1-El Padre Alfonso Alfonzo Vaz tuvo el privilegio de tener una audiencia
con el venerable Pio XII. Benedicto XVI proclamó venerable a Pio XII, lo cual
es también José Gregorio Hernández, siendo proclamado José Gregorio, por san
Juan Pablo II. Ojalá que ambos lleguen pronto a beatos y posteriormente a
santos e igualmente que el beato Pablo VI, pronto llegue a santo, tal cual San
Juan XXIII y san Juan Pablo II.
El Padre Alfonzo cuenta que Pio XII le preguntó:
“¿Qué haces tú?”
El Padre Alfonzo le contestó que estaba trabajando
en “La Cuidad de los muchachos” que el mismo Padre había fundado, que también
era capellán de niños limpia botas, que trabaja en la Santa Capilla de Caracas,
que daba clases, etc.
El Padre Alfonzo cuenta que Pio XII le contestó:
“Mucha
fe en Dios, mucha fe en ti mismo y de vez en cuando, un Valium”.
2-Eugenio María Giuseppe Pacelli era el nombre de pila
del Papa Pio XII. Nació en 1876 y murió
en 1958. Fue electo sumo Pontífice, el 2 de marzo de 1939 y el 12 de marzo fue
entronizado como sucesor de San Pedro, y terminó con su muerte, el 9 de octubre
de 1958. Los 19 años de años de su pontificado fueron
sumamente difíciles, comenzó cuando finalizaba la guerra civil española y al
poco tiempo, comenzaba la segunda guerra mundial, con la invasión de Hitler a
Polonia, el primero de septiembre de 1939.
A Pio XII le tocó la segunda guerra mundial completa, la reconstrucción
de Europa y de Japón, la guerra de Corea, la llamada “guerra fría” y al final
de su pontificado, comenzaban gestarse los cambios revolucionarios por venir y
en los todos los ámbitos, inclusive en el eclesiástico, que desembocaron en lo
que llamó “la década de los años 60”, para bien o para mal, una de las épocas
más turbulentas, excitantes y convulsionadas de los tiempos modernos.
Por el sabio manejo que Pio XII le dio a todas
aquellas complejas y difíciles situaciones, pasó a la historia
con el título de “Pastor Angélico”,
lo cual no implica que no se haya tejido una injusta leyenda negra en su contra
y que no haya sido un gran incomprendido por muchos. Más adelante hablaremos de
dicha “leyenda negra”. Para sobrellevar tanto stress, Pio XII siempre se apoyó
en su fe. Pio XII era un hombre de fe. Era un devoto del Corazón de Jesús, del
cual escribió una carta encíclica, titulada “Haurietis Aquas”, sobre “el culto
al sagrado Corazón de Jesús”. Esta encíclica de fecha 15 de mayo de 1956.
Hay quien
dice que Pio XII, solía repetir la siguiente jaculatoria:
“Señor Jesucristo, apiádate de mí, según la grandeza de tu
misericordia”.
También fue
devoto de la Santísima Virgen María, en este sentido Pio XII declaró el dogma de la Asunción
de la Virgen María que como veremos más adelante, declara que “terminado
el curso de su vida terrena fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”.
La fe de Pio
XII, no obstaculizó que como contara el Padre Alfonzo, “de
vez en cuando” no se hubiera apoyado en un Valium, lo cual implica que la fe y
la ciencia médica, no se excluyen; por el contrario, se complementan. Lo mismo
pasa con lo espiritual y lo material, lo visible y lo invisible. Bien dice Santo Tomás de Aquino que “la gracia no
destruye la naturaleza sino que la complementa y la perfecciona”.
3- En relación al punto de los “cambios revolucionarios por venir” que como
antes dijimos, ya se gestaban al final de su pontificado, no olvidemos que para
responder frente a lo que para ese entonces se llamó “los signos de los
tiempos”, su sucesor, san Juan XXIII, una de las primeras cosas que hizo fue convocar
el Concilio Vaticano II. Cuando
le preguntaron que por qué había convocado el Concilio, abrió las ventanas de
su despacho y contestó: “que
entre aire fresco”. Y era obvio, se necesitaba “aire fresco” para la
Iglesia, en los momentos que se avecinaban. Debido a la muerte de san
Juan XXIII, el 3 de junio de 1963, lo continuó y terminó, su sucesor, el beato
Pablo VI.
