*ANTONIO LEDEZMA ESCRIBIO: “Puras mentiras”
El lun 28-jul-08
Esta viajadera y la compulsiva regaladera para solucionar problemas ajenos, traen de cabeza al pueblo venezolano. Y tiene que ser así, porque la verdad es que produce muchísima rabia ver a un hombre al que se le ha confiado la administración de la hacienda pública nacional, repartiendo a manos llenas el dinero que es patrimonio de la nación y de sus ciudadanos.
Mientras Chávez actúa como un don regalón, aquí se multiplican gravísimos problemas de desempleo, salud, educación, servicios públicos y abastecimiento de alimentos. Lo más reciente fue lo que se dio en España. Hasta allá llegó Chávez con su "espíritu reconciliador" a buscar el espaldarazo del Rey Juan Carlos I, al que tantas veces ofendió con calificativos grotescos, por demás. Ahora obsequiará petróleo a la comunidad española.
De paso es bueno aclarar que nadie en ese país -por lo menos sus actuales gobernantes y monarcas- se lo estaban pidiendo. Fue a motu propio que salió el impenitente viajero a dárselas de ricachón y botarata. Ya había hecho lo mismo en uno de esos periplos injustificados que lo llevó hasta Londres, donde también se quiso lucir como un mandatario bondadoso, al suscribir un acuerdo para suministrar combustible a "precio de ganga" para los autobuses que prestan servicio de transporte público.
Mi deseo es transmitirles un mensaje a esos venezolanos que aun creen en los discursos de Chávez en los que insiste con esa perorata sobre el pueblo y los pobres a los que supuestamente aspira redimir de sus necesidades.
Es hora de que los venezolanos terminen de abrir los ojos para que vean cómo este presidente y sus acompañantes malbaratan el presupuesto nacional en giras fastuosas que nada bueno le traen a esas legiones de gente humilde que vive en condiciones de absoluta pobreza en el territorio nacional.
No se trata de un simple y ocasional donativo; estamos en presencia de un régimen que ha regalado la bicoca de cerca de 33 mil millones de dólares a otras naciones; eso es escandaloso si nos atenemos a las cifras que revelan cómo se espesan anualmente los cinturones de miseria que esperan por ser reducidos, si de verdad se aplicaran en la realidad, las promesas plasmadas por Chávez año tras año.
Viajes, regalos, compras de armas de guerra y de aviones lujosos, gastos en fiestas y hechos de corrupción, son las máculas que afean la historia de una revolución que lo que ha traído consigo es una conmovedora división de nuestro pueblo que ahora siente la mordida de sentimientos de odio y revanchismo que nunca habían estado en nuestro ambiente.
Esta viajadera y la compulsiva regaladera para solucionar problemas ajenos, traen de cabeza al pueblo venezolano. Y tiene que ser así, porque la verdad es que produce muchísima rabia ver a un hombre al que se le ha confiado la administración de la hacienda pública nacional, repartiendo a manos llenas el dinero que es patrimonio de la nación y de sus ciudadanos.
Mientras Chávez actúa como un don regalón, aquí se multiplican gravísimos problemas de desempleo, salud, educación, servicios públicos y abastecimiento de alimentos. Lo más reciente fue lo que se dio en España. Hasta allá llegó Chávez con su "espíritu reconciliador" a buscar el espaldarazo del Rey Juan Carlos I, al que tantas veces ofendió con calificativos grotescos, por demás. Ahora obsequiará petróleo a la comunidad española.
De paso es bueno aclarar que nadie en ese país -por lo menos sus actuales gobernantes y monarcas- se lo estaban pidiendo. Fue a motu propio que salió el impenitente viajero a dárselas de ricachón y botarata. Ya había hecho lo mismo en uno de esos periplos injustificados que lo llevó hasta Londres, donde también se quiso lucir como un mandatario bondadoso, al suscribir un acuerdo para suministrar combustible a "precio de ganga" para los autobuses que prestan servicio de transporte público.
Mi deseo es transmitirles un mensaje a esos venezolanos que aun creen en los discursos de Chávez en los que insiste con esa perorata sobre el pueblo y los pobres a los que supuestamente aspira redimir de sus necesidades.
Es hora de que los venezolanos terminen de abrir los ojos para que vean cómo este presidente y sus acompañantes malbaratan el presupuesto nacional en giras fastuosas que nada bueno le traen a esas legiones de gente humilde que vive en condiciones de absoluta pobreza en el territorio nacional.
No se trata de un simple y ocasional donativo; estamos en presencia de un régimen que ha regalado la bicoca de cerca de 33 mil millones de dólares a otras naciones; eso es escandaloso si nos atenemos a las cifras que revelan cómo se espesan anualmente los cinturones de miseria que esperan por ser reducidos, si de verdad se aplicaran en la realidad, las promesas plasmadas por Chávez año tras año.
Viajes, regalos, compras de armas de guerra y de aviones lujosos, gastos en fiestas y hechos de corrupción, son las máculas que afean la historia de una revolución que lo que ha traído consigo es una conmovedora división de nuestro pueblo que ahora siente la mordida de sentimientos de odio y revanchismo que nunca habían estado en nuestro ambiente.
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