Van a
convertir en ley la declaración de ineficiencia, robo y mentiras más grande que
se le haya atribuido a Hugo Chávez Frías, dicen que es su testamento (la muerte
es una constante con esta gente), pero sin dudas las brujas del régimen
metieron sus cucharas para espesar el brebaje que ya huele a podrido.
Es
una acto de magia chimbo, la intención de hacer este conjunto de fantasías y
sinsentidos una ley, ya peca de fraude, Maduro no puede utilizar la habilitante
que la Asamblea Nacional le impuso al país a punta de pistola, para decretar
nada, si lo hiciere, peca de ilegitimidad de origen, empezando porque ningún
extranjero puede dictar leyes en nuestro país.
Pero
lo que más me llama la atención es que estos chavistas no se hayan dado cuenta
el error garrafal que cometen al tratar de publicar como ley de la República
este mamotreto antidemocrático y fascista, no solo son las inconsistencias, los
errores de fondo y forma, el pobre lenguaje que utilizaron, la ausencia de
técnica jurídica, lo inconstitucional del acto, lo que más me sorprende es que
van a publicar la confesión más rotunda de que el gobierno que manejan, ni es
democrático ni sus intereses son venezolanos.
Para
ser precisos, es la declaración de traición a la patria más contundente que he
visto en mi vida, y he visto algunas, la mayoría obtenidas luego de largos
procesos judiciales, o utilizando la tortura y el lavado de cerebro en contra
del declarante, esta no es así, esta es una declaración voluntaria, pública,
sin coacción, y hasta por convicción de un grupo político, embriagado por el
poder y la impunidad, supongo, sin ningún remordimiento moral ni prudencia ante
el futuro.
Esta
ley llamada Plan de la Patria, es el documento perfecto para ser usado en las
cortes e instancias internacionales para llevar a términos la denuncia de deuda
ilegal en contra del gobierno de China (posiblemente también nos sirva para
declarar ilegal la deuda con Rusia), es la declaración más clara que he leído
del gran fracaso petrolero, agrícola y económico, no solamente por lo que dicen
que van a hacer, que todos sabemos, no lo van a hacer porque no contamos con
los recursos y el país está en quiebra, sino que públicamente falsifican la
información contenidas en las cuentas nacionales (que a pesar de estar
manipuladas, no son, ni remotamente lo que ellos dicen el país produce y
gasta).
En lo
político se trata de la declaración sin sesgos ni caretas, de un modelo
totalitarista, antidemocrático, colectivista, anticonstitucional (el socialismo
no se menciona en nuestra Constitución Nacional), militarista y al servicio de
agendas extranjeras.
A ninguna nación que se tenga por democrática y viviendo
bajo un régimen de libertades, le está permitido obligar a sus ciudadanos a
seguir una sola ideología o religión, situación esta que permitiría la
violación masiva de derechos humanos fundamentales.
Estoy
claro que muchas de estas ideas salieron del alucinado cerebro del Comandante
de la Revolución, pero declarar que las van hacer realidad en un término de
seis años, cuando en 14 años no han podido ni siquiera limpiar un pequeño río
como el Guaire, ni hacernos autosuficientes en la producción de azúcar para el
consumo nacional (ni hablemos en bajar la inflación, aumentar el empleo, bajar
las tasas de homicidios, erradicar enfermedades contagiosas), es no solo
temerario, sino ridículo.
Entiendo
que a falta de obras de gobierno, de logros en la gestión como administradores
de los dineros públicos, recurran a la manida estratagema de seguir prometiendo
y prometiendo, siempre allá lejos en el futuro, pero convertir el deseo de
salvar a la humanidad en una ley, es algo que escapa no solo de la realidad
sino de la cordura.
De
nuevo aparecen los gastados ideales de patria, soberanía, independencia e
igualdad, otra vez aparecen nuestros aborígenes y minorías de afroamericanos
como la punta de lanza de nuestro progreso, insisten en mencionar los sueños de
Bolívar como mandatos bíblicos para nuestro pueblo, ya ni siquiera guardan la
compostura ni las distancia en el rol protagónico que debe jugar una sociedad
donde cada día se hace más difícil conseguir papel toilet, pero por ley nos
obligan a preservar la vida en el planeta así no podamos garantizar la vida de
nuestros propios hijos cuando salen de la casa, eso, es obceno.
La
ley del Plan de la Patria, a la que todos los venezolanos estaríamos obligados
a cumplir y que nunca nos fue consultada, es el catálogo de exhibición más
completo de la estupidez humana en este lado del continente, será considerado
como un documento histórico de cómo el socialismo, como ideología, es capaz de
carcomer toda vergüenza en quienes lo propugnan, pues no solo es ignorancia y
maldad lo que percola en su articulado, sino un gusto por la confesión de lo
más indigno en seres humanos que se atreven a decirse venezolanos.
A los
ministros que van a firmar este testamento convertido en ley, solo les puedo
decir, a confesión de parte, relevo de pruebas. –
saulgodoy@gmail.com
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