Desde el
Gobierno se habla mucho de la experiencia China como paradigma, "el
gigante chino". El nuevo socio comercial de Venezuela, con muy buenos
negocios concretados y su posicionamiento
dentro de áreas estratégicas de negocios en la economía venezolana. Sin
embargo, no se dice: porqué China se ha desarrollado tanto, sus prácticas
comerciales y cómo ha llegado su economía al lugar importante donde está.
Cuando se
analizan las experiencias de las economías de corte e ideología marxista en
países como la extinta Unión Soviética, Cuba y Nicaragua, vemos un denominador
común, su fracaso en ofrecer una economía pujante, generadora de empleos,
bienestar y de mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos.
La economía
china, que en el pasado estaba basada en el modelo económico marxista, se
deslastró hace ya más de 20 años de esa orientación económica centralizada,
estatista de todas las actividades y de restricciones totales a la inversión en
ciertas áreas de negocios, que la tenían estancada y en la miseria y se abrió
al mundo bajo otro modelo económico.
Hoy la
concepción económica de China, se parece cada día más a las economías de modelo
capitalista de los países de Occidente; y este hecho ha producido, que China se
ha convertido en una potencia económica y financiera de "Primer
Mundo". Se estima que en unos 25 años, de continuar el ritmo acelerado y
sostenido de su crecimiento económico del 10 y 11% interanual de los últimos 17
años, China pueda convertirse en la primera potencia económica a nivel mundial,
con la reducción sustancial de la pobreza de sus ciudadanos. Todo esto bajo el
modelo económico capitalista.
Uno de los
problemas que enfrenta China hoy, es que su crecimiento acelerado está poniendo
presión sobre el gobierno chino para aminorar su explosivo crecimiento y no
producir un recalentamiento sobre su economía que presione sobre los precios (subiendo las
tasas de interés para frenar crecimiento) y
sobre su moneda, el yuan.
La Bolsa de
Shangai, se ha convertido en una de las bolsas de valores de mayor rentabilidad
a nivel mundial en los últimos años, y
sus rendimientos han registrado máximos en un año de hasta un impresionante
92%. El empuje en los precios de las acciones chinas es el resultado de un
factor determinante:"ganancias..., ganancias y más ganancias". El
mercado de capitales de China y de los países vecinos se ha convertido en
centro de atracción de los capitales mundiales. Cada día China y los países
asiáticos abren sus mercados a la inversión foránea, estableciendo reglas
claras y seguridad jurídica para esas inversiones. Otra área explosiva de inversión en China es el negocio
inmobiliario, que se ha convertido en unos de los de mayor revalorización a
nivel mundial.
Esto contrasta
con el caso venezolano, donde cada día las garantías, marco legal y
constitucional para los inversionistas nacionales o extranjeros se deterioran y
debilita.
El
planteamiento socialista marxista que se propone en la actualidad el gobierno
de Hugo Chávez se aleja de las corrientes modernas y de desarrollo de los
países que han alcanzado éxito económico y social, o en vías de alcanzarlo.
Venezuela tiene todos los elementos para
ser un país exitoso. Venezuela cuenta con los recursos naturales para hacer de
este país, un gran país. Cuantiosos recursos que están aquí para desarrollar y
crear riquezas para los venezolanos. No obstante, los recursos naturales por sí
solos no son suficientes, se requieren de políticas económicas que fomenten la
inversión y el desarrollo. Es irreal pensar, que los inversionistas extranjeros
vendrán a realizar sus inversiones bajo la sola premisa de los grandes recursos
con que contamos, si a esa inversión no se le da seguridad jurídica necesaria y
reglas de juego claras y de continuidad en el tiempo.
Las economías
del mundo de hoy están sentadas sobre la base de la libre empresa, el libre
mercado, la apertura comercial y la competitividad internacional. Países y
regiones se integran para activar y mejorar sus flujos de comercio e inversión,
así como para desarrollar sus ventajas comparativas y competitivas, la
interdependencia y globalidad son la dinámica misma del proceso. En
consecuencia, lo presentado y dicho hasta ahora sobre un eventual modelo
socialista -marxista de la economía venezolana-, no encaja y es contrario a las
tendencias del mundo moderno de hoy; y en nuestro caso lo que traería es
retraso, más pobreza y la perdida de las grandes oportunidades que tiene el
país de desarrollarse y mejorar la calidad de vida de la mayoría de los
ciudadanos.
China se dio
cuenta de este gran error y emprendió un cambio hacia la modernidad, la
apertura y el desarrollo; sus resultados están a la vista. Que en nuestro caso,
no tengamos que pasar por la mala y trágica experiencia de China, para darnos
cuenta de lo que se necesita en Venezuela es más capitalismo para todos,
incentivar la propiedad privada, el trabajo productivo, incentivar y dar apoyo
financiero y técnico a todos los venezolanos que quieran emprender para
hacerlos empresarios prósperos y pujantes .Un país donde la iniciativa privada
a emprender, crear, poseer y disponer la tenga el ciudadano y no el
Estado. Por eso China entró en el
capitalismo salvajemente sin retorno al pasado. Pero desde el gobierno, esto no
es lo que se dice de China.
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