La muerte de Wilman Villar es una nueva huella imperdurable en la historia del martirio sufrido por el pueblo cubano
Wilman Villar contaba con sólo 31 años de
edad cuando en defensa de sus principios y derechos asumió como protesta una
huelga de hambre que duraría 50 días, después de los cuales se produjo su
muerte, sumándose a las de Pedro Luis Boitel, Orlando Zapata Tamayo y otros
doce compatriotas, que fueron dejados morir de la misma forma y por la misma
causa, que nos es otra que la lucha por la liberación de su patria de los 53
años de un poder dictatorial por parte de los hermanos Fidel y Raúl Castro.
Recordemos la historia del porque de la
huelga de hambre de Wilman Villar, condenado a cuatro años de injusta prisión,
después de haber sido procesado sin respetarle las garantías que por ley le
correspondían. La causa por la cual fue llevado a tan irrito proceso “judicial”
no fue otra que su participación en una protesta popular en el poblado de
Contramaestre, acción intolerable para el gobierno comunista de la Isla.
Wilman Villar tuvo una muerte sumamente
dolorosa, las huelgas de hambre causan estragos en la salud de cualquier
persona, aún más cuando quien la lleva a cabo no recibe la asistencia médica a
la que está obligado el gobierno del país en que está radicado el huelguista.
Wilman fue dejado sin atención médica hasta que su salud se hizo irrecuperable.
Además del trato vejatorio recibido, ya que fue encarcelado en una celda
completamente desnudo, por negarse a usar el uniforme de preso común, como si
se hubiera tratado de un delincuente.
El régimen cubano especialista en represión
lejos de analizar y reflexionar sobre las causas que mueven a los ciudadanos a
protestas extremas como las llevadas a cabo por los disidentes mencionados;
quienes prefirieron morir a ceder dejando de lado lo que evidentemente
consideraban como una posición de valores y principios de su parte; no le
importa el daño que cause el impacto de estas muertes, después de todo lleva
más de cinco décadas proclamando y exportando una revolución sangrienta y
corrupta, que ha sido contribuyente mayor al desastre que hoy en día se ha
apoderado de Latinoamérica y extrapolado a países africanos y asiáticos.
Contradicción entre contradicciones del mundo
en el que vivimos, en el cual la esclavitud es considerada “libertad”, la
injusticia es considerada legítimo respeto a los derechos humanos, hasta el punto
que teniendo el régimen castrista un record impecable en cuanto a la violación
de los derechos humanos se refiere, ha llegado a formar parte del Consejo de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la izquierda europea todavía ve en
Fidel a un ejemplo y un héroe en el Che Guevara, asesino insaciable, cuya
imagen por desgracia está adornando las camisetas de muchos jóvenes que es
preferible pensar que las portan por ingenuidad y no por ignorancia sobre el
verdadero legado dejado por este siniestro personaje.
La muerte del joven Wilman Villar ha desatado
una ola de arrestos y sitios a líderes de la disidencia dentro de la Isla,
medidas con las cuales deja una vez más demostrado que en Cuba ha habido un
gobierno dictatorial desde que la Revolución Castro Comunista se apoderó del
país. La represión habrá dado a luz otro mártir, pero no ha logrado callar a
los millones de cubanos que denuncian y luchan contra su régimen.
A nivel internacional las voces de protesta,
de reclamo, se han dejado escuchar, el Comité Panamericano Pro Democracia,
publicó las siguientes declaraciones:
“El régimen castrista ha mantenido un bloqueo
total contra el derecho a los derechos y libertades del pueblo cubano, sin
mostrar voluntad de dar pasos hacia cambios democráticos exigidos por el
pueblo. El régimen conoce su crimen y su respuesta ha sido recrudecer la
represión e intolerancia, vigilando casas de activistas, visitas intimidantes
de agentes de la Seguridad del Estado, los mantienen aislados (que no salgan ni
reciban visitas la familia), detenciones relámpago para golpearlos y
amenazarlos para que no sigan en la oposición,” o encarcelarlos para juzgarlos
y condenarlos inventando delitos que no cometieron en juicios sin transparencia
alguna, sino es su impunidad totalitaria.
La Red Latinoamericana y del Caribe para la
Democracia (REDLad), se pronunció en estos términos:
“El Secretariado Permanente de la Red
Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad), expresa su más
enérgica condena al régimen de La Habana por la muerte del joven opositor
Wilman Villar Mendoza, reitera sus demandas por la liberación de los
prisioneros de conciencia y su solidaridad con todos los sectores que de manera
pacífica y valiente luchan en la Isla por los derechos humanos y la
democracia.”
La muerte de Wilman Villar es una nueva
huella imperdurable en la historia del martirio sufrido por el pueblo cubano.