Cuando se completó el
año 65 de nuestra era común, el apóstol Pablo predijo bajo inspiración divina
que “en los últimos días los hombres serían desleales, sin tener cariño
natural, blasfemos, calumniadores, sin autodominio, y lo luego menciona que
tendrían devoción piadosa pero resultado falso a su poder”.
Esas palabras
estaban puestas en un contexto de decadencia en Roma y luego tendría hechos
importantes para Jerusalén, ya que era una advertencia de los tiempos que le
vendría a la ciudad, cosa que ocurrió el desastre en el 70.
Rememoro estos hechos
de la historia, para comentar que en vivimos en esos tiempos escritos, al igual
que en aquellos días; nuestros días están como lo dice las Escrituras tiempos
“críticos y difíciles de manejar.” Por todo el mundo están ocurriendo guerras
pequeñas o grandes, que están convulsionando al mundo. Muchos especialistas en
análisis internacionales, periodistas y escritores están enfocando la atención
en lo que está pasando en el mundo en especial en las regiones de África y
Medio oriente.
En estos momentos, se está levantando el ISIS un grupo bárbaro y
al estilo medieval expandiendo su locura perversa en atacar al otro, contra
todo aquello que no piense como ellos, por otro lado en Nigeria se le suma el
Boko Haram, grupo fanático religioso en donde sus acciones encajan con decir
que aman a Dios pero por otro lado maltratan, secuestran, matan al semejante,
pregunto ¿es eso tener devoción piadosa a Dios? pues se supone que Dios es
amor, porque destruir y acabar con el otro.
El mundo está
moviéndose agitadamente, nuestro planeta suspendido en la nada corresponde en
estos tiempos a una fuerza depravadora por las manos del mismo hombre, quien no
ha aprendido por siglos vivir en comunidad. Solo basta ver en Yemen, en
Somalia, y en países que están por agarrarse entre ellos. Nuestro planeta está
sucumbiendo a un desastre mundial. En caso de no prestar atención de parte de
gobiernos “serios y comprometidos”, nos encontraríamos ante sorpresas no gratas
para nosotros habitantes de este mundo.
Es por eso que el
presidente Barack Obama está pendiente y preocupado por lo que está pasando en
el mundo, buscando por vía democrática
encontrar soluciones de estos conflictos internacionales. Es anegada su forma de
pensar y actuar, ya que considero que es unos de los pocos presidentes
mundiales que están tomando carta sobre el asunto de estos grupos que están
enloqueciendo al mundo.
Considero que demás
presidentes de carácter “serio y respetados” se sumen a esta causa de buscar
solución hacía la paz mundial. Pues vivimos en tiempos feroces donde los
hombres están maltratando a los jóvenes, a los niños y a las mujeres; los
vejámenes y la fuerza de poder se está imponiendo en el mundo. Y imaginable
pero cierto, ya que cualquier cosa puede pasar y esperar, que presidentes digan
cosas alocadas de nuestro mundo; como el ex presidente Hugo Chávez quien dijo
que unos de sus compromisos era salvar el planeta. Pregunto, ¿salvo el planeta?
¿ trajo la paz mundial y el orden del sistema de cosas? o solo culpó al “otro”
al imperio de los desastres. Porque en su misma nación donde nació Hugo Chávez,
se vive con las más altas de criminalidad, pregunto ¿por qué no salvo a muchos
de los venezolanos de la violencia en su misma nación? Porque creo y muchos que
tengan uso de la razón, que cuando este
ex presidente decía que si no votaban por él se armaría una guerra civil en el
país, ¿decir eso es buscar la paz mundial?
Otro caso de
disparate, fue cuando la Presidenta de
la Argentina en alusión a su discurso en la asamblea de la ONU dijo:
"quiero recordar que el año pasado en esta Asamblea los problemas eran
otros, se hablaba de otros peligros", y
al mismo Cristina señaló al Consejo de Seguridad "buscar los elementos
más adecuados para combatir el terrorismo", al tiempo que pidió "no
dejar de lado a los derechos humanos". Y hasta dijo que ella tenía una
amenaza "aparentemente del ISIS", por su cercanía con el Papa
Francisco y porque reconoce la existencia
de dos estados como el de Israel y de Palestina". Decir estas cosas es no
contribuir a la paz mundial, pues sus dichos traen soberbia y orgullo así
misma, pensando en ella. Pero en estos tiempos
cualquier cosa puede escucharse.
En estos tiempos
feroces, se suma el orgullo, la soberbia y la ira muy propia de nuestra especie
humana; pero cada día está en peor. Es probable que gobiernos se corrompan ante
grupos armados, instituciones y otros entes que de una u otra forma están
involucrados en guerras y conflictos. Por lo tanto, como ciudadanos todos
tenemos el compromiso de preservar nuestra especie, de corregir nuestros
errores y de hacer política “aportar ideas” de paz y convivencia con nuestro
semejante, sin importar la raza, la nacionalidad y religión; debemos todos
sumar valores y trabajar en el rescate los valores éticos y ciudadanos en
nuestro entorno. Pues todo y cada uno de nosotros estamos en tránsito en esta
vida y ninguno tiene la vida infinita. Las estrellas se apagaran si continuamos
siendo feroces aunque existan políticos orgullosos y perversos.
Moisés Cárdenas
viajesideral2@yahoo.com.ar
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