Cuando publique el artículo “La Otra Lista”
(ver http://ticsddhh.blogspot.com/2012/01/la-otra-lista.html fechado el
11-01-2012) nunca imaginé el mecanismo que a la final utilizó el gobierno para
hacerse con los cuadernos electorales y fabricarse una nueva Lista de Tascón y
Maisanta. Estaba seguro que harían algo para apoderarse de las firmas, pero
pensaba ingenuamente en ese momento- y eso fue hace pocos días-, que
utilizarían los consabidos mecanismos del terrorismo en las mesas, amedrentando
a los electores con la violencia de grupos anarquizados como los que atacaron
en las elecciones de UCV o algún tipo de mecanismo tecnológico. Pues no, me
quedé muy corto. El mecanismo utilizado fue el institucional. Se utilizó la
corrupción del Tribunal Supremo de Justicia para emitir una sentencia de pasmosa
velocidad, montada entre gallos y medianoche, ordenando la suspensión de la
destrucción de los cuadernos electorales y su entrega al Plan Republica (los
militares del régimen). El gobierno en su desespero intenta conocer quien votó
en las Primarias para luego desatar una nueva espiral de persecución y terror
en retaliación a las más de 3 millones de personas que dejaron el miedo atrás y
fueron a votar.
Las últimas informaciones indican que grupos
armados de la policía política y del Estado Aragua arremeten en contra de los
estudiantes la Facultad de Agronomía de la UCV que se encuentran protestando
por la muerte de un joven que se encontraba en la concentración que se formó
espontáneamente tratando de impedir el secuestro de los cuadernos electorales producto
de esa decisión del TSJ ordenada por el gobierno, en una clara reproducción de
lo sucedido en Puente Llaguno en Abril de 2002 en Caracas, buscando contener
con el terrorismo la vocación democrática de la población que acudió en la
defensa de la privacidad de los millones de votantes que acudieron
pacíficamente a votar el 12F por una mejor Venezuela.
Es lamentable haber tenido la razón. Ahora el
fondo del problema luce ahora más grave porque en el ánimo de no cumplir con la
entrega de esos cuadernos para proteger a los ciudadanos de la confección de
una nueva Lista de Tascón y Maisanta, los dirigentes opositores se exponen a la
persecución abierta de parte del gobierno al desatender una decisión amañada
del Tribunal Supremo de Justicia. Esto le dará excusas al régimen para iniciar
la represión e intentar con ello el comienzo de una espiral dirigida a sabotear
los comicios del 7 de Octubre que sabe desde ya perdidos.
Posiblemente ya se han apoderado de algunos
cuadernos con firmas de los ciudadanos, luego que su destrucción había sido
iniciada por la Comisión Electoral de la MUD en todos los Estados. En el Estado
Aragua cometieron un asesinato para hacerse con los cuadernos electorales,
convirtiendo a Venezuela en el primer país del mundo donde el Derecho a la Vida
ha sido violado por el gobierno con la intención expresa de atropellar el
Derecho a la Privacidad e Intimidad de los ciudadanos.
Las Listas de Tascón y Maisanta fueron una de
las causas de mi investigación doctoral. El conocer hasta qué punto están
protegidos los ciudadanos del uso inadecuado de sus datos personales, la
utilización de la tecnología de la información y comunicaciones para el
atropello de esos derechos y, a mi modo de ver la más importante, la relevancia
del Derecho a la Privacidad en el concierto de todos los Derechos Humanos, ya
que sin el respeto básico de este derecho los demás son mucho más vulnerables,
son suficientes razones para concluir que lo que está pasando en Venezuela
puede ser un patrón reproducible si las instituciones no son fuertes y sanas.
El TSJ acaba de demostrar que en Venezuela no lo son. Acabamos también todos de
presenciar lo violento que puede llegar a ser el poder de un Estado si conoce
la intimidad de sus ciudadanos. El solo imaginar una nueva Lista de Tascón y
Maisanta hizo que una multitud de manifestantes se pusiera al frente de
comisiones armadas del gobierno para defender los cuadernos electorales,
resultando una víctima fatal. Tan importante fue defender ese derecho que una
persona puso su vida en eso.
