Socialismo sin dólares, para la gente
Cuesta mucho a la gente de bien, de trabajo, independiente de su actividad económica, comprender las razones por las cuales el gobierno finalmente eliminó el mercado paralelo, o dólar permuta; sobre todo porque del funcionamiento de ese mercado –paralelo- depende una buena parte de la actividad económica en Venezuela, cerca del 40%.
Sin embargo, si seguimos meticulosamente la trayectoria de las políticas públicas, la actividad legislativa, el discurso político oficial y una suerte de violencia institucional armada, en el horizonte, para todos ellos, la liquidación de la empresa privada es un objetivo; muchas veces no creído por la gente de paz y trabajo de este país, quien en su sano juicio puede creer que en estos tiempos, alguien tenía entre sus objetivos políticos acabar con las empresas de la gente.
Pero no, lo que estamos viendo ya no necesita ni anteojos ni altoparlantes.
Cuesta mucho a la gente de bien, de trabajo, independiente de su actividad económica, comprender las razones por las cuales el gobierno finalmente eliminó el mercado paralelo, o dólar permuta; sobre todo porque del funcionamiento de ese mercado –paralelo- depende una buena parte de la actividad económica en Venezuela, cerca del 40%.
Sin embargo, si seguimos meticulosamente la trayectoria de las políticas públicas, la actividad legislativa, el discurso político oficial y una suerte de violencia institucional armada, en el horizonte, para todos ellos, la liquidación de la empresa privada es un objetivo; muchas veces no creído por la gente de paz y trabajo de este país, quien en su sano juicio puede creer que en estos tiempos, alguien tenía entre sus objetivos políticos acabar con las empresas de la gente.
Pero no, lo que estamos viendo ya no necesita ni anteojos ni altoparlantes.
Para el Presidente y su conglomerado de burócratas inservibles e ineficientes, la implementación de socialismo corre sobre las ruinas del capital, y este tiene propietario, como no se pudo liquidar al propietario, se procedió a descapitalizarlo, a arruinarlo.
El marco de su eliminación ha sido el fin del mercado de capitales, el cual según confesión de un diputado oficial no tienen razón de existir en el socialismo, y tiene razón, porque el mercado de capitales es un mercado donde se transan títulos, valores de propiedad principalmente privada, y estando esta en procesos de destrucción mal podría funcionar un mercado de capitales.
A esta gente de bien y trabajo, que dirige y administra empresas y su propios medios de ahorro, le cuesta aceptar esa realidad, y se ha gastado semanas enteras esperando y analizando de que manera el gobierno supuestamente reimplantaría el dólar permuta, inclusive bajo su control, sin llegar a creer insospechadamente que el gobierno realmente había enterrado cualquier posibilidad de obtener dólares en las magnitudes que el permuta permitía, el único camino abierto es ahora el llamado mercado negro, curiosamente creado por defecto por el mismo gobierno con la eliminación del dólar permuta.
El control del dinero y el corral sobre los ahorros y cuentas corrientes
El gobierno, a través del BCV y Min Finanzas asumieron el control del mercado permuta destruyendo un principio básico de los derechos de propiedad, los bonos públicos que ellos ahora administran son propiedad del sistema financiero y son adquiridos con los ahorros de la gente y sus empresas. El sistema financiero y sus líderes, aceptaron sin chistar el nuevo régimen, -la agenda del miedo es feroz y el miedo un bien público, es tan gratuitito como la luz del sol- el BCV les administra sus pertenecías de activos y establecerá los precios a los cuales esos bonos se liquidarían en el mercado, bajo la administración de un esquema que pomposamente llaman “bandas de flotación”, en realidad solo una banda dirige ese mercado; la del BCV.
Bajo esa intervención discrecional del BCV y el gobierno que fulminan los derechos de propiedad que sobre esos activos en dólares tiene la banca privada, establece un régimen de racionamiento incomprensible, económica e institucionalmente hablando, ya que esos bonos públicos denominados en dólares comprados por la gente y empresas de ninguna manera constituye un mercado cambiario donde bolívares se –destruyen o esterilizan- se dan a cambio para adquirir dólares como ocurre inclusive en el mercado CADIVI, donde los bolívares que compran dólares van al BCV afectando la liquidez monetaria.
En otras palabras, los bolívares por medio de los cuales se adquieren los bonos en dólares de los bancos nunca abandonan la liquidez monetaria, y no son esterilizados por el BCV; es decir, allí ni siquiera en el extremo se puede hablar de salida de capitales, por importación o exportación. Bajo esas premisas es incomprensible, como acotaba arriba, que el BCV controle, restrinja y mucho menos racione el número de dólares que la demanda y el mercado por la divisa disponga.
