Todos los días vemos a funcionarios del
gobierno nacional, especialmente al ministro del Interior y Justicia, Mayor
General Miguel Rodríguez Torres, hablar que han bajado los índices de violencia
y aplican algunos porcentajes que solo él y sus asesores lo creen. Igualmente
vemos en la misma onda a ciertos gobernadores de estados y alcaldes de
municipios hacer lo mismo, pero lo único
cierto es que cada año el número de personas asesinadas por la violencia
sembrada en Venezuela sube, y a pesar de toda la propaganda mediática de
quienes dicen que bajaron la violencia,
cada dia son mas las madres llorando a sus hijos y mas hijos llorando a
sus padres.
En 2012, según las estadísticas acumuladas
por el Observatorio Venezolano Contra la Violencia, en Venezuela hubo un
estimado de 22000 muertes violentas y para este año la cifra llegó a 25 mil
muertos, lo que significa tres mil muertos mas. Estas cifras son extraoficiales
recopiladas por expertos a través de los medios de comunicación social, porque
el gobierno no las da desde que el teniente Pedro Carreño fue designado
ministro del Interior y Justicia en 2006 por el difunto presidente.
En Venezuela la violencia comenzó a
incrementarse desde que la revolución socialista llegó al poder en 1999, cuando
de 4 mil muertos que hubo en 1998, saltó
a 6 mil. Cada año sube un promedio de 2 mil muertes, y hoy vemos como el año
2013 está cerrando con mas de 25 mil muertes violentas, lo cual significa que los
22 planes de seguridad inventados por el gobierno cada vez que hay elecciones
no han dado ningún resultado, solo han servido para que los ministros inventen
cifras de resultados.
La violencia no es una percepción como lo han
hecho ver algunos miembros del régimen, especialmente la Defensora del Puesto,
Gabriela Ramírez. Está en todas partes, no hay ningún rincón donde la gente honesta y trabajadora
tema por su vida, las casas se han convertido en cárceles por la cantidad de
rejas que han tenido que ponerles para resguardarse. Cada vez que los jóvenes
van a una fiesta, la madre y el padre se encomiendan a todos los santos para
que regresen sanos y salvo, es mas, prefieren que sus hijos se queden durmiendo
en la casa de la fiesta aunque sea en el suelo.
La vida de un joven tiene menos valor que un
celular o un par de zapatos, las estadísticas semanales arrojan que mas del 80%
de los caídos por la inseguridad son menores de 30 años. En Venezuela los
abuelos están enterrando a los nietos y las madres a los hijos. No se cumple la
ley de la vida que debe ser todo lo contrario.
En esto el gobierno nacional ha sido
sobervio, se ha negado a trabajar conjuntamente con los gobiernos regionales y
locales. Desarmó a las policías regionales y municipales, y ha estimulado la
formación de grupos armados
paramilitares. En el caso concreto de la
Alcaldía Metropolitana de Caracas, Antonio Ledezma en 2009 presentó un Plan de
Seguridad que fue elaborado por una comisión de especialistas encabezados por
el Comisario General de la PTJ, Fermín Marmol León, pero el gobierno nacional
desde esa fecha, ni siquiera ha respondido.
Ojalá el dialogo con los alcaldes electos el
8 de diciembre con la tarjeta de la MUD convocado Maduro, no sea otra mentira
para marear a la oposición y sirva para que se diseñen políticas públicas con
verdaderos expertos en la materia de seguridad, donde mas que el carnet
político, la franela roja y la ideología trasnochada, prive el profesionalismo
y la voluntad de resolver la matazón que está acabando con nuestros jóvenes,
que de seguir así, en poco tiempo seremos un país de ancianos.
Gerónimo
Figueroa Figuera
CNP: 569
@lodicetodo
geron2ff@hotmail.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,