 8.1% a 7.8%.
Es probable que el dólar se haya desvalorizado aún más y para este mes una décima porcentual valga menos empleos.
De no ser así, esto es una grosera manipulación del abecedario de Pitágoras con fines electoreros.
Un abrazo cubanísimo;
Simón José Martí Bolívar.