Los entretelones políticos de la eliminación del mercado permuta
Siguiendo las tesis discutidas en la AN por diputados del gobierno, uno encuentra cierto exceso de sinceridad que resuelve la incertidumbre de la gente en la calle: “en el socialismo no hay mercado de capitales, …...tampoco existen las casas de bolsas”, siendo estas microestructuras financieras satanizadas por el Presidente y su gobierno como especuladores como en una especie de paredón político donde el gobierno purga sus "malhechorias" en diseño y aplicación de políticas públicas, además de sus errores. Sabíamos que no eran errores, sino componentes de una agenda de destrucción.
La mayoría de esas microestructuras financieras han sido intervenidas, sus directivos detenidos, y puestas de inmediato en manos de una “lujosa” clase de interventores que se dispondrían a la liquidación de esas empresas, no sin antes agotar en sus gastos capital y flujo en caja. Los activos del público que participaba en el mercado de capitales con sus ahorros por intermedio de esas microestructuras financieras –casa de bolsas y corretaje- no les han sido devueltos a sus dueños, los sentimientos en el mercado son los mismos de las recientes intervenciones bancarias donde los depositantes aun no han recibido sus reales, los ahorristas sienten que sus dineros podrían perderse en medio de la agenda de destrucción.
Pasada la alharaca inicial de suspensión del mercado paralelo y cierre de esas microestructuras financieras, la opinión pública aun desconoce y espera conocer las verdaderas razones por las cuales el mercado permuta fue suspendido, la mentira como borde del discurso y acción pública de las instituciones del estado comprometidas en la revolución, no darán las explicaciones que el ciudadano demanda.
Sin razones, excepto las de destruir el aparato productivo, lo que queda de el!
Pero, desde luego que no hay razones económicas que pertenezcan a la racionalidad de la vida económica, excepto las políticas de un régimen represivo que busca eliminar a todo evento la propiedad privada. Hasta ahora el discurso político está dirigido a acusar a una supuesta oligarquía culpable que el precio del dólar en el mercado paralelo multiplicara el CADIVI (2.60 Bs/dólar) y el dólar BCV de los bonos cambiaros (4.85 Bs/dólar); en realidad la escalada en su precio, es consecuencia directa de la revolución, la inflación y el desparecido marco jurídico, ponen sobre el bolívar el martillo y la hoz de la revolución, nadie lo quiere, la demanda es por una moneda donde la revolución no tenga derecho, el dólar, o el euro.
Sin embargo tal premisa falsa de toda falsedad porque las razones por las cuales el dólar permuta escalaba en el mercado emergían precisamente de la caótica y corrupta administración por racionamiento del dólar CADIVI, y de una política monetaria que en los hechos constituía un fusilamiento del bolívar; en el fondo causado por una política fiscal gastiva e irresponsable por derroche, corrupción del propio gobierno que exigía del BCV una política monetaria facilitadora del gasto público, que desde hace unos anos ya financia el déficit fiscal a través de leyes y artilugios administrativos.
La inflación –es un impuesto, no olvidemos ese detalle- en la calle, es la resultante e estas políticas destinadas a proveer al gobierno de todos los fondos para financiar su revolución, inflación por cierto defectuosamente medida por el BCV, que la mide sesgadamente hacia la baja, bien por manipulación de los índices de precio, o por metodologías que esconden el verdadero nivel de depreciación o pérdida de poder de compra del bolívar, pero brutamente sentida por el hombre de a pie y la clase media que ve sus ingresos y salarios fulminados por esas dislocadas políticas económicas del “socialismo” y destrucción del capital. La escalada del dólar paralelo mostraba entonces, en síntesis, el impacto de una política económica absolutamente funesta, por un lado y de la agenda de destrucción del capital privado por el otro.
La eliminación del dólar permuta
En ese sentido las verdaderas razones para la eliminación del dólar paralelo o permuta, único recurso de la gente para comprar el dólar, inclusive a precio vil, dado el poder depredador del régimen cambiario –permuta incluido- creado por el gobierno hace unos anos, las encontramos en el terreno de la política y la violenta implementación del socialismo, con y por acoso a la economía privada y libre iniciativa de la gente.
