BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

domingo, 19 de junio de 2011

TRIBUNA LIBERTARIA. COMPENDIO OPINÁTICO. RAUL AMIEL. 19/06/11. OPINIONES DE ÁNGEL GARCÍA BANCHS, FRANCISCO ALARCÓN Y HORACIO VÁZQUEZ-RIAL



Martes, 21 de junio del 2011.- Hora: 4 PM
Conversatorio con 
  
MARÍA CORINA MACHADO
Lugar: Fundación Raúl Leoni.- 

Sede de Acción Democrática.- La Florida. Caracas.


"Tarea delicada la de apaciguar muchedumbres, porque hacer mucho puede ser tan funesto como no hacer nada." Tomás Carlyle

La Fuerza de la esperanza se mueve. Esfuérzate, anímate y trabaja. Por la restauración moral de la República, ¡a la carga!. Solo faltan 569 días, cuenta regresiva inexorable. Artículo 231. Constitución de 1999. El nuevo Presidente tomará posesión el 10/01 del primer año de su período constitucional.- @raulamiel

LA OPOSICIÓN NOS DEBE UN PROYECTO: ÁNGEL GARCÍA BANCHS

El PSUV nada tiene que debatir. No requiere primarias y ya se sabe quién es su candidato y qué ofrece, el socialismo del siglo XXI. Pero, la MUD y la oposición sí deben hacerlo, tanto internamente como públicamente: deben presentarle un proyecto alternativo al país.

Criticar al gobierno nacional, la mayoría de las veces con razón, ha sido el rol esencial jugado hasta ahora por la oposición venezolana. Pero, ello no basta. Para llegar al poder, además, la oposición debe presentar un proyecto político-económico alternativo al actual, al menos, por dos razones: (i) porque mejor es malo conocido que bueno por conocer; y (ii) porque jugar a esperar el suicidio político del gobierno da pie al elector a pensar, al parecer, con razón, que la oposición nada alternativo tiene que ofrecer.
La propuesta es sencilla. Ya que es imposible debatir con el candidato del gobierno, el Presidente Hugo Chávez Frías, cuya propuesta del socialismo del siglo XXI ya se conoce, y ya que para elegir apropiadamente los electores debemos conocer las propuestas de los pre-candidatos de oposición, sería conveniente que antes de las primarias hubiese un debate televisado durante el cual se expusiesen los elementos centrales de sus programas.
Entiéndase que no basta con ofrecer democracia y descentralización en contraposición a concentración del poder y autocracia: la oposición debe fundamentalmente presentar un modelo de desarrollo y transformación de la sociedad, que substituya al modelo histórico basado en la redistribución y reparto de la renta externa petrolera.
Pero, sobre todo, el debate debe ir a lo específico. Por ejemplo, debe responder al detalle a las siguientes preguntas:
¿Cómo resolver el problema de la delincuencia, el del hacinamiento en las cárceles, y la humanización de las mismas, y en cuánto tiempo?
¿Cómo resolver el problema de la educación pre-escolar, básica, diversificada y universitaria?
¿Cómo resolver el problema de la salud y seguridad social?
¿Cómo facilitar el acceso al deporte, el arte, y la cultura?
¿Cómo explicar al ciudadano de a pie el daño que causan los subsidios, cómo desmontar el subsidio a la gasolina y otros, y en cuánto tiempo?
¿Cómo resolver el problema del desempleo y subempleo?
¿Cómo resolver el problema de la inflación, y en cuánto tiempo?
¿Cómo recuperar el Estado de Derecho, alcanzar la independencia de poderes, y acabar con el Estado actual cortesano, presidencialista, petropopulista, y rentista?
¿Cómo transitar hacia un Estado moderno, garantizar las libertades políticas, civiles, y económicas, acabar con el Estatismo, y permitir que el ciudadano invierta según desee, inclusive en la industria petrolera?
¿Qué hacer con la renta petrolera?
¿Qué hacer con la industria petrolera y cómo financiar el aumento de su producción?
¿Si se considera recuperable a Pdvsa y, en caso afirmativo, cómo recuperarla?
¿Cómo substituir las becas y misiones, y los programas sociales de corte asistencialista, por un programa de empleos productivos y por programas sociales, cuyo fin último sea la inserción en el mercado laboral, sin desmejorar a los actuales beneficiados por las petrolimosnas, las becas y misiones?
Esas son tan solo una pequeña parte de las preguntas cuyas respuestas deseamos escuchar.