El
29 de setiembre de 1963, el beato Pablo VI abre la segunda sesión del Concilio
Vaticano II y el 8 de diciembre de 1965 confirmaba de manera solemne, todos los decretos del Concilio y a la vez
proclamó un jubileo extraordinario que iba desde el 1 de enero al 29 de mayo de
1966, para la reflexión y renovación de la Iglesia, a la luz de las grandes
enseñanzas del Concilio Vaticano II.
4- Así mucha gente no lo quiera ver y haya
injustamente calificado al venerable Pio XII como “retrógrado, fanático,
inquisidor” y pare de contar, Pio XII comenzó a hacer reformas dentro
del momento y las difíciles circunstancias que tuvo y dentro de lo que pudo.
Vamos a poner un ejemplo:
Para el momento
de ser entronizado Pio XII como Romano Pontífice, el ayuno eucarístico, era
algo que muchos consideraban, algo muy severo. No me tocó vivir esa época, por
lo tanto, lo que por ese punto puedo decir, me lo contaron.
Escuché de pequeño que si se iba a comulgar,
no se podía comer nada desde la media noche del día anterior y no se podía
tomar ni un mililitro de agua. Por lo tanto, si la persona quería comulgar en
la Misa del domingo en la noche, tenía que guardar con el rigor antes dicho, el
ayuno eucarístico antes especificado. Un médico que vivió esa época me contó
que le tocó atender muchachos desmayados, ya que si iban a comulgar, tenían que
salir de su casa sin desayuno.
Pues bien, Pio XII revoluciona el ayuno eucarístico
y decreta que solo será de tres horas antes de comulgar, suprime lo de “la
media noche” y que además se puede tomar agua en cualquier momento antes de comulgar.
Posteriormente, el beato Pablo VI, basado en las reformas del Concilio Vaticano
II, establece que el ayuno eucarístico será solo de una hora antes de comulgar
pero fue el venerable Pio XII, el que comenzó con dicha reforma.
Bueno, algunos conservadores se molestaron y
lo tildaron de “liberal” y “revolucionario”. Los detractores eran suerte de lo
que después se hubieran llamado “lefebritos”, previos al obispo Marcel
Lefebre, quien por cierto participó en el Concilio Vaticano II y quien a la
vez posteriormente dijo que Pablo VI era un prisionero de “comunistas y
masones” y que por lo tanto, estaba llevando a la Iglesia por un despeñadero;
todo aquello para justificar su insania e injusta rebeldía de no querer
reconocer el concilio Vaticano II, en el que además participó.
Pio XII comenzó con lo del “aire fresco” de
Juan XXIII. La reforma del “ayuno eucarístico” así lo demuestra. Pio XII no
pudo hacer más reformas porque el momento y las circunstancias no se lo
permitieron pero creemos que echó las bases para lo que después sería el
Concilio Vaticano II, que a partir de “la década de los 60”, adaptó la Santa
Madre Iglesia a los momentos y circunstancias de los turbulentos tiempos por
venir y que todavía seguimos viviendo.
5- Hay una cualidad de Pio XII que hay que destacar:
su valentía. Pio XII hizo lo que tuvo que hacer, tuviera que enfrentarse a lo
que se tuviera que enfrentar. En este aspecto, veamos lo que pasó con lo de la infalibilidad papal. La expresión “el Papa es infalible”, muchas veces se entiende mal, o a veces se
manipula este concepto para pretender hacerle daño tanto a la figura del
sucesor de Pedro, al Papa, que en el presente caso se trata del venerable Pio
XII, como también a la Iglesia Católica.
Hay una falsa creencia que dice, que si el Papa llegara a afirmar que dos
más dos cinco, en consecuencia, habría que repetir, creer ciegamente y cual
borrego, que son cinco. O que si el Papa dijera que el sol sale por el oeste y
se pone por el este, en consecuencia, habría que repetir, creer ciegamente y cual
borrego, semejante burrada, e igualmente que si dijera que el sol gira
alrededor de la tierra.
No hay duda que hay gente que de buena fe y que a pesar de su ignorancia,
crea en esta distorsión sobre la infalibilidad del Papa, pero a la vez hay otra
gente que usa este absurdo argumento para pretender desprestigiar tanto a las
jerarquía de la Iglesia como a sus feligreses, ya que sería cuestión de
eunucos, castrados o tarados mentales, el tener que acatar barbaridades y
burradas como las antes dichas, como si fueran verdad.