El nuevo esquema del permuta, inaugurado la semana pasada, bajo fuerte presión de la opinión pública nacional e internacional, basado en la venta de bonos públicos denominados en dólares, en propiedad del sistema financiero, establece un rígido y estricto y económicamente absurdo racionamiento cuyo objetivo no es otro que intensificar la descapitalización de la economía privada.
El impacto económico contractivo por la eliminación del permuta será similar al ocasionado por la devaluación del 100% de enero pasado y al racionamiento eléctrico de estos meses. Las correcciones a las expectativas por la eliminación del dólar permuta y su sustitución por el "permuta rojo rojito" recientemente implementado la semana pasada por parte del BCV, muestran dolorosamente que la contracción económica de este año, se agudizarán.
En este sentido, y en agregado podemos estimar el costo del socialismo en términos del PIB, lo estimamos a la fecha en un 36%, nada de sorpresas por cierto, si revisamos la historia de empobrecimiento que mostró el socialismo en más de 80 años de historia en Europa y Asia, y que hoy vemos grosera e impúdicamente en Cuba, Corea del Norte y Zimbawe.
Economist, Ph.D (London)
Caracas, Venezuela
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El marco de su eliminación ha sido el fin del mercado de capitales, el cual según confesión de un diputado oficial no tienen razón de existir en el socialismo, y tiene razón, porque el mercado de capitales es un mercado donde se transan títulos, valores de propiedad principalmente privada, y estando esta en procesos de destrucción mal podría funcionar un mercado de capitales.
A esta gente de bien y trabajo, que dirige y administra empresas y su propios medios de ahorro, le cuesta aceptar esa realidad, y se ha gastado semanas enteras esperando y analizando de que manera el gobierno supuestamente reimplantaría el dólar permuta, inclusive bajo su control, sin llegar a creer insospechadamente que el gobierno realmente había enterrado cualquier posibilidad de obtener dólares en las magnitudes que el permuta permitía, el único camino abierto es ahora el llamado mercado negro, curiosamente creado por defecto por el mismo gobierno con la eliminación del dólar permuta.
El control del dinero y el corral sobre los ahorros y cuentas corrientes
El gobierno, a través del BCV y Min Finanzas asumieron el control del mercado permuta destruyendo un principio básico de los derechos de propiedad, los bonos públicos que ellos ahora administran son propiedad del sistema financiero y son adquiridos con los ahorros de la gente y sus empresas. El sistema financiero y sus líderes, aceptaron sin chistar el nuevo régimen, -la agenda del miedo es feroz y el miedo un bien público, es tan gratuitito como la luz del sol- el BCV les administra sus pertenecías de activos y establecerá los precios a los cuales esos bonos se liquidarían en el mercado, bajo la administración de un esquema que pomposamente llaman “bandas de flotación”, en realidad solo una banda dirige ese mercado; la del BCV.
Bajo esa intervención discrecional del BCV y el gobierno que fulminan los derechos de propiedad que sobre esos activos en dólares tiene la banca privada, establece un régimen de racionamiento incomprensible, económica e institucionalmente hablando, ya que esos bonos públicos denominados en dólares comprados por la gente y empresas de ninguna manera constituye un mercado cambiario donde bolívares se –destruyen o esterilizan- se dan a cambio para adquirir dólares como ocurre inclusive en el mercado CADIVI, donde los bolívares que compran dólares van al BCV afectando la liquidez monetaria.
En otras palabras, los bolívares por medio de los cuales se adquieren los bonos en dólares de los bancos nunca abandonan la liquidez monetaria, y no son esterilizados por el BCV; es decir, allí ni siquiera en el extremo se puede hablar de salida de capitales, por importación o exportación. Bajo esas premisas es incomprensible, como acotaba arriba, que el BCV controle, restrinja y mucho menos racione el número de dólares que la demanda y el mercado por la divisa disponga.
Los entretelones políticos de la eliminación del mercado permuta
Siguiendo las tesis discutidas en la AN por diputados del gobierno, uno encuentra cierto exceso de sinceridad que resuelve la incertidumbre de la gente en la calle: “en el socialismo no hay mercado de capitales, …...tampoco existen las casas de bolsas”, siendo estas microestructuras financieras satanizadas por el Presidente y su gobierno como especuladores como en una especie de paredón político donde el gobierno purga sus "malhechorias" en diseño y aplicación de políticas públicas, además de sus errores. Sabíamos que no eran errores, sino componentes de una agenda de destrucción.
