Estoy
en Inglaterra donde acabo de asistir, en Jesus College de la Universidad de
Cambridge, a una Conferencia sobre Crimen Económico y donde di uno de los
discursos de cierre (ver texto en mi blog Las Armas de Coronel ).
En
esa conferencia participaron unos 380 ponentes y unas 900 personas de 91
países. Una persona del mundo de las finanzas me preguntó si estaba enterado de
las negociaciones que lleva a cabo el gobierno “revolucionario” de Nicolás
Maduro con el Fondo Monetario Internacional. Le dije que no. Me dijo que se
trataría de una capitulación total del régimen
populista-socialista-comunista-fascista-bolivariano-castrista que impera en
Venezuela y su regreso a las fórmulas del Fondo, debido a su estado actual de
total colapso económico. Con un ingreso petrolero aún sustancial pero
claramente insuficiente para cubrir todos sus compromisos y locuras, el régimen
se ve obligado a buscar dinero fresco pero ya no existe otra alternativa que el
FMI, ya que China ha llegado al tope de su paciencia y advierte que dar más
dinero a este régimen agonizante es botar el dinero.
Por
supuesto, el FMI puede ayudar pero exigiendo las condiciones usuales:
disciplina fiscal, completa apertura al capital privado y saldo de cuentas con
las empresas privadas expropiadas o confiscadas, eliminación del control de
cambios (a pesar de que ello incremente la fuga de capitales al principio), el
desmantelamiento de la quincallería ideológica que representan PetroCaribe,
ALBA, y UNASUR, el posible cese de suministro petrolero a Cuba, al menos en las
condiciones actuales, hasta considerar la dolarización de la economía, como lo
hizo Ecuador hace años y la eliminación de fondos paralelos que son fuente de
gran corrupción.
Esto
representaría el fin de esa obscena “fiesta” en la cual hasta los mesoneros y
Hugo, el bartender, se rascaron como cochinos y de la cual los boliburgueses y
los bolichicos se llevaron los cubiertos, platos, manteles y todo lo que
pudieron. Representaría el fin de la “revolución” y de sus estupideces sobre
soberanía y sobre Venezuela como líder del bloque mundial anti-imperialista y
anti-capitalista. Sería el entierro definitivo de la gran tragicomedia
chavista, la cual ha llevado el país a la ruina.
El
retorno del régimen al Fondo Monetario Internacional después de malgastar el
ingreso petrolero de los últimos 15 años y de haberse endeudado ya en unos
$180.000 millones seria la puntilla para el sueño insensato de la pandilla. Las
caras del fracaso son las de Chávez, Giordani y Ramírez.
Y
es que ya el país no puede aguantar más insensateces, más atentados contra la
lógica, más necedades como esa de que “la derecha no va al cielo”, o ver
bazofias humanas como la mujer diputada, echada en la Asamblea Nacional sin
zapatos, oyendo un discurso, o Maduro usando la tumba (?) de Chávez como mesa
de reunión o los dichos sobre los millones y las millonas. Hasta cuando tanta
degradación, estupidez, mediocridad?
Ir
de rodillas al Fondo Monetario Internacional comprueba el fracaso de un régimen
cuyas tres características han sido: la corrupción, la ineptitud y una
avasallante cursilería. Ya los cubanos
preparan el lenguaje con el cual disfrazarán la capitulación de gran victoria
socialista, tal como lo hace Raúl Castro en Cuba.
gustavocoronelg@hotmail.com