EL ENFERMO NO 1: FRANCISCO ALARCÓNclip_image003


El hombre que tienen de frente sí sufre y padece como el resto de los mortales y yerra igual, y hasta puede engañar. El semidiós aterriza en la tierra con un forúnculo en sus vísceras, cuando nadie imaginaba que eso pudiera ocurrir, ¿cómo lo verán en adelante sus adeptos? sujeto a las leyes terrenales 


Probablemente, nunca sabremos si el objeto de esta última gira del Presidente era operarse en Cuba. El periplo no tenia nada de novedoso excepto su toque en Brasil, con una comitiva ampulosa, recargada de ministros y familiares, según los que se encargan de llevarle los registros en sus desplazamientos turísticos. Lo extraño lo hallamos en esta intervención quirúrgica del Chávez invulnerable y ahora inconsistente, y en plena recuperación de una lesión de rodilla. Esta vez no se desapareció ni se tejieron los comentarios para luego reaparecer inusitadamente en cualquier lugar de Venezuela como si nada hubiese ocurrido, levantado el mutismo que consternaba, a veces, a sus seguidores y detractores. Esta vez fue diferente, nos sorprendió uno de sus ministros haciendo la comunicación oficial de su enfermedad, y con ello, comenzando una fase desconocida, viendo a un Presidente que si es frágil y no por las supuestas armas deletéreas de sus enemigos, sino por su propio organismo que acusa el desgaste de doce años en controversias y azares. Es otro el individuo actualmente, la gente se percató de su alma mortal, a pesar de su tormentosa e impronta voluntad de querer meternos el comunismo a juro.

En Venezuela hay antecedentes de presidentes enfermos que viajaron a curarse sus dolencias y nunca más regresaron al poder. A Cipriano Castro su compadre Gómez le expresaba fidelidad y el hecho histórico fue otro. Empero, lo de Chávez debe estar calculado con antelación a menos que el diablo esté metiendo la mano por sus desavenencias ideológicas, y tampoco le guste el “socialismo del siglo XXI”. Pero hay un efecto fáctico e inmediato para este pueblo acostumbrado a mirarlo librar batallas imaginarias. El hombre que tienen de frente sí sufre y padece como el resto de los mortales y yerra igual, y hasta puede engañar. El semidiós aterriza en la tierra con un forúnculo en sus vísceras, cuando nadie imaginaba que eso pudiera ocurrir, ¿cómo lo verán en adelante sus adeptos? sujeto a las leyes terrenales. Es la nueva realidad que empezarán a tener; pues, sí cambiarán las cosas, y el trato será otro, habrá de cuidarse y tendrán que asistirlo. Quien hablará en el futuro será un hombre común y corriente como lo fueron todos los presidentes y ciudadanos de este país con virtudes y pasiones sometidas a observación. Una mala jugada del destino para nuestro presidente, precisamente en tiempos electorales. Pronto lo sabremos y si podrá continuar en su actividad redoblada, encadenándose todos los días o en maratónicos Alo Presidente, serán incógnitas que se dilucidaran en el breve plazo. 

Qué estarán pensando sus prosélitos, acaso como los hijos menores y la viuda cuando les falta el sostén de la casa. Bueno, conoceremos sin estar augurando malos presagios para ninguno, sencillamente recibimos el cambio como cualquier vecino de una Venezuela turibulada y en vías casi de desaparecer, o para convertirse definitivamente en un país inaguantable, desolado y en ruinas. Las elecciones son competencias entre seres normales que sienten y padecen, y advertiremos en el futuro a un ser de carne y hueso, enfrentado a entes de la misma condición, con tantas fallas acaecidas como nuevas, tan rompible como cualquiera y encaminando a perderlo todo si las leyes naturales y de la justicia así lo determinan. Es la nueva faz del enfermo number one de este país, que hasta hace poco para algunos tenía incumbencia “sobrenatural”. 2012 será un tiempo de hombres y no de leyendas capaces de defender unas elecciones. 


EL PRÓJIMO: HORACIO VÁZQUEZ-RIAL


Siempre he pensado que Hobbes tenía razón al desconfiar de los hombres en estado de naturaleza, cuando la vida era pobre, brutal y breve, según su descripción. Y también Maquiavelo al afirmar que los hombres somos egoístas y malvados. Nos organizamos como pudimos para no devorarnos los unos a los otros.


