Las precipitaciones atmosféricas de estas ultimas semanas si bien han sido inclementes, han puesto al descubierto la verdadera situación en que ha caído el país en cuanto a la infraestructura en general, lo cual ha causado serios daños patrimoniales al país y humanos a la ciudadanía en general -con mayor incidencia en la población de las zonas marginales de las ciudades, pueblos y caseríos de todo el país-; y esos ocurren después que el régimen ha recibido 950 millardos de dólares de entradas totales por concepto de la renta petrolera y del impuesto al valor agregado IVA, con la practica aplicada de calcular el Presupuesto anual sobre la base de un precio del petróleo estimado muy por debajo de los valores de realización . Para darse cuenta de lo que esta ocurriendo, para el presupuesto del 2011 el precio del petróleo ha sido estimado en 40 dólares por barril mientras que en realidad el promedio real del precio es de alrededor de 65 dólares; a esos ingresos hay que agregarle aproximadamente 37 mil millones de dólares que el Banco Central le entregó al Ejecutivo “considerados como reservas excedentes” –figura creada por el régimen- para hacerse de más recursos como lo que ingresa a los Fondos para crear una doble contabilidad como quienes estafan al fisco. Estimaciones conservadoras reportan que una tercera parte del ingresos petrolero se desvía hacia esos Fondos cuya utilización no está sujeta a la rendición de cuentas y que por lo tanto hay que deducir –dados los resultados que presenta la gestión del régimen y las condiciones de precariedad en que ha caído el país- que deben haber sido utilizadas para otros fines.
Par consiguiente, dada la gravedad de la situación, en lugar de bajar lo cabeza como pretenden hay que levantarla con mayor fuerza, para hacer pagar el costo político por ese atrevimiento y esa extravagancia ideológica reclamando con la fuerza que nos da la razón de lo siguientes: aspectos para que los sufrimientos de la población en general se traduzca en el COSTO POLITICO que el régimen debe pagar: Primero, que el desplome de la infraestructura vial de vías nacionales, interurbanas y urbana, la caída de los puentes y la fallas de bordes la principal es la consecuencia de la falta de un adecuado mantenimiento y la falta de construcción de vías alternas para aliviar la presión sobre ciertos trocales como el que se genera porque el trafico que proviene de oriente dirigido a occidente tenga que transitar desde Guatire hasta llegar a la Regional del Centro por la autopista del Este. Segundo, que el desastre en los cerros es consecuencia de la falta de construcción de viviendas por parte del sector publico y de las restricciones y obstáculos a las actividades privadas que se ha traducido –por necesidad- en exorbitante incremento de las construcciones abusivas en zonas de alto riego, sin servicio de drenajes, en todo el ámbito nacional y con mayor intensidad en el área del Gran Caracas, impulsada por una política populista, irresponsable y degenerativa que ha inducido a la gente a que se la arregle. Esta es la mayor hipoteca que este régimen dejara al país porque en lugar de generar políticas correctivas a la situación heredada, utilizando los cuantiosos recursos que ha dispuesto ha cometido la irresponsabilidad no solo de desviarlos hacia otro fines sino que ha aplicado regulaciones y castigos a las actividades privadas en general y en particular a la del sector, generando prácticamente un caos “urbanístico” de dimensiones inmedibles que se ha convertido en el mal de los males de una buena parte de la población condenada a vivir en condiciones infrauhumanas . Tercera, debemos denunciar por irresponsables o por ignorantes de lo que podría ocurrir de que no ha habido una efectiva pronta intervención de los entes públicos en atender a los damnificados, y siguieron la practica comunista de conminar a legítimos propietarios de ceder espacios y ordenado la ocupación de Hoteles, sin considerar compensación alguna, lo que equivale –cuando menos- a una confiscación adicional de bienes privados; si eso fue el propósito de crear el mayor desorden lo lograron pero deberán pagar, como lo pago Republica Civil (1960-1999) el costo político porque todo gobierno, incluso el dictatorial, requiere de un ORDEN, porque con el desorden, tarde temprano, viene la debacle. Cuarta, Mientras la situación de la atención a la salubridad publica ha caído debajo de cero nada se ha hecho por evitar las contaminaciones y propagación de plagas lo cual se ha incrementado llegando a ser una calamidad más para la población, ya que con ese deslave la ciudad de Caracas esta inundada de aguas servidas que proceden de los barrios que la circunda. A ello se agrega que mientras la clínicas privadas están haciendo enormes esfuerzos para atender a una hola creciente de enfermos, los entes públicos -hospitales y Misiones- están en la garraplana y como “premio” se cierne sobre el sector privado de la salud una amenaza de intervención, lo cual causaría el mayor colapso por la destrucción de un sistema que es el que sostiene el mayor peso por el desborde de una situación en la cual el Estado dominado por este régimen esta prácticamente ausente. Quinta. A todo esto, no hay que dejar de considerar la situación política del régimen que, por haber matado la gallina de los huevos de oro PDVSA, continua negociando venta de petróleo a futuro con imperios distintos del que paga de contado; tampoco debemos perdonar que, mientras durante la Republica civil, los contratos petroleros se discutían a la luz publica y en un Congreso plural, ahora se hace con un hermetismo como si se tratara de negocios particulares, de manera que no pudiendo conocer las condiciones de esos convenios, mañana puede haber sorpresas por unas negociaciones que pueden estar poniendo a riego la soberanía del País. Por otra parte, no hay que hacerse los desatendidos de la noticia acerca de los acuerdos con IRAN y con Libia, para la explotación en Venezuela del uranio y de los eventuales emplazamientos de rampas para misiles y la pregunta que surge es: ¿Sera para hacer lo que no pudieron hacerse en Cuba? Sexta; lo mas importante, la población no aguanta por mucho tiempo los efectos mortales de una delincuencia desbordada que actúa día y noche sin que medie una mínima acción de resguardo de los derechos ciudadanos; el primero el derecho a la vida. El régimen deberá pagar el COSTO POLITICO de su aventura si la organizaciones democráticas –las política y las sociales- sabrán plantear a nivel de los afectados el justo reclamo de las consecuencias que paga –con sangre- la ciudadanía que vive en un caos causado por tratar de imponer en nuevo modelo de sociedad.-
Todos debemos estar conteste del peligro dentro del cual nos han metido y mas que todo de que hay que posicionarse frente a ese desastre, conscientes del esfuerzo que hay que hacer para evitar lo peor.
dduzoglou@gmail.com
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