La mayoría de esas microestructuras financieras han sido intervenidas, sus directivos detenidos, y puestas de inmediato en manos de una “lujosa” clase de interventores que se dispondrían a la liquidación de esas empresas, no sin antes agotar en sus gastos capital y flujo en caja. Los activos del público que participaba en el mercado de capitales con sus ahorros por intermedio de esas microestructuras financieras –casa de bolsas y corretaje- no les han sido devueltos a sus dueños, los sentimientos en el mercado son los mismos de las recientes intervenciones bancarias donde los depositantes aun no han recibido sus reales, los ahorristas sienten que sus dineros podrían perderse en medio de la agenda de destrucción.
Pasada la alharaca inicial de suspensión del mercado paralelo y cierre de esas microestructuras financieras, la opinión pública aun desconoce y espera conocer las verdaderas razones por las cuales el mercado permuta fue suspendido, la mentira como borde del discurso y acción pública de las instituciones del estado comprometidas en la revolución, no darán las explicaciones que el ciudadano demanda.
Sin razones, excepto las de destruir el aparato productivo, lo que queda de el!
Pero, desde luego que no hay razones económicas que pertenezcan a la racionalidad de la vida económica, excepto las políticas de un régimen represivo que busca eliminar a todo evento la propiedad privada. Hasta ahora el discurso político está dirigido a acusar a una supuesta oligarquía culpable que el precio del dólar en el mercado paralelo multiplicara el CADIVI (2.60 Bs/dólar) y el dólar BCV de los bonos cambiaros (4.85 Bs/dólar); en realidad la escalada en su precio, es consecuencia directa de la revolución, la inflación y el desparecido marco jurídico, ponen sobre el bolívar el martillo y la hoz de la revolución, nadie lo quiere, la demanda es por una moneda donde la revolución no tenga derecho, el dólar, o el euro.
Sin embargo tal premisa falsa de toda falsedad porque las razones por las cuales el dólar permuta escalaba en el mercado emergían precisamente de la caótica y corrupta administración por racionamiento del dólar CADIVI, y de una política monetaria que en los hechos constituía un fusilamiento del bolívar; en el fondo causado por una política fiscal gastiva e irresponsable por derroche, corrupción del propio gobierno que exigía del BCV una política monetaria facilitadora del gasto público, que desde hace unos anos ya financia el déficit fiscal a través de leyes y artilugios administrativos.
La inflación –es un impuesto, no olvidemos ese detalle- en la calle, es la resultante e estas políticas destinadas a proveer al gobierno de todos los fondos para financiar su revolución, inflación por cierto defectuosamente medida por el BCV, que la mide sesgadamente hacia la baja, bien por manipulación de los índices de precio, o por metodologías que esconden el verdadero nivel de depreciación o pérdida de poder de compra del bolívar, pero brutamente sentida por el hombre de a pie y la clase media que ve sus ingresos y salarios fulminados por esas dislocadas políticas económicas del “socialismo” y destrucción del capital. La escalada del dólar paralelo mostraba entonces, en síntesis, el impacto de una política económica absolutamente funesta, por un lado y de la agenda de destrucción del capital privado por el otro.
La eliminación del dólar permuta
En ese sentido las verdaderas razones para la eliminación del dólar paralelo o permuta, único recurso de la gente para comprar el dólar, inclusive a precio vil, dado el poder depredador del régimen cambiario –permuta incluido- creado por el gobierno hace unos anos, las encontramos en el terreno de la política y la violenta implementación del socialismo, con y por acoso a la economía privada y libre iniciativa de la gente.
El nuevo esquema del permuta, inaugurado la semana pasada, bajo fuerte presión de la opinión pública nacional e internacional, basado en la venta de bonos públicos denominados en dólares, en propiedad del sistema financiero, establece un rígido y estricto y económicamente absurdo racionamiento cuyo objetivo no es otro que intensificar la descapitalización de la economía privada.
El impacto económico contractivo por la eliminación del permuta será similar al ocasionado por la devaluación del 100% de enero pasado y al racionamiento eléctrico de estos meses. Las correcciones a las expectativas por la eliminación del dólar permuta y su sustitución por el "permuta rojo rojito" recientemente implementado la semana pasada por parte del BCV, muestran dolorosamente que la contracción económica de este año, se agudizarán.
En este sentido, y en agregado podemos estimar el costo del socialismo en términos del PIB, lo estimamos a la fecha en un 36%, nada de sorpresas por cierto, si revisamos la historia de empobrecimiento que mostró el socialismo en más de 80 años de historia en Europa y Asia, y que hoy vemos grosera e impúdicamente en Cuba, Corea del Norte y Zimbawe.
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