Un ruido similar al de cristales rotos llenó el espacio de la Asamblea
y del país. Las ocho horas de fantasía en capítulos, fueron interrumpidos por
la valentía de una mujer que en uso de una verbalización muy valerosa, nos
trajo de regreso a la realidad. La
cadena interminable de cuentos, de un país de maravillas, relleno con láminas
de última generación mostrando estadísticas trucadas, se le vino al piso con
esos diez segundos de intervención femenina. Al comandante le dieron lo suyo.
Al Águila lo picó una mosca.
Debo confesar que en ocasiones Chávez me pone a pensar, trabaja tan
bien sus escenarios, que me hace dudar acerca del lado donde está la verdad. El
sábado era uno de esos días. Maria Corina lo desnudó y nos hizo recordar que el
país en la calle, no es el que nos pinta el presidente. Ahora cuando reflexiono
en frío –como siempre- encuentro lo grandes huecos de su discurso. Nos vende el
aumento de las reservas de gas como un gran logro, pero nos esconde las cifras
de la producción de petróleo, de la refinación y del estado de la industria. Nos relata cuentos y
cifras de la disminución de la pobreza, usando cifras de organismos
internacionales, que usan para sus reportes los números que les envía el gobierno
venezolano. Cualquiera de los logros que nos quiere vender, es poco probable
que pueda ser demostrado. Tan claro está eso para él, que no menos de media
docena de veces afirmó que seguramente dirían
que estaba mintiendo.
El Comandante no podría sostener un debate con nadie que lo cuestione.
El comandante sólo sabe construir monólogos. Maria Corina lo desnudó con su
intervención. Quien se acostumbró a darle lo suyo a las mujeres, recibió lo
suyo de una mujer.
La revolución que dice estar sobrada en este año electoral, no las
tiene todas consigo. Cambian sus cuadros y dedican muchos esfuerzos a tratar de
desacreditar a la Mesa de la Unidad, a los precandidatos, a la oposición.
Águilas cazando moscas. La verdadera encuesta, la del taxista, el motorizado y
el trabajador que vive en el barrio, no le favorece. Nadie vota por un
presidente sano, vota por un presidente eficiente.
Maria Corina Machado tiene las más sólidas argumentaciones acerca de
los temas que aborda. Soñadora en algunas de sus propuestas y muy realista en
otras. Su intervención en la Asamblea mejoró su posición electoral, pero mejor
que eso, le enseñó al país que Chávez no
es Dios. Si Maria Corina no resulta abanderada de la oposición, será una pieza
clave en el despliegue necesario para promover por toda Venezuela los vientos
de cambio que requiere esta patria. Chávez tendrá que multiplicarse, cinco
fuertes aspirantes le harán un contrapeso fuerte durante la campaña.
Imagine usted que el abanderado de la oposición, señale desde el doce
de febrero una fórmula electoral que incluya en su propuesta de gobierno a los
otros cuatro candidatos. Al águila le saldrá al paso un mosquero.
Las mentiras tienen piernas cortas. La nueva Venezuela está en
construcción.
@pereiralibre
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