Venezuela se ha convertido en un brutal
laboratorio donde estamos observando los resultados de la violación permanente
del Derecho a la Privacidad y sus consecuencias en relación a la vulnerabilidad
que ha ocasionado su atropello en los demás derechos. El miedo, que es el
resultado inmediato de la aplicación del poder no regulado sobre un colectivo,
se magnifica. El solo hecho de que un Estado disponga de todos los datos
personales de los ciudadanos sin una regulación de por medio, los hace vulnerables
ante posibles desviaciones del poder. Y si se le suma a esto la vocación
totalitaria de un gobierno, la vulnerabilidad, junto con el miedo, se
exponencia extraordinariamente. La gravedad de lo que vivimos en Venezuela con
un gobierno de marcada tendencia autoritaria, cuando observamos la creciente
automatización de las gestiones públicas en el marco de una total desprotección
legal de los datos personales de los ciudadanos, es de una magnitud tal que no
debe pasar desapercibida. Ya la población empieza a darse cuenta de esto con la
experiencia de las listas de exclusión política.
Ante un panorama futuro de una promesa de
cambio no podemos dejar estas bombas de tiempo sin apartarle los detonadores.
Es tentadora para cualquier gobierno la utilización indigna de los datos de la
población. Regímenes autoritarios del pasado europeo utilizaron registros para
exterminar personas y violar derechos. Su sesgo en la legislación que ahora
tienen para resguardar los datos de sus ciudadanos apunta a que si en el pasado
ocurrieron violaciones de Derechos Humanos, no existe ninguna garantía de que
eso no ocurrirá de nuevo, en especial si los datos personales están en manos
del Estado. Argentina homologó su legislación a la europea porque tiene una
historia de uso de datos por regímenes militares para la persecución política,
y ese pasado los hizo coincidir en unificarse con la Unión Europea, en una
suerte de vacuna de no tentar la persecución y proteger la democracia. No
debemos esperar aquí que ningún gobierno, actual o futuro, viole esos derechos
para empezar a tomar las medidas que corresponden.
Los venezolanos ya conocemos los efectos del
“apartheid” político producto de la automatización de las listas de exclusión.
Latinoamérica poco a poco ha entendido la importancia de tener convenientemente
protegidos los datos de sus ciudadanos hasta el punto de haber procedido a
legislar completamente en la materia. Argentina, Uruguay, Perú y México, han
seguido la senda de los países más avanzados. En Venezuela todavía es una deuda
la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal. Existió alguna vez una
propuesta de Anteproyecto ante Comisión Permanente de Ciencia, Tecnología e
Innovación desde el año 2004, pero el presente gobierno la engavetó al ser
manifiesto su perfil totalitario procediendo a organizar las Listas de Tascón y
Maisanta luego del 2002. Es por eso que deberemos esperar por una Asamblea
Nacional democrática que discuta las implicaciones políticas y económicas de no
tener protegidos los datos de la población para cualquier gobierno que venga en
el futuro.
El gobierno está ahora peligrosamente
convirtiendo lo que era una Lista de “apartheid” político en una Lista de la
Muerte, como las que hubo en los pasados regímenes militares latinoamericanos,
y ya cuenta con su primera víctima en Maracay. Es gravísima la declaración de
Chávez en su primera intervención pública luego del 12F en el sentido de que si
quisieran saber quienes votaron podrían averiguarlo si se lo propusieran, por
que manifiesta la intención expresa de quien detenta el poder de hacer
cualquier cosa, amenazándonos abiertamente.
Ya no es posible que conozcan a
todos los que votaron en la jornada del 12F, aunque secuestraron algunos
cuadernos de votación. Pero lo que sí es posible, tomando en serio las palabras
del líder de la revolución, es que comiencen a utilizar toda la información de
carácter personal disponible de la población en manos del Estado en retaliación
al repudio manifestado pacíficamente por los venezolanos al acudir masivamente
a las urnas opositoras el 12F.
Estando de acuerdo con la línea política del
ahora candidato de la Unidad, no nos sacarán de la senda pacífica y
democrática. La gente votó por un cambio en las actitudes y quiere que se le
hable de sus problemas, no de ideologías muertas. El país cambió y el régimen
no lo entiende todavía. Se manifestó el 12F precisamente en contra de esas
prácticas abusivas y totalitarias. El gobierno se halla entrampado en una
suerte de arena movediza en la que mientras más se mueve, más se hunde. Más le
valdría tranquilizarse y dejar pacíficamente que el soberano decida con sus
votos su suerte en esa arena de la muerte en la que el mismo se ha metido.
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luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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