La tarjeta única aún
divide las opiniones en la oposición.
Hay engolosinados con el
triunfo del candidato de la Unidad Democrática, Henrique Capriles Radonski,
léase bien, candidato de la unidad democrática, no de ningún partido político
en particular. El creerse dueño de esa candidatura algún sector seria la
debacle definitiva de la esperanza, de la paz y de la reconciliación nacional.
El querer encallejonar la
candidatura de los tres millones de votos por un símbolo monopartidista
quebraría el sentido unitario necesario para ganar las elecciones en este 2012.
El símbolo de la unidad
fue el aglutinante del voto por Henrique Capriles Radonsky. No voy a significar
el grado de apoyo en votos que los partidos políticos aportaron en dichas
primarias ni el porcentaje de sufragios de independientes que asistieron para
fortalecer la alternativa unitaria.
Solo voy a singularizar
que si logramos sumar dos votos mas a cada uno de los tres millones, el triunfo
de la alternativa democrática estaría garantizado. Esa suma estará integrada
por militantes, simpatizantes de partidos políticos e independientes
democráticos y ex seguidores del chavismo que se sentirían definidamente mas
cómodos votando por una tarjeta que no fuese de un partido político en
particular y que fuera una que englobara el sentimiento no continuista del
país.
La suma siempre es mas
que el agregado de las partes. La tarjeta única es un símbolo que no necesita
explicarse, ella es la explicación pues convierte lo confuso en estricto, simplificado y totalizante a la vez. Una
tarjeta única es la la forma abreviada de algo mucho más grande y complejo.
Ella no tiene que ver solamente con lo racional: también apela a la parte
intuitiva y psíquica del ser humano. Y lo que transmite es de tal dimensión, que puede
cambiar la vida del receptor y su accionar ante lo que nos estamos jugando los demócratas
en las próximas elecciones presidenciales.
Si ello no sucede, si
la ceguera sectaria perdura, me atrevo a vaticinar que si la alternativa
democrática busca la expresión electoral en más de una tarjeta, una única y
otras partidistas, las partidistas perderán ante la única y todos perderemos la
oportunidad de una nueva Venezuela democrática.
carlos.padilla.carpa@gmail.com
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En efecto, esta opinión presentada en "EL REPUBLICANO LIBERAL", medio que no admite sino la posición "PRO VOTO CNE", es decir única, y no democrática, "no tiene que ver sólo con lo racional: también apela a la parte intuitiva y psíquica del ser humano". Esto no es sino la más pura expresión de su "ceguera sectaria". No es responsable, de hecho no es legal, promover la participación en un demostrado crimen de lesa patria sobre el que no es posible que la sociedad civil pueda tener control alguno: el voto del CNE. El 12FEBRERO definió el 7OCT y la polarización es un invento del régimen y sus oposiciones (entre ellas la de este y todos los medios) porque la evidencia es clara: el colectivo mayoritario desea liberarse de ambos opresores que como EL LIBERAL REPUBLICANO proclama la racionalidad y la democracia pero practican valores contrarios.
ResponderEliminarEstamos de acuerdo con este planteamiento pues una tarjeta única para la alternativa democrática seria garantía de triunfo para el abanderado nacido de las primarias.
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