"Presidente, siga apoyando el deporte que yo sé que Dios
mediante usted el 7 de octubre debe matar la liga". Con estas palabras
Rubén Darío Limardo Gascón, nacido en Ciudad Bolívar el 3 de agosto de 1985,
esgrimidor, medalla de oro en las presentes olimpiadas, selló su compromiso
electoral con el teniente coronel Hugo Chávez.
Fue apenas al día siguiente de su hazaña deportiva, es decir el 2 de agosto, cuando en entrevista vía satélite desde la capital británica para Venezolana de Televisión el medallista tuvo a bien expresar los conceptos arriba señalados. Para mayor detalle puede ver:
http://www.youtube.com/watch?v=tJ8Htbpg_LM&feature=player_embedded#t=141s
Es el caso, que el recientemente proclamado por Chávez
"héroe nacional" y próximo a recibir otra réplica de la espada del
Libertador, es apenas el segundo campeón olímpico venezolano contando la dorada
obtenida por Francisco "morochito" Rodríguez en 1968.
Todo lo anterior viene a cuento con base a nuestro interés
por profundizar sobre las razones que fundamentarían el apoyo electoral a una
tiranía por parte de quien estaba llamado a representar un ejemplo de
patriotismo y unidad nacional en medio de la grave problemática socio-política
vigente en Venezuela, que prefirió sin embargo comportarse como alguien sólo
interesado en reconocer públicamente su personal agradecimiento con quien
durante 8 años financió su entrenamiento en Europa, y que igualmente sufragó el
costo de su participación olímpica.
En esa reflexión vale destacar la condición militar del
prenombrado medallista. Sargento primero del ejercito (FANB), al que ha
representado en múltiples competiciones militares a nivel mundial, algo que
bien pudiera fortalecer la muy manoseada tesis de la subordinación castrense
como razón para el apoyo electoral de marras.
Sin embargo creo que hay algo más. El socialismo, doctrina
política gobernante en Venezuela desde hace 13 años, tiene una muy famosa
propensión al personalismo una vez en el poder, de allí la costumbre en tales
regímenes por inculcar a todos sus asalariados, verbigracia: los deportistas
olímpicos, la especie según la cual es con el gobernante socialista y no con la
Patria el compromiso ético de un triunfo deportivo.
Vemos entonces cómo los tres primeros medallistas dorados de
la muy socialista Corea del Norte en las presentes olimpiadas, una judoka de
nombre An Kum-Ae (-52 kg) y los pesistas Kim Un Guk (62 kg) y Om Yun-chol (56
kg), nuevos modelos a seguir en el hermético país del este asiático, dedicaron
casi íntegramente sus palabras de dedicatoria al final de sus pruebas, a alabar
al líder de aquel país y honrarle con sus triunfos. Fuente:
noticiasterra.com. 31/07/2012.
Ni hablar de la Cuba de los hermanos Castro, donde el
sacrificio material y espiritual de una nación entera es consagrado a la
preparación deportiva en aras de presentar al modelo socialista en gobierno
pasados 52 años como el camino a seguir en pos del "hombre nuevo",
que nunca llega.
De manera que, la referida conducta de Rubén Limardo forma
parte de ese guión socialista, que por conocido es menester superar, por ser
éste un modelo contrario a los valores de libertad, igualdad y justicia
inherentes a la patria de Bolívar, donde el Estado nacional tiene entre sus
fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su
dignidad (artículo 3 de la CRBV) por ende el Estado debe asumir el deporte y la
recreación como política de educación y salud pública, garantizando los
recursos para su promoción, ello conforme al artículo 111 del mismo texto
jurídico. Muy distinto al tinglado deportivo-partidista acostumbrado por Hugo
Chávez. En fin, la Constitución sigue siendo un mejor camino. ORA y LABORA.
caballeropercival@hotmail.com
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Rubén Limardo, felicitaciones por tu triunfo, pero ten presente que representastes a Venezuela, independientemente del color político que seamos.
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