*FREDDY LEPAGE ESCRIBE EN ANALÍTICA: ¡CHÁVEZ LO LOGRÓ…!
Viernes, 8 de febrero de 2008
Lo que voy a relatar aquí no tiene nada que ver con la desastrosa gestión del régimen. ¡No señor! Se relaciona con el protagonismo de Chávez en el conflicto colombiano. Se trata del desprestigio general de las FARC. Significa la penuria, la soledad, el abandono, en que (mal) viven más de 700 prisioneros en manos de sus carceleros.
Sin embargo, la vida de Marulanda y sus secuaces transcurría relativamente tranquila, en medio de la selva. Los secuestros, asesinatos, la subversión, el chantaje, la violencia, el cobro de vacuna, formaban parte del paisaje cotidiano, no llamaban mucho la atención de la comunidad internacional; estaban cubiertos por una niebla tenebrosa, turbia, cómplice; por un manto de inhumana opacidad. De pronto, apareció el paladín de los “condenados de la tierra” (Franz Fanon díxit).
A los familiares de los rehenes, mantenidos en cautiverio (algunos encadenados como en la época de la esclavitud), les quedaban pocas esperanzas de volver a ver a sus seres queridos. Así, Chávez y su ayudante ambulante, la senadora Córdova -por un mal cálculo del Presidente Uribe-, son pomposamente designados facilitadores y/o mediadores para el canje humanitario de prisioneros entre los insurrectos y el Gobierno neogranadino. De allí en adelante se armó la sampablera. La incontinencia verbal, el afán de figuración de los ungidos, convertirían en un circo, lo que debió ser un trabajo serio y discreto, a los efectos de conseguir los fines propuestos.
Comenzaron las idas y venidas, los malentendidos, los insultos y la revocación del mandato conferido al jefe de Estado venezolano y a la congresista del turbante permanente, por parte de las autoridades del vecino país. El enojoso asunto, expuso demasiado, a los ojos del planeta, el siniestro rostro de las FARC. Es decir, Chávez logró sacar a la superficie los perversos y bestiales procedimientos utilizados, violatorios de los derechos humanos fundamentales. Por ello la Unión Europea y los Estados Unidos, ratificaron el calificativo de terroristas para este grupo sublevado en armas. Ahora las FARC están en el ojo del huracán, con un rechazo creciente de quienes entendemos la democracia como el único modo de vida para conseguir la fraternidad, la libertad, el progreso.
Pero, Chávez, también tiene el “mérito” de haber motivado a millones de personas a participar, espontáneamente, el pasado lunes, en la condena mundial a las FARC, bajo el lema de “no más FARC, no más secuestros, no más terrorismo”. Es difícil hacer movilizaciones un mismo día en más de 100 ciudades. Ya los habitantes de todos los continentes están sensibilizados ante la tragedia de esta nación hermana. ¡Gracias comandante Chávez! Usted le ha hecho (sin proponérselo, por supuesto) un gran favor a los demócratas bien intencionados.
Gracias a sus gestiones, el Presidente Uribe, es el mandatario más popular de América Latina. Y, al propio tiempo, la señora Córdova es depositaria de un nada envidiable reproche militante por parte de sus paisanos, su impopularidad crece exponencialmente. ¡Qué pena senadora! En suma, la situación se ha tornado tan dramática para la narco-guerrilla que, forzados por las circunstancias, están liberando, unilateralmente, por cuenta gotas, a ciudadanos en precario estado de salud. Muchos con seis y diez años de encierro. Todavía hay cientos de ellos esperando clemencia. Qué Dios les dé fortaleza. Las FARC se encuentran en un callejón sin salida, han alcanzado una amplia exhibición nada favorable. Sin embargo, el mandamás de Miraflores, nos dice, paladinamente, en uno de sus frecuentes arrebatos: “Venezuela limita con las FARC”. ¿Será que se quiere sacudir la vaina que les echó?...
freddylepage@cantv.net
Viernes, 8 de febrero de 2008
Lo que voy a relatar aquí no tiene nada que ver con la desastrosa gestión del régimen. ¡No señor! Se relaciona con el protagonismo de Chávez en el conflicto colombiano. Se trata del desprestigio general de las FARC. Significa la penuria, la soledad, el abandono, en que (mal) viven más de 700 prisioneros en manos de sus carceleros.
Sin embargo, la vida de Marulanda y sus secuaces transcurría relativamente tranquila, en medio de la selva. Los secuestros, asesinatos, la subversión, el chantaje, la violencia, el cobro de vacuna, formaban parte del paisaje cotidiano, no llamaban mucho la atención de la comunidad internacional; estaban cubiertos por una niebla tenebrosa, turbia, cómplice; por un manto de inhumana opacidad. De pronto, apareció el paladín de los “condenados de la tierra” (Franz Fanon díxit).
A los familiares de los rehenes, mantenidos en cautiverio (algunos encadenados como en la época de la esclavitud), les quedaban pocas esperanzas de volver a ver a sus seres queridos. Así, Chávez y su ayudante ambulante, la senadora Córdova -por un mal cálculo del Presidente Uribe-, son pomposamente designados facilitadores y/o mediadores para el canje humanitario de prisioneros entre los insurrectos y el Gobierno neogranadino. De allí en adelante se armó la sampablera. La incontinencia verbal, el afán de figuración de los ungidos, convertirían en un circo, lo que debió ser un trabajo serio y discreto, a los efectos de conseguir los fines propuestos.
Comenzaron las idas y venidas, los malentendidos, los insultos y la revocación del mandato conferido al jefe de Estado venezolano y a la congresista del turbante permanente, por parte de las autoridades del vecino país. El enojoso asunto, expuso demasiado, a los ojos del planeta, el siniestro rostro de las FARC. Es decir, Chávez logró sacar a la superficie los perversos y bestiales procedimientos utilizados, violatorios de los derechos humanos fundamentales. Por ello la Unión Europea y los Estados Unidos, ratificaron el calificativo de terroristas para este grupo sublevado en armas. Ahora las FARC están en el ojo del huracán, con un rechazo creciente de quienes entendemos la democracia como el único modo de vida para conseguir la fraternidad, la libertad, el progreso.
Pero, Chávez, también tiene el “mérito” de haber motivado a millones de personas a participar, espontáneamente, el pasado lunes, en la condena mundial a las FARC, bajo el lema de “no más FARC, no más secuestros, no más terrorismo”. Es difícil hacer movilizaciones un mismo día en más de 100 ciudades. Ya los habitantes de todos los continentes están sensibilizados ante la tragedia de esta nación hermana. ¡Gracias comandante Chávez! Usted le ha hecho (sin proponérselo, por supuesto) un gran favor a los demócratas bien intencionados.
Gracias a sus gestiones, el Presidente Uribe, es el mandatario más popular de América Latina. Y, al propio tiempo, la señora Córdova es depositaria de un nada envidiable reproche militante por parte de sus paisanos, su impopularidad crece exponencialmente. ¡Qué pena senadora! En suma, la situación se ha tornado tan dramática para la narco-guerrilla que, forzados por las circunstancias, están liberando, unilateralmente, por cuenta gotas, a ciudadanos en precario estado de salud. Muchos con seis y diez años de encierro. Todavía hay cientos de ellos esperando clemencia. Qué Dios les dé fortaleza. Las FARC se encuentran en un callejón sin salida, han alcanzado una amplia exhibición nada favorable. Sin embargo, el mandamás de Miraflores, nos dice, paladinamente, en uno de sus frecuentes arrebatos: “Venezuela limita con las FARC”. ¿Será que se quiere sacudir la vaina que les echó?...
freddylepage@cantv.net
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