El Papa es infalible solamente
cuando habla “ex
cathedra”.
Etimológicamente hablando “ex cathedra”, quiere decir, “desde la silla”, y en su calidad de pastor y maestro supremo. Para
que se dé este supuesto tienen que darse algunas condiciones:
A) Que hable a la
Iglesia Universal, si es por ejemplo a
una iglesia local, o a un grupo o privadamente no se da este supuesto.
B)
Que el Papa expresamente declare que está hablando “ex cathedra”
C) Que lo haga en materias de fe, moral o costumbres.
Es de notar que los papas han hablado muy pocas veces de manera “ex cathedra”, por ejemplo el día 8 de diciembre de 1848, el beato
Papa Pío IX, declaró el dogma de la Inmaculada Concepción y el día primero de noviembre de 1950, el venerable
Pío XII realizó la declaración del dogma de la Asunción de la Santísima Virgen
María en cuerpo y alma al cielo.
No es cierto
que antes de la declaración del “dogma de La
Asunción”, no se creyera en que la Virgen estaba en cuerpo y alma en el cielo.
Esto es tan cierto que el tema de La Asunción de la Santísima Virgen María
siempre ha sido objeto de una gran devoción, aun antes del primero de noviembre de 1950. Por ejemplo, algunas
ciudades, tales como la Capital del Estado Nueva Esparta y la capital de la
República del Paraguay, tienen el nombre de “La Asunción.
Antes
del primero de noviembre de 1950, el tema de la Asunción no era “dogma de fe”, era de devoción. Lo que hizo
Pío XII al declarar “ex Cathedra” esta devoción, fue
declarar, desde “la Silla” del papado, que La Asunción se convertía en un tema
de fe, tal como todo lo que está contenido en “El Credo” y en la Sagrada
Biblia.
Ahora bien, ¿qué
revolucionó Pio XII al declarar el dogma de la Asunción de la Santísima Virgen
María en cuerpo y alma al cielo?
Lo siguiente:
Ya para esa época, habían
comenzado las conversaciones ecuménicas sobre el tema de la unión de la de los
cristianos.
“En el hemisferio norte, la Semana de Oración por la Unidad de los
Cristianos se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero. Estas fechas
fueron propuestas… para cubrir el período entre la fiesta de San Pedro y la de
San Pablo, que tienen un significado simbólico. En el hemisferio sur, donde el
mes de enero es tiempo de vacaciones de verano, las Iglesias frecuentemente
adoptan otra fecha para celebrar la semana de oración, por ejemplo, en torno a
Pentecostés…que representa también otra fecha simbólica para la unidad de la Iglesia”…
“Son unos días de súplica a la Santísima Trinidad
pidiendo el pleno cumplimiento de las palabras del Señor en la Última Cena:
“Padre Santo, guarda en tu nombre a aquellos que me has dado, para que sean uno
como nosotros” (Juan 17,11).
La oración de Cristo
alcanza también a quienes nunca se han contado entre sus seguidores. Dice
Jesús: Tengo otras ovejas que no son de este redil, a ésas también es necesario
que las traiga, y oirán mi voz y formarán un solo rebaño con un solo pastor
(Juan 10, 16)”.
Unos de los temas
en donde hay diferencias para la unión de los cristianos, es en el tema de la
Santísima Virgen María. No vamos a entrar en ese tema ahora. Hoy en día, la
posición de la Iglesia, frente a los cristianos no católicos, no es llamarlos
“protestantes”, como había sido así desde hace varios siglos, sino “hermanos
separados”. Pues bien, era previsible que el dogma de la Asunción de Santísima Virgen María en cuerpo y alma al cielo, iba a
molestar a algunos “hermanos separados”, como en efecto los molestó. El
venerable Pio XII no dejó de hacer lo que consideró que debía hacer porque
algunos “hermanos separados” se pudieran molestar y por lo tanto, pudieran dar
al traste con la semana de oración y encuentro, por la unión de la de los
cristianos.