Sería errado creer que lo que nos llevó a las distintas formas de autoridad, cuya forma más compleja es el Estado, fue una idea de la justicia o de los derechos de todos y cada uno.
A todo eso se llegó posteriormente, a medida que construíamos la civilización, la única, la humana, con sus avances enormes y sus no menos enormes retrocesos, con su tremenda inestabilidad, debida a nosotros mismos y a nuestras incapacidades para asumir en lo personal lo que la historia general produce. Al principio se trató tan sólo de una cuestión de supervivencia, y la autoridad tuvo que imponerse violentamente, aunque fuese por motivos perversos, como el aprovechamiento de los frutos del trabajo de los más débiles por los más fuertes de la horda más o menos asentada.
La inmensa mayoría de los miembros de nuestra especie vive hoy en sociedades atrasadas, cuyo desarrollo no se corresponde con los niveles de saber alcanzados por el conjunto. Hay zonas de África en las que el hombre se encuentra en estado de naturaleza armada: se suma lo más primitivo y lo más avanzado, el palo ha sido reemplazado por exquisitas máquinas de matar pero los individuos se encuentran aún en los tiempos mentales del salvajismo, y no hay ni ha habido nunca buenos salvajes. Y lo que es peor, en mundos como el nuestro, el más próspero y sabio, las grandes ciudades tienden a generar sectores marginales que no superan en mucho los antiguos estadios. Hace unos años, cuando la gran crisis argentina me llevó a indagar lo que realmente estaba sucediendo, descubrí que en las villas chabolistas del entorno urbano de Buenos Aires había incontables familias, barrios enteros, que se encontraban ya en 2001 en la tercera generación de parados, que nunca habían sido integrados en ninguna forma de producción. Y encontré zonas en que eso había dado lugar a retrocesos tales que no se utilizaban cubiertos para comer, ni los jóvenes se habían calzado jamás. Eso sucedía en el llamado segundo cinturón de villas.
Hace unos cuatro mil años, el que pasó a la historia o a la mitología con el nombre de Abraham escuchó el llamado de Dios. En el Génesis quedaron establecidos los siete preceptos que se perfeccionarían, tras la salida de Egipto, en los diez mandamientos. Algunos de esos preceptos correspondían a una Weltanschauung de apariencia avanzada: no adorar ídolos, no blasfemar, no matar, no robar; pero otros remiten a un mundo considerablemente primitivo: no comer carne de animales vivos o no mantener relaciones sexuales ilícitas –en alusión tanto al incesto como a la violencia, la zoofilia y la homosexualidad–. Aparece allí también la idea de pacto, el que se establece entre el Señor y su pueblo, y los exégetas leen el precepto como orden fundacional de las cortes de justicia.
Todo el proceso, incluido el episodio del descenso de Moisés del Sinaí, es una historia de contención. No sabemos cuánto tardó Moisés en bajar con las Tablas, tal vez días, pero vio con claridad que si a los hombres se los deja solos, terminarán haciendo algunas de las cosas que no les está permitido hacer, porque conspiran contra la supervivencia de la comunidad, o haciéndolas todas. Sin alguna forma de coerción, el prójimo no es de fiar.
Dos mil años después de Abraham, vino Jesucristo y nos dijo que al prójimo hay que amarlo como a uno mismo. No, como algún narcisista pretende, más que a uno mismo, sino exactamente igual. Lo que no es poco. Ya no como proyecto, sino como exigencia, como propósito firme y constante.
Sé que no estoy recorriendo un camino nuevo, y que incontables generaciones de teólogos, moralistas y hasta juristas han pasado por aquí, muchos de ellos desesperados por precisar la dimensión de ese amor y por definir de manera precisa a ese prójimo al que hay que amar. He leído a unos cuantos, sin encontrar en sus textos consuelo alguno. Continúo sin saber quién es el prójimo. El próximo, el que está cerca, mi semejante. Hay personas a las que amo mucho más que a mí mismo, y cualquiera que tenga hijos sabe de qué hablo. Como lo sabe quien se haya enamorado alguna vez. Y personas a las que no amo en absoluto. Y personas a las que detesto sin ambages.
Y, sobre todo, personas a las que no considero mis semejantes ni mucho menos mis iguales. He aceptado el ritual democrático porque sin él nadie nos salvaría de retrogradar una vez más hasta el estado natural hobbesiano, pero cada vez que me convocan para que diga qué mal menor prefiero al gran mal que ya tengo, observo con horrible desconfianza a mi par ciudadano, que no ha hecho ni remotamente un esfuerzo por entender lo real comparable al que yo he hecho, y que tiene el mismo derecho que yo a pronunciarse. Es posible que ese prójimo, si coincide con los suficientes otros, me condene con su voto, y condene a mucha más gente, a una desgracia duradera.
He aceptado el ritual. Sé que de él pueden surgir y surgen, de hecho, monstruos insaciables dedicados al mal. No hago nombres, que los ponga cada uno de acuerdo con sus propios fantasmas. Sé que pertenecen a mi misma especie tanto como que es con ellos con quienes debo batallar a lo largo de toda mi existencia, pero ni el cielo puede pedirme que los ame como a mí mismo. Son mis próximos, están cerca –en mi casa, donde se meten sin ser invitados–, a lo sumo a una distancia de seis individuos, de seis grados. Puedo hablar con ellos, y lo he hecho más de una vez porque el periodismo y la política te ponen en situaciones ingratas, te llenan de malas compañías. Doy fe de que algunos, mal que me pese, me resultaron simpáticos, y salí palpándome el alma y preguntándome qué estaba fallando en mí, pero consciente de que nunca, en ninguna circunstancia, a menos que perdiera la razón, podía amarlos. Ni como a mí mismo ni de ninguna otra forma.
¿Qué piensa usted del prójimo?  
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La actitud mental es lo único en tu vida sobre lo cual puedes mantener control absoluto. Si tienes una actitud positiva hallarás la verdadera riqueza de la vida.

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