"Es duro, después de
13 años, que ciudadanos se muevan en millones a decirle que no"
¿QUÉ TENDRÁ EL PRESIDENTE?
El Presidente está triste.
¿Qué tendrá el Presidente?
Los suspiros se encierran
y en su boca se apresan; que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
El Presidente está pálido
en su silla de oro;
Mucho chilla su verbo
sonoro; y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
Así diría Rubén Darío con
la puntada que le habría atravesado su estro artístico al oír la reacción del
Delirante en Jefe en el momento de conocer los resultados de las primarias. Es
que es muy duro, después de 13 años, que los ciudadanos se mueven en millones a
decirle que no, en voz alta, clara e inteligible. Se ve que Chávez no acierta a
conseguir el lenguaje, el tono, las ideas y las emociones para desafiar la
decisión de las fuerzas democráticas. Está fuera de sí. La furia se incrementa
cuando observa que la jugarreta del TSJ para obtener las listas y producir
miedo, fue aplastada sin misericordia y con buen humor, mientras el fuego
purificador dejaba su testimonio de humo socarrón en todas las capitales de
estado y en Caracas.
LA VICTORIA DE CAPRILES.
Henrique Capriles (HC) ha triunfado en toda la línea. Es un triunfo descomunal
en el que no cabe ni un pero en cuanto a su contundencia y magnitud. Ninguna
mezquindad ni politiquería debe acompañar la evaluación de esa victoria, sobre
todo para quienes -como el que escribe- promovieron y apoyaron a otro
candidato. Tres millones de los cuales 1.9 millones votaron por Capriles, son
cifras definitivas que los que ganaron y perdieron -perdimos- tienen que tomar
con humildad. Los vencedores para no atragantarse y los perdedores para alejar
cualquier mortificación.
Para este narrador es un
momento de evaluar lo que pensó, dijo y escribió, mediante una comparación con
lo que ha ocurrido. Es responsabilidad de los que tienen tribuna pública rendir
cuentas de apreciaciones, aciertos y errores, para no pasar en puntillas sobre
sus propias palabras.
En esta esquina se planteó
que las primarias deberían escoger el camino del enfrentamiento directo y sin
ambigüedad a Chávez y su régimen. Se dijo que esa visión era la conveniente en
un candidato porque así se garantizaría la victoria el 7O. El país democrático
escogió la otra opción. En todo voto hay ingredientes múltiples, desde los más
racionales hasta los más insólitos y emocionales (alguien cercano cuenta que
votó por HC porque su mirada le parece sincera); pero en el campo de la
política y las razones, en lo que estas hayan contado, sin duda el voto
abrumador fue por la opción que consideraba inconveniente el combate cuerpo a
cuerpo con Chávez y su régimen.
Las motivaciones por las
cuales esa visión se impuso pueden ser variadas. Otros candidatos se vieron
pugnaces para el gusto de muchos, aunque pudiera ser que el motivo principal
sea la presunción de que un discurso apacible es capaz de atraer los votos del
chavismo "light", tan necesario el 7O.
Sin duda que HC lanzado
como candidato por Julio Borges, líder de Primero Justicia, en septiembre de
2010, hizo una campaña sostenida, con una excelente dirección y sin desviarse
un milímetro de la estrategia, junto a una importante dotación de recursos de
la cual otros carecieron; sea dicho esto en la debida forma: cuando un
candidato tiene aura de triunfo los recursos le llegan sin solicitarlos, muchos
más de los previsibles.
Entre los elementos que
favorecieron a HC a lo que, visto retrospectivamente, era una victoria más que
probable, se suma la manera en que fue promovido Pablo Pérez. Este es un
dirigente popular que fue lanzado a la competencia electoral de una forma que
le restaba independencia porque pareció depender de una negociación con el jefe
de su partido, Manuel Rosales. Tal vez el problema más importante fue el estilo
con que fue apoyado por AD, en menor grado por Copei, y el MAS que le dio -de
manera injusta quizá- la representación de "el pasado", aborrecimiento
que el Gobierno ha promovido y ha alcanzado niveles de prejuicio social,
compartido por chavistas y sectores de la oposición, entre los que destaca el
partido del vencedor.
Dentro de las víctimas
indirectas del miedo al "pasado" que podía regresar estuvieron las
otras candidaturas. Este narrador puede atestiguar con conocimiento de causa (y
sus consecuencias) cómo un número importante de eventuales votantes por María
Corina, ante el temor de que el candidato apoyado por AD y Copei triunfara,
optó por HC. Dada su posición en el juego electoral reciente, quien esto
escribe no sugiere que el resultado habría sido diferente, sólo intenta
explicar la suerte de otras propuestas.
LAS ENCUESTAS. También aquí se fue muy crítico con las
encuestas. Se sostuvo que varias estaban al servicio de los intereses
electorales de dos de los candidatos y se sugirió que sus resultados estaban
aderezados con ese fin. Debe decirse que en cuanto a los resultados globales
esas mismas encuestas tuvieron más aciertos que errores; no acertaron, como
nadie acertó, en calcular el número de votantes. Extravío que no puede
enrostrársele sin que le toque lo suyo a los analistas, como el de estas
líneas.
Lo que sí se puede
sostener es el papel de abierta inducción que jugaron y juegan en la opinión
pública. Sus resultados, convertidos en propaganda, crearon dinámicas que
agregaron masa a la mazamorra de quienes tienen apilado su montón. Algunas
funcionaron como partidos en campaña.
MARÍA CORINA MACHADO. Me habría gustado compartir la alegría por la
tremenda victoria de los 3 millones y la inmensa de HC, con muchas más centenas
de miles de votos para María C., quien le agregó calidad, densidad, valor e
ideas a la campaña electoral. Mujer de inmenso coraje personal y moral alcanzó
a convertirse en dirigente muy valorada aun por quienes no votaron en su favor.
La expresión "ella es la mejor pero voto por fulano o mengano", fue
común. Ha acumulado un formidable capital político que desde el mismo 12F fue
puesto al servicio de la unidad y de la victoria de HC. La acompañé a visitar
el comando de HC el 12F y la multitud que allí estaba le dio un cálido tributo
de afecto y reconocimiento, aunque no la hubiese seguido con su voto. María
venía y llegó para ser actor principalísimo del porvenir.
INCERTIDUMBRES. La MUD y la Comisión de Primarias cumplieron
su papel y fue un buen remate disolver en humo el reciente intento atemorizador
del régimen. Ramón G. Aveledo y Teresa Albanez simbolizan una excelente y
meritoria labor.
Viene ahora la tarea de
consolidar y ampliar la unidad, además de prepararse para una guerra que Chávez
ha declarado ya con desesperación. Hay signos promisores de amplitud en el
candidato y en su entorno cercano, la democracia requiere que permanezca esta actitud.
HC tiene la palabra.
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