Es de notar que cuando el Papa habla “ex cathedra”, no está ni creando ni inventando nada. Está
declarando verdades de fe, moral o costumbres, tales las que antes dijimos como
la devoción de la Inmaculada Concepción y la Asunción de la Santísima Virgen
María. Por ejemplo, este último dogma el Venerable Pio XII lo declaró así:
“Pronunciamos, declaramos y definimos ser
dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen
María, terminado el curso de su vida terrena fue asunta en cuerpo y alma a la
gloria celestial”.
Cuando
en materia de dogma de fe, hablando “ex cathedra”, se dice “declaramos”, se trata que “declaramos
el Espíritu Santo y yo, el Papa”.
6-La definición solemne del dogma de la Infalibilidad
Pontificia, fue promulgada el 18 de julio de 1870, por el beato, Papa Pio IX, el
mismo del dogma de la Inmaculada Concepción”, en la constitución dogmática “Pastor Aeternus”, tras haber sido elaborada y aprobada por el
Concilio Ecuménico Vaticano I.
7- Si en dos palabras pudiéramos definir lo de la
infabilidad del Papa, tuviéremos que decir que el Papa solo es infalible cuando habla “ex cátedra”. De resto es
falible, haciendo la salvedad que el pontificado del Papa, como sucesor de
San Pedro, le da la facultad de ser el legítimo intérprete de la Sagrada
Biblia. La Sagrada Biblia es la Palabra de Dios. Cuando en la Santa Misa, el
lector lee la Biblia, dice “Palabra de Dios” y la asamblea responde “te
alabamos Señor”. Es lo que se llama “el magisterio de los romanos pontífices”.
Una de las tantas herejías de Lutero, fue el haber erróneamente proclamado “la
libre interpretación” de la Biblia por la conciencia de cada individuo, negando
por lo tanto, el primado de Pedro que se recoge en el siguiente pasaje
evangélico:
“Llegado
Jesús a la región de Cesárea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres
que es el Hijo del hombre?" Ellos dijeron: "Unos, que Juan el
Bautista, otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas."
“Díceles Él: y vosotros ¿quién decís que soy yo?"
Simón Pedro contestó: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo"
Replicando Jesús dijo: "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás,
porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en
los cielos.
“Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
Y a ti te daré las llaves del Reino de los Cielos y lo que ates en la tierra
quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en los
cielos” (Mateo 16, 13-20).
Por lo tanto, la infalibilidad papal no quiere decir que
el Papa sea inmune al pecado y que no se equivoque. Hay ejemplos de fallas,
equivocaciones y hasta de pecados por parte de los papas: el mismo San Pedro,
el primer Papa, negó tres veces conocer a Jesucristo, es obvio que en ese
momento no habló “ex cathedra”,
más bien actuó cobardemente pero se arrepintió. El Evangelio dice:
“Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro: y Pedro se acordó de la palabra
del Señor como le había dicho: antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
Y saliendo fuera Pedro, lloró
amargamente” (Lucas 22:60,61).
Es de
notar que San Pedro reparó las tres negaciones y hasta derramó su sangre por la
fe en Jesucristo:
“Cuando terminaron de comer, Jesús le preguntó a
Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que
éstos? —Sí, Señor, tú sabes que te quiero —contestó Pedro.
—Apacienta mis corderos —le dijo Jesús. 16 Y volvió a preguntarle: —Simón,
hijo de Juan, ¿me amas? —Sí, Señor, tú sabes que
te quiero. —Cuida de mis ovejas. 17 Por tercera vez Jesús le
preguntó: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le
hubiera preguntado: « ¿Me
quieres?» Así que le dijo: —Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te
quiero. Jesús le dijo—” —“Apacienta mis ovejas”.
En verdad cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; más
cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a
donde no quieras.
Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme”. (Juan 21, 15-19).
Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme”. (Juan 21, 15-19).
En efecto, el emperador
Nerón había mandado a incendiar Roma con el fin de componerle unos versos
pero al ver las consecuencias políticas negativas que le podía causar dicho
incendio, no se le ocurrió otra cosa que echarles la culpa a los cristianos y
en consecuencia, desató una feroz persecución contra los cristianos.
Ante tal circunstancia, San Pedro se asusta y decide
abandonar Roma, y es el caso que huyendo se le aparece Jesucristo, al verlo San
Pedro le pregunta: “¿Quo Vadis Domine?”, “¿a dónde vas Señor”? y
este le contesta: “voy a Roma a que me crucifiquen otra vez”.
