Estamos en el país que no existe, no lo olvide. “El proceso”, “Der Prozess”, es también una novela de Franz Kafka (Praga, 3 de julio de 1883 – Kierling, cerca de Klosterneuburg, Austria, 3 de junio de 1924, fue un escritor austriaco de idioma alemán. Su obra es considerada una de las más influyentes de la literatura universal en el último siglo, a pesar de no ser muy extensa: fue autor de tres novelas: El proceso, El castillo y América, una novela corta La metamorfosis y un cierto número de parábolas y relatos breves) y fue publicada por primera vez, en alemán, en 1925.
En el relato de la novela “El Proceso”, Josef K, el protagonista, es arrestado una mañana por una razón que no conoce. Josef K despierta en una habitación custodiada por dos vigilantes. Es llevado a hablar con el juez, quien le comunica que va a ser procesado. Sometido a interrogatorio, conoce al juez de instrucción y a su mujer y, además, le dicen que lo van a ayudar en esa instancia. ¿Algún parecido con acontecimientos actuales?
Josef K, como puede, se informa sobre el tribunal y eso le disgusta a alguien, porque los dos vigilantes del Banco en el que Josef K trabaja son azotados. ¿Continua la semejanza?
Aparece un tío de Josef K que se había enterado de que su sobrino estaba acusado y le encomienda su caso a un abogado, quien resulto enfermo del corazón y, además, que solo se preocupaba de cobrar sin hacer nada; Josef K decide pedir ayuda a un pintor y más adelante a un sacerdote, el cual le explica su situación ante la ley.
Una noche vienen a buscarlo dos hombres que lo llevan a las afueras de la ciudad, le despojan de sus ropas y le muestran un cuchillo con el que Josef K teóricamente tendría que suicidarse, al no aceptar esa opción, uno de los hombres le amenaza con clavarle el cuchillo en el corazón. El protagonista termina asumiendo la culpa del delito que supuestamente ha cometido. ¿?
Para Josef K todo es una gran pesadilla; defenderse de algo que nunca sabe qué es y con argumentos aún menos concretos, tan solo para encontrar, una y otra vez, que las más altas instancias a las que pretende apelar no son sino las más humildes y limitadas, creándose así un clima de inaccesibilidad a la “justicia” y a la “ley”. A los conocedores en profundidad de la novela disculpen la síntesis.
De esa novela se desprenden interpretaciones y cuentos. Hay una famosa narración, denominada “kafkiano”, Ante la ley, y de allí también la sobrevenida, en esencia denominada “la pesadilla kafkiana”: según ese cuento un hombre llega de lejos y pretende cruzar la puerta de la Ley, pero un Guardián se lo impide durante años. Al final, cuando el hombre agoniza, el guardian le grita: "Ningún otra persona podía haber recibido permiso para entrar por esta puerta, puesta esta entrada estaba reservada sólo para ti. Ahora me voy y cierro la puerta".
Otra Interpretación: Josef K se encuentra en un ambiente asfixiante y envolvente, procura encontrar un abogado para defenderse de tan anónima y enigmática acusación y recorre calles y personas con el fin de encontrar el informe de su proceso y al juez que se encargará de dicho trámite. Todo en vano. ¿Igual que en este proceso?
La desesperación que invade progresivamente a Josef K hace pensar al lector no sólo en la esperanza del protagonista por defenderse, sino por anteponer la racionalidad y la coherencia a un mundo arrogante y absurdo, en el que un hombre como él puede ser detenido y hasta podría ser ejecutado sin que en ningún momento se conozcan los detalles por los cuales está a punto de arruinarse su existencia. ¿La criminalizacion de la justicia del presente proceso rojo rojito? ¿La violación sistemática de los derechos humanos y fundamentales del hombre y del ciudadano? ¿Y, donde la OEA, la ONU?
Conciente de que no tiene nada que perder y la propia vida como algo que ganar, se deja arrastrar hasta los infiernos de la miseria y la indignidad con tal de salvarse. ¿Lo notamos en algunos seguidores del primer burócrata rojo rojito? ¿En algunos inversionistas, empresarios, negociantes, políticos, etc.?
Así, en una atmósfera totalmente alucinada, encontramos a un abatido Josef K buscando oficinas en lugares insospechados, intentando mantener diálogos acerca del tema, tan frustrantes como absurdos, en una sociedad devorada por la burocracia. ¿? ¿Por na inercia? ¿Por el desden? ¿Por la comodidad?
Josef K parece darse cuenta, de repente, de que está soñando y lucha por encontrar lógica en lo que está viviendo, para acelerar su despertar. ¿Despertara el pueblo a tiempo y en tiempo? ¿Se levantara?
Las jerarquías, extraordinariamente complejas, y en definitiva, la Ley, son un elemento omnipresente en El Proceso, de forma que la Ley lo es todo y todo acaba en la Ley, sin que Josef K pueda hacer absolutamente nada para remediarlo ni llegar a una apelación inalcanzable. ¿Casi igual que ahora, aquí?
Hay quien ve en El Proceso una crítica a una sociedad cada vez más alienada y regida por hechos y por datos, de forma que la importancia de la burocracia es elemental.
Hay quien subraya que es un alegato contra los regímenes totalitarios, dictatoriales, y contra el abuso de la Ley, en el momento que ataca la intimidad y la integridad de las personas. Tal como sucede en el actual “proceso” rojo rojito. ¿Criminalizacion del oponente? ¿Uso ideológico del sistema judicial? La influencia de esta novela ha sido catalogada por diversos autores como inconmensurable.
¿Se parece esta novela al “proceso” robolucionario socialista marxista rojo rojito? ¿Por eso lo llaman ellos mismos “proceso”? ¿A usted le parece este proceso rojito robolucionario “kafkiano”?
¿Este proceso robolucionario nos trasladó a un mundo y/o panorama kafkiano? ¿Quiere usted salir de esta pesadilla? Hágalo. La Constitución Nacional contempla los medios, el artículo 350, y la soberanía que reside en el pueblo lo hacen posible. Existe, además, una justificación universalmente aceptada: cuando los abusos y usurpaciones demuestran que un gobierno somete a un pueblo al despotismo, a la dictadura, a la tiranía, etc., es su derecho, es su deber, quitar ese gobierno.
Nota: el grito profundo que salio de la garganta de la mayoría de los habitantes, del pueblo, de los barrios y cerros de Caracas el 31 a las 12 de la noche fue: ¡llévatelo, llévate a Chávez año nuevo!...Y, zuas, devaluación 100%...”proceso kafkiano”
“El poder nunca es estable cuando es ilimitado”. Publius Cornelius Tacitus (55-120 d.J.C.): Cornelio Tácito (Cornelius Tacitus) (c. 55 – 120) fue un historiador, senador, cónsul y gobernador del Imperio Romano.
Caracas, Venezuela, 01/01/2010.
Nelson Maica
nmaicac@cantv.net
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