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lunes, 3 de agosto de 2015

MALÚ KIKUCHI, ABERRACIONES DEL HONORABLE SENADO DE LA NACIÓN, CASO ARGENTINA, DESDE ARGENTINA

El senado, también llamado Cámara Alta, está constituido por 72 miembros, 3 por cada provincia, a las que representan ante los ciudadanos. La palabra senador, que viene del latín, “senator”,  que a su vez deriva de “anciano”, en su origen, hombre sabio, necesitaba en la Roma antigua, hacer una carrera de honores para alcanzar el título de senador.

El senado era el lugar donde se dirimían los problemas de Roma, se legislaba, y  mientras fue república, el gobierno era manejado por el senado. En Argentina forma parte del poder legislativo con la Cámara de Diputados, y en representación de sus provincias, los senadores legislan, a favor de las personas.

Es lo que se supone deben hacer. Ganan un buen sueldo, pagado por los ciudadanos, unos $60.000, que pueden llegar a $80.000 sumando viáticos terrestres y aéreos por desarraigo (a más de 100 km  del congreso); gastos de representación, unos $10.000, secretarios, asesores, teléfonos, autos y etc. Sueldo mínimo de un argentino $.4.716.

El presidente del senado es el vicepresidente de la nación, o sea Amado Boudou (procesado por la justicia), y los 72 senadores se reparten 36 comisiones, 27 unicamerales y 9 bicamerales, que comparten con diputados. Hay comisiones importantísimas, y otras no tanto que deberían fusionarse entre sí.

Este es un año electoral, el congreso no se reúne demasiado y parece que trabaja menos. El senado tuvo que reunirse para aprobar el pliego del nuevo jefe del ejército, Teniente General Ricardo Luis Cundom. Era el 29/7 y se aprobó, con la abstención de la UCR. Misión cumplida, los senadores se querían ir. En eso clima relajado y cordial, la senadora *CC Magdalena Odarda, de Río Negro, metió de refilón su proyecto de ley.

No estaba en el orden del día, pero todos estaban cansados y el proyecto no era de los que despiertan arduas y largas discusiones. Decidieron tratarlo. ¿En qué consistía? Simple: “sancionar con penas de 3 meses a 4 años y multa de $4.000 hasta $80.000 a quienes por cualquier título organicen, promuevan, faciliten o realicen una carrera de perros sin importar la raza”. Buena iniciativa, hay que proteger la vida de las especies.

Rápidamente Rubén Giustiniani, *PS Santa Fé (única provincia que tiene prohibido por ley las carreras de galgos) apoyó la moción, con emoción y se le sumó Pedro Guastavino, FPV Entre Ríos, que se conmovió ante el sufrimiento de los pobres animales, exigidos, entrenados de mala manera, saturados de químicos para que rindan más, y otra serie de verdades.

Convencidos los senadores y apresurados por irse, estuvieron de acuerdo en dar media sanción al proyecto y enviarlo a diputados. Pero antes de empezar la votación, el senador Mario Cimadevilla, UCR Chubut, decidió recordarles a los legisladores el artículo 81 del Código Penal que dice: “Se impone reclusión de 3 a 6 años, o prisión de 1 a 12 años, a quien matare a otro, encontrándose en un estado de emoción violenta y que las circunstancias hicieran excusable. O a quien con el propósito de causar un daño en el cuerpo o en la salud, produjera la muerte de alguna persona, cuando el medio empleado no debía razonablemente ocasionar la muerte”.

Cimadevilla, el único atento y por lo visto conocedor del Código Penal, advirtió que se sancionaba con penas más duras a quien organizara una carrera de perros, que a un homicidio bajo emoción violenta o preterintencional.  Con la abstención de la UCR, se le dio media sanción a la ley. Admitiendo que los perros, grandes amigos de los humanos, son importantísimos, el descalabro en cuanto al Código Penal, lo es más.

Los senadores encantados con su accionar legislativo, se fueron por los pasillos comentando que sería bueno trabajar en un proyecto de ley que protegiera a los caballos. ¿Pensarán acabar con las carreras de caballos? En Argentina K todo es posible.

Es un año electoral, los defectos y virtudes de los gobiernos se comentan más que de costumbre. Y no hay que ser Erasmo para saber que Argentina está siendo invadida por narcotraficantes,  que la droga la venden y la consumen chicos de 9 y 10 años. Que la inflación nos come el salario y de a poco, la vida. Que el instrumento oficial para medir precios, miente con descaro, el INDEC ya es un chiste triste y sin gracia.

Se sabe que la inseguridad es de terror, que la pobreza, que no mida el estado, “para no estigmatizar”, está cerca del 30%. Se sabe de la desocupación y de las quebradas economías regionales; y del cepo al dólar que hace que Argentina ostente 5 cotizaciones distintas del mismo y el desfasaje entre el oficial y el blue, da vértigo. Eso se sabe.

Se sabe que la educación pública está en caída libre, sobre 15 países latinoamericanos ocupamos el 9°lugar (test de la UNESCO, ahora), y el ministro de educación dice que estamos mejorando. O está demente o se postula para un programa cómico. Y los hospitales dan lástima. Todo esto se sabe, y más.

Lo sabe el ciudadano de a pie que lo sufre todos los días, ¿es posible que los senadores lo ignoren y no traten estos temas? ¿Viven en el mismo país donde los presos cobran un sueldo por estar presos, tener casa, comida, salud y educación (si la requieren) y ganan un 80% más que un jubilado con la mínima? Porque en el país cotidiano, el de la gente común, prohibir las careras de perros está bien, pero hay prioridades más importantes. Para esas prioridades, no hay leyes.

Nadie discute que terminar con las carreras de perros, las riñas de gallos, los circos con animales y todo aquello que los lastime en alguna forma, debe ser prohibido. Todas las especies deben ser protegidas de la nuestra, la más depredadora que se conoce, la que mata y lastima por placer o dinero, sin recordar que también somos una especie.

Pero puestos a proteger animales, quizás debido a la soberbia humana, que se cree por encima de las otras especies, ¿saben los senadores que la especie humana tiene niños hambrientos y otros que ya nacen desnutridos, todos ellos en situación de riesgo? Quizás, sólo quizás, pudiera ser que algún día, “estos detalles sobre la especie humana” pasen a preocupar y ocupar al Honorable Senado de la Nación Argentina y de sus muy dignos ocupantes.

*CC, Coalición Cívica. * PS, Partido Socialista.

Malu Kikuchi
maluki@fibertel.com.ar
@malukikuchi

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