La tradición dice que pidió que lo
crucificaran boca abajo como en efecto hicieron ya que no se consideraba
digno de morir de la misma forma que su Dios, Maestro y Señor.
8- Veremos dos ejemplos, en cuanto a las equivocaciones de
los papas, es decir, cuando no es falible, cuando no habla “ex cátedra”,
El Dr. Arturo Uslar Pietri en su
libro “Valores Humanos”, cuando
habla de Santa Juana de Arco, afirma que si el Papa hubiera intervenido,
Santa Juana de Arco no hubiera sido quemada viva. De acuerdo con esto, el Papa
pudo haber cometido un error de omisión.
Otro ejemplo:
Hace más de 200 años, el rey de España presiona al para entonces Papa Pio VII, para que escribiera una
encíclica contra la independencia de los pueblos latinoamericanos como en
efecto escribió. Esto ha podido haber sido un error pero lo que es obvio es que
en este tipo de cosas no hay infalibilidad papal. Si Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, José Antonio Páez y Rafael
Urdaneta en Venezuela, José de San Martín en Chile y Argentina, José Martí en
Cuba y demás libertadores, hubieran tomado dicha encíclica como algo propio
de la infabilidad papal, no nos hubiéramos independizado de España, aún seríamos
colonias españolas.
9- En torno a Pio XII se ha creado una leyenda negra,
como por ejemplo, hay quien dice en
clara alusión a Pio XII, que “durante la Segunda Guerra Mundial, la gran mayoría de
los cristianos nos quedamos callados ante el asesinato de más de seis millones
de seres humanos –mayormente hermanos judíos– que fueron víctimas de otro
dictador asesino. Son hechos de la historia que no podemos ignorar” y por
ejemplo, que hubo una supuesta
alcahuetería de Pio XII con el genocida y antisemita régimen de Adolfo Hitler,
inclinado, como erróneamente y sesgadamente, lo narra el escritor John
Cornwell, en su libro titulado “El Papa de Hitler”.
Dado que muchos amigos, me han recomendado que
corte los artículos y que en vez de hacer uno largo, haga dos cortos, me
comprometo a que en un nuevo envío, desmontemos dicha injusta e infundada
leyenda negra. Si Dios me da vida y salud, lo haré en un futuro cercano. Si así
fuere, pondremos quién y por qué inventó dicha leyenda negra.
Lo
único que diremos ahorita, que fue Stalin,
el que inventó dicha leyenda negra, ya explicaremos por qué y cómo. Gracias a
Dios, dicha leyenda negra, se ha ido desmontado poco a poco. Una de las pruebas
de dicho desmonte es que Pio XII ya es venerable, y que el carismático,
simpático y muy querido papa Francisco, a quien algunos llaman “el Papa
Pancho”, haya dicho lo siguiente:
“Me preocupa…
la figura de Pío XII, el papa que lideró la Iglesia durante la Segunda Guerra
Mundial. Al pobre Pío XII le han tirado encima de todo. Pero hay que recordar
que antes se lo veía como el gran defensor de los judíos. Escondió a muchos en
los conventos de Roma y de otras ciudades italianas, y también en la residencia
estival de Castel Gandolfo. Allí, en la habitación del Papa, en su propia cama,
nacieron 42 nenes, hijos de los judíos y otros perseguidos allí refugiados…
Su papel hay que
leerlo según el contexto de la época… También quiero decir que a veces me da un
poco de urticaria existencial cuando veo que todos se la toman contra la
Iglesia y Pío XII, y se olvidan de las grandes potencias. ¿Sabe usted que
conocían perfectamente la red ferroviaria de los nazis para llevar a los judíos
a los campos de concentración? Tenían las fotos. Pero no bombardearon esas vías
de tren. ¿Por qué? Sería bueno que habláramos de todo un poquito” (entrevista
reciente al diario La Vanguardia. El Vaticano).
(El papa Francisco, en un momento de la entrevista con 'La Vanguardia'
en El Vaticano. Yael Kehat. Henrique Cymerman | Vaticano. Enviado especial).
No
olvidemos que el Papa Francisco, es el principal líder moral del mundo actual,
reconocido así, por muchos católicos y no católicos, y hasta por no
simpatizantes de la Iglesia
De esta entrevista y más, hablaremos en la segunda parte de este
trabajo.
Luis Alberto Machado Sanz
machadosanz@gmail.com
@caballitonoble
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