Pensaste que sería suficiente. Sólo fue un sueño.
Hay demasiadas similitudes entre lo que ha hecho Gadaffi con su pueblo y lo que intentas hacer con nosotros. Todavía me cuesta trabajo observar como tratas de defender a un tirano y genocida, que llenó los bancos europeos de dinero mal habido en su revolución verde. Claro que tiene algunos seguidores, los que chupan de esa teta y los que después de cuarenta años todavía creen en una revolución de mentiras.
SUEÑOS ROTOS |
La única razón que puedo entender para esa defensa, es la de intentar que ese virus libertario no se convierta en epidemia, con el consecuente daño a tus intereses personales. Gadaffi usó sus ejércitos para combatir al pueblo que dice amar. Si es cierto que el pueblo ama a Gadaffi, la resistencia no hubiese avanzado un solo metro en esa gesta libertaria. La única verdad es que el verdadero pueblo está luchando por derrocar a un tirano que lleva cuatro décadas en el poder y parece estar aferrado a la silla aun cuando esa decisión implique una guerra civil. Tú pensaste que apoyándolo ganabas adeptos en Venezuela.
Ayer te escuché hablando en televisión y convocando al pueblo para el censo de la Misión vivienda. Captahuellas incluido, para montar todo un show en torno a las necesidades del pueblo. Los quieres ver en fila, en la cola para hacer saber que ellos aspiran a una vivienda. Los quieres censar pues una gran parte de ese necesitado pueblo que debe ser engañado con la promesa de una vivienda. Cada uno de ellos y de sus familiares, son un voto en potencia para las elecciones de 2012.
Ya empezamos, afirmaba el Ministro de la Vivienda, al tiempo que le recordabas: las tierras, el cemento, las cabillas, los bancos. Se termina marzo y siguen dando vueltas sobre sí mismos sin encontrar el método que los va a sacar del hueco. Gran parte de las obras que paralizaron el último trimestre del año pasado, no han arrancado de nuevo. Que queda para las que están por construirse.
Las grandes obras se hacen convocando esfuerzos y voluntades, no expropiando y obligando a los participantes. Tú pensaste que era suficiente con vender más promesas, para llegar bonito a las elecciones.
Dices haber entregado setecientas treinta mil computadoras Canaima. Más de setecientas mil computadoras a alumnos de escuela básica publica, que todavía no llegan al cuarto grado, según tus palabras, de las que se “fabricarían” en Venezuela, desde hace tres años. Todavía no he visto la primera. No han podido montar una fábrica de computadoras, ni de carros, ni de celulares, ni de nada. Pura paja. Paja y más paja.
Si pensaste que con esto engaños continuados lograrás remontar la cuesta de los números electorales, te equivocaste. Ya de esta cabuya tenemos un rollo. Ya sabemos qué tu capacidad para convertir promesas en verdades es casi nula. Diciembre 2012 está a la vuelta.
@pereiralibre
vienegrande@yahoo.es
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