El
presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, presentó hace unos días el informe
financiero de la industria petrolera, correspondiente al año 2013; yo diría
que, aunque a través de un amplio despliegue, que implicó un encarte, en toda
la prensa oficial (Correo del Orinoco, Vea, CCS) lo hizo en una forma
clandestina; precisamente, por ese carácter cercenador, que tuvo, al limitarse
a publicarlo sólo en la prensa oficial u oficialista, como Ultimas Noticias; de
modo que muy poca gente ha llegado a saber del mismo.
Aparte de que a muy poca gente
le interesan esos informes financieros; llenos de números y estadísticas;
muchas explicaciones o, como se dice en lenguaje coloquial, paja de la buena,
para tratar de justificar por qué las cuentas son exitosas en los números; mas
no así en el flujo de caja de la empresa, y esto lo digo porque, si bien es
cierto que Pdvsa registra una ganancia en ese renglón; en la práctica arrastra
una deuda con proveedores y contratistas a todos los niveles; lo cual, por lo
demás, incide en la actividad económica de esta gente; razón por la que en otra
época se consideró a Pdvsa como la gran locomotora de la economía nacional, y
así se citaba una célebre expresión de Nelson Rockefeller; quien decía que una
empresa petrolera era buena hasta mal administrada.
Aun cuando, lo que más ha
causado asombro entre algunos, ha sido el hecho de que a través de un
cambalache contable, Pdvsa se ha condonado una deuda con papeles; un ejercicio
contable ficticio; a propósito la existencia de una firma empresarial, conocida
como “Empresa Nacional Aurífera”; que fue constituida en diciembre de 2013, y
que estaba en manos del Banco Central de Venezuela (BCV); ya que en dicho
informe se señala que en diciembre del mismo año el BCV decide donar el 100% de
sus acciones a Pdvsa; procediendo poco después Pdvsa, quizás como respuesta
cínica de un ente malagradecido, a venderle al mismo donante el 40% de las
acciones de ENA, y con lo cual queda saldada una deuda que la industria
petrolera arrastra con el BCV.
Deuda que venía siendo
acumulada, a través de unos pagarés, que le venía entregando Pdvsa al BCV, a
falta de dólares; lo que hemos llamado atrás problemas de flujo de caja, y esto
debido, entre otras cosas, a la paulatina caída de la producción petrolera; y a
cambio de bolívares, que la estatal petrolera necesita, para poder honrar sus
compromisos tributarios con el Estado, y deuda que se situaba en unos 21 mil
millones de dólares. Por supuesto, todo esto es una consecuencia de la “teoría
del millardito”; cuando a Chávez y a Giordani se les metió en la cabeza que las
reservas internacionales eran acumulativas, precisamente, como una deuda, y que
entonces se podía hablar en ellas de un excedente; que, en consecuencia, él
quería su millardito, para crear el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) y de
ese millardito, Pdvsa pasó a entregarle la mitad de sus ingresos a dicho fondo;
que es lo que ha originado, asimismo, ese bache en el flujo de caja de la
industria; sin que nada de esos recursos se traduzca en la práctica, en lo que
atañe a su función, que sería el desarrollo del país, es decir, no ha tenido
ninguna retribución en aras de nuestro progreso; cuando, por el contrario, por
allí es por donde más se ha despilfarrado, no teniendo noción nadie de cuánto
se ha recibido y de cuánto se ha gastado en ese Fonden.
Se trata de la condonación de
una deuda por la vía de un ejercicio contable ficticio; siendo, por lo demás,
ENA la auténtica empresa de maletín, a las que denuncia Giordani; cuando en
otra época la empresa, que se ocupaba de todo lo relativo a la industria del
oro, que era Minerven, no era sino una subsidiaria de la CVG , es decir, estaba lejos de
ser ese ente súper valioso, que se pelotean el BCV y Pdvsa, y cuyo sólo 40% de
sus acciones da para cubrir una deuda de 21 mil millones de dólares; -digo, se
trata de una especie de borrón y cuenta nueva en el papel, mas no así en la
práctica, puesto que aquí sí se va a sentir en nuestros bolsillos dicho
desorden fiscal; habida cuenta de que quedamos flotando en una sobreabundancia
de dinero sin valor, como causa de haber convertido al BCV en una imprenta de
producir billetes, por esa vía.
Aquí es donde cabe preguntarse:
¿por qué Pdvsa tiene necesidad de maquillar sus cuentas? ¿Le da vergüenza a su
directorio el hecho de que le debe a medio mundo en este país; no obstante ser
una de las empresas, que más dividendos obtiene entre las primeras quinientas
del mundo? En estas condiciones uno observa a Pdvsa como una especie de hija
pródiga; obsérvese, luego de haber sido la locomotora de la economía del país;
prestándose la estatal petrolera para todos los desmanes administrativos que ha
cometido esta gente; hasta llegar a echarle el carro al propio BCV con lo del
peloteo de la deuda: una forma de no reconocérsela; en ese sentido, Pdvsa es
como Bolívar: “Pdvsa ahora es de todos”; “Bolívar ahora es de todos”; lo de
Bolívar me da pie hasta para violar la Constitución , con lo de Pdvsa tengo hasta para
exprimir al Tesoro Público.
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