Este 6 de diciembre se presenta una
oportunidad única no solo para la oposición, sino también para bien del
gobierno, si se logra la mayoría necesaria para que la Asamblea Nacional cumpla
con sus cinco funciones estatales, a saber: (i) la función legislativa, (ii) la
función política, (iii) la función contralora, (iv) la función administrativa y
(v) la función jurisdiccional, será posible poner orden en la casa, incluso
para beneficio del gobierno, al poner un mayor control de las políticas
publicas.
Seguramente uno de los errores de la
oposición fue no participar en las elecciones parlamentarias del 2005, fue
inocente, creer que el gobierno repensaría el mensaje que se le enviaba, lo
cual más bien aprovecho el gobierno para dar rienda suelta al Cesar y su poder
hegemónico.
Una de las oportunidades de estas elecciones
parlamentarias, es un cambio en la composición de la Asamblea Nacional entre
ellos el control sobre la política exterior como parte de las políticas
públicas. John Locke 1632, en su Tratado sobre el Gobierno Civil 1689, y
posteriormente Montesquieu 1639, en El Espíritu de las Leyes 1748, propusieron
la división de los poderes del Estado, a efectos de establecer un equilibrio
entre estos (legislativo, ejecutivo y judicial); el objetivo de Montesquieu fue
establecer contrapesos entre los poderes; advirtiendo que el Poder Legislativo
no podía convertirse en un ente superior, que impidiera la acción de gobierno,
pero sí consideraba necesario, que pudiese examinar cómo se cumplían las leyes
que el ejecutivo promulgaba, ejerciendo así, el control político.
Según el ART 187 de la constitución, al Poder
Legislativo, le corresponde “ejercer funciones de control sobre el gobierno y
la Administración Pública; según el Art 222, la Asamblea Nacional ejercerá su
función de control mediante los siguientes mecanismos: 1) las interpelaciones,
2) las investigaciones, 3) las preguntas, 4) las autorizaciones y 5) las
aprobaciones parlamentarias; en el Art 223 se indica que la Asamblea o sus
Comisiones podrán realizar las investigaciones que juzguen convenientes en las
materias de su competencia.
Atendiendo a los propósitos de equilibrio y
control, en materia internacional, este se manifiesta cuando autorizan el
nombramiento los jefes de misiones diplomáticas; aprobar los tratados
internacionales que celebre el Ejecutivo Nacional y los viajes del presidente
al exterior, como el sorpresivo viaje del Sr Maduro a Viet Nam y China con
quien se han firmado más de 500 acuerdos.
Un cambio en la composición de la Asamblea
Nacional, permitirá a la Comisión Permanente de Política Exterior interpelar al
Ministro de Exteriores; algo que hasta la fecha en 16 años nunca se ha realizado
y que podría aclarar cuál es el propósito o la razón de tantos conflictos
innecesarios con EEUU, España; Guyana y Colombia.
Esperemos que a partir de enero, tengamos una
Comisión Permanente de Política Exterior, pueda interpelar al Ministro (a) de
Relaciones Exteriores sobre: el porqué de la injerencia cubana; de la carrera
armamentista; de por qué durante 16 años se dejó de lado la reclamación del
Esequibo; de cuál es la situación de los más de 2500 acuerdos firmados desde
1999, muchos de los cuales nunca tuvieron razón de ser firmados, otros nunca
entraron en vigencia o fueron aprobados por la Asamblea Nacional, lo que hace de
estos una tela de araña para su seguimiento e instrumentación y un peligro para
nuestro interés nacional.
Jose Gerson Revanales
grevanales@gmail.com
